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La Tienda “La Central” fundada por Victoriano Peralvarez hace más de 80 años tuvo dos ubicaciones hasta que en 1991 se convirtió en Patio Central, comercio que por estos días está en pleno proceso de transformación.
La liquidación y los trabajos en el edificio ubicado en pleno centro de Río Gallegos hicieron suponer a los vecinos que el comercio cerraría y si bien es cierto que dejará de ser una tienda de indumentaria, la empresa seguirá en marcha, pero en un nuevo rubro.
Entre las fotos antiguas que ilustraban la nota publicada en la edición impresa de este viernes de La Opinión Austral, una antigua empleada se reconoció.
Nury Arias recordó que la fotografía fue tomada en 1962 por “Pepe” Durán, sobrino de Peralvarez. En la imagen también se puede ver al cadete Juancito Gallardo y al cliente Pablo Cangemi, quien se convertiría en el esposo de Nury.
“Terminé el colegio a los 13 y a los 14 dije: ‘No voy a estudiar, quiero trabajar’. Pasé por La Central que era el localcito chiquito (NdR. En Kirchner 923), atrás era de chapa, todo de material ligero, como eran las casas de antes”, recordó Nury (80) en diálogo con Radio LU12 AM680.
Recordó también los tejidos que realizaba la esposa de Peralvarez. “Tejía ropita de bebé, ajuares. Estaba don Peralvarez, y también el sobrino, José Durán, le decíamos ‘Pepe’, él falleció, pero fue uno de los impulsores también, muy trabajador. Y don José Cabral, que con los años, tuvo la tienda Las Mellizas, él era encargado del personal”.
“La mayoría de las vendedoras éramos jóvenes, pero muy poquitas porque el local era muy chiquito, éramos cuatro o cinco empleadas nomás”, mencionó al tiempo que agregó que “en la tienda trabajamos muchísimo y teníamos comisión”.
Nury Arias trabajó como vendedora desde septiembre de 1959 hasta 1963.
La tienda vendía ropa para toda la familia y también de trabajo. “Teníamos muchísimos clientes, mucha gente de campo, no venían seguido por los caminos y el clima, en esos años nevaba tanto… pero ellos venían y compraban la ropa para casi toda la temporada“, recordó.
“Muchísima gente de YCF, YPF y de Gas del Estado, para ese tiempo ya estábamos en la tienda nueva que creo que inauguró en el ’61”, acotó.
Nury trabajó desde septiembre de 1959 hasta 1963, año en que se casó con Pablo Cangemi, formó su familia y tuvo dos hijos. Hoy, tiene siete nietos y seis bisnietos.
“En ese tiempo, mi esposo había venido trasladado desde Rosario a la Banda del Ejército. Vino a los 20 años, yo tenía 15, así que ahí nos pusimos de novios. Él iba a comprar pañuelos, medias, se llenó de pañuelos y de medias“, contó entre risas.
“Ellos tenían un colectivo que lo llevaba al regimiento y más de una vez perdían ese colectivito porque tanto él como varios se paraban afuera del cine a ver a las chicas cuando salíamos de los negocios”, comentó.

De esos años, Nury sostuvo: “Fue una linda época porque la gente se acoplaba mucho al Cine Carrera, no teníamos muchas diversiones en esos años, era ir a la confitería o salir al cine y pasar a comer a la confitería. También teníamos la Confitería Díaz en esos años y La Armonía“.
Sobre Peralvarez, Nury mencionó que “siempre nos hablaba muy bien del negocio donde él trabajó en Buenos Aires, después nos contaba que tenían una fábrica de medias. Era una bella persona, excelente, todos lo eran. Después trajo a su sobrino ‘Pepe’ desde España para trabajar acá y él siempre sacaba fotos de la tienda y de la inauguración (de la segunda locación de Tienda ‘La Central’ en Kirchner 1045), donde se hizo un brindis grande, no solamente para nosotros, sino también para el público”.
“Para nosotros era grandísima la última tienda en la que trabajamos, así que Patio era Hollywood para nosotros. Una maravilla“, destacó.
“Victoriano Peralvarez era una bella persona, excelente”.
En general, de esos años, manifestó: “Tengo muy buenos recuerdos”.
La exempleada reconoció que lamentó el cambio que se va producir en Patio Central. “En principio me cayó muy mal, me enteré más o menos hace dos meses, me sorprendió, me agarraba una nostalgia, una tristeza al pensar en el sacrificio de esa gente al venir desde España como pioneros, el sacrificio de esa señora, para qué esto ahora quede en la nada, pero después dije: ‘Si es para progreso, es para bien’“.
Cerrando, compartió: “Tengo la dicha de todavía seguir viendo gente que también fueron cadetes como Hugo Tourville, Raúl Muñoz. Tanto Juan Gallardo como Juancito Sutherland fallecieron, pero después tengo una compañera con la que trabajamos cuatro años, también fuimos al colegio juntas y nos seguimos viendo, imagínate la la amistad que salió de todo eso”.
“Todavía hay gente que suelo ver y con la que hablo a veces por Facebook, que también trabajó ahí”, cerró.
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