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La tarta de queso o cheesecake, como es conocida en todo el mundo, tiene origen en la Antigua Grecia unos 4 mil años atrás, pero es el país amante de las tartas y los pasteles, Estados Unidos, el que popularizó la receta y el gusto por este postre.
El cheesecake forma parte de casi cualquier menú de las confiterías argentinas. Desde la más económica hasta las más sofisticadas apuestan a este postre cuyo pico de ventas llega en el verano.
Entre tantas opciones frescas y “no pesadas” al estómago, el cheesecake sigue ganando comensales. Es que una vez que se aprende la receta básica del cheesecake, se puede prepararlo con frutos rojos, con frutilla, con mermeladas, hasta con las frutas cítricas queda bien.
Su base de queso no es invasiva al paladar y se combina a la perfección con muchas variantes. Las coberturas de chocolate blanco, negro, semiamargo, están entre las más populares. Y lo mejor: el cheesecake se puede preparar sin encender el horno. Eso sí, necesita tiempo en la heladera para tomar consistencia y quedar prolijo.
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Receta de cheesecake
Ingredientes
– 250 gr. de galletas de vainilla o chocolate molidas
– 130 gr. de manteca
– 2 cucharadas de azúcar
– 2 frascos de queso crema -elegir esa opción y evitar los queso blanco, queso procesado o a base de queso-
– 1 taza y 1/4 de leche condensada
– 1/4 de taza de jugo de limón -si es lima, mejor-
– ralladura de limón – si es lima, mejor-
– 1 cucharadita de té de extracto de vainilla
Preparación
1- Romper las galletas hasta que queden como polvo. Romperlas dentro de una bolsa, o procesarlas idealmente.
2- Derretir la manteca e incorporarla a las galletas. Lo mismo con el azúcar. Remover hasta que quede bien unido. Llevar esa preparación a un recipiente redondo, cuadrado o rectangular con profundidad y presionar con una cuchara formando una base sólida. Dejarlo 10 minutos en el congelador.
3- Para el relleno, batir el queso crema hasta que quede suave. Añadir la leche, el limón, la ralladura y el extracto de vainilla. Batir hasta que todo esté perfectamente mezclado.
4- Sacar la base de la heladera y colocar el relleno. Aplanar con una cuchara o cuchillo ancho. Llevarlo de nuevo al congelador, esta vez, por dos horas como mínimo.
5- Una vez pasadas las dos horas, se lo puede decorar con mermelada, chocolate y/o algunas frutas. Volver a enfriar y listo.
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