El origen del falafel es motivo de debate entre varios países: Egipto, Israel y Palestina, donde además es el plato nacional. Estas albóndigas hechas a base de garbanzos llevan milenios deleitando los paladares de Medio Oriente y en el presente se convirtieron en la comida callejera del momento. Motivos sobran: es delicioso, saludable, fácil de preparar y su receta es muy económica.
Nadie sabe con certeza el momento y el lugar del que proviene, una hipótesis dice que una variante del falafel se consumía en el Antiguo Egipto, aunque en ese entonces se cocinaba con habas y no eran fritos.
Algunos historiadores sostienen que el exquisito plato surgió la India, pero son versiones que carecen de evidencia concreta que pueda garantizar la “nacionalidad” de las albóndigas más longevas de la historia culinaria.
Lo cierto es que en Medio Oriente el falafel es conocido como un símbolo de amistad. La tradición indica que las bolitas fritas se comen con salsas hechas de yogur, tahín o hummus, se colocan en el centro de la mesa y se toman con las manos, como signo de familiaridad y de compartir. Ahora es posible hacer lo mismo en casa, con la siguiente receta original para degustar con los afectos.
Receta de falafel
Ingredientes:
(4 Personas)
– 500 grs. de garbanzos
– 3 cebollas picadas
– ½ taza de perejil fresco
– 1 cda de cilantro
– 2 dientes de ajo picados
– 1 taza de pan rallado
– 1 pizca de sal y pimienta
– 2 cdtas de comino molido
– aceite de oliva
Preparación
1- Dejar los garbanzos en remojo toda la noche. Al otro día lavar y escurrir.
2- Procesarlos junto con las cebollas, el ajo, el perejil, el cilantro y una taza de agua. Mezclar hasta conseguir una textura espesa.
3- Añadir la sal, el comino y la pimienta, mezclar y dejar reposar por 30 minutos.
4- Formar bolitas con la preparación (tamaño albóndiga) y aplastar un poco. Se le puede agregar pan rallado para dar firmeza.
5- Llevar a horno moderado en una fuente aceitada hasta que doren.
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