Todas las celebraciones y ritos hogareños de la vida judía transcurren en la mesa familiar. La riqueza gastronómica de este tipo de cocina es evidencia de la importancia cultural y social de las tradiciones religiosas.
La comida ha tenido un rol importante para el pueblo judío a lo largo de la historia. El Pésaj, el año nuevo y otras ocasiones festivas tienen normas que determinan lo que se puede comer y lo que no, los usos en la cocina y métodos de cocción.
En estas fechas se celebra la Pascua judía, una festividad distinta a la Semana Santa, en la que se conmemora la liberación del pueblo hebreo. Tiene una duración de una semana y comenzó el miércoles 5, con la salida de la primera estrella.
El rasgo más conocido de esta celebración es la prohibición de ingerir alimentos derivados de cereales fermentados, el pan entonces es reemplazo por matzá o pan ácimo, es decir, sin leudantes. El origen de esta prohibición remite al escape de los judíos al huir de Egipto. Debido a la falta de tiempo, no pudieron esperar a que leudara el pan y partieron así al largo viaje por el desierto.
El Pésaj incluye la limpieza de la casa para eliminar todos los alimentos con cereal fermentado. Incluso se utiliza un juego de vajilla especial. Las cenas de la primera y segunda noche, llamada Séder, son las más importantes. Si bien se pueden servir muchos platos, hay una serie de ingredientes que no pueden faltar: el vino, matzá, un vegetal, generalmente el apio, perejil o papa hervida, hierbas amargas, jaróset; un recipiente con agua salada, un hueso asado, un huevo hervido y una copa grande de vino.
Cada elemento tiene un motivo y significado para estar presentes. La matzá sirve para recordar el apuro con el que el pueblo judío debió salir de Egipto. Además simboliza la pobreza que pasaron durante la esclavitud. Las hierbas, en cambio, simbolizan la amargura que atravesó el pueblo judío cuando era esclavo. El agua salada recuerda las lágrimas por la desgracia, y el huevo el hueso rememoran la destrucción del templo. Por último, el vino para alegrar el corazón, simboliza el regocijo.
Leicaj
Ingredientes
– 6 huevos
– ½ taza de aceite
– 200 grs. de azúcar
– 3 cdas de miel
– 1 cda de ralladura de limón
– 1 cdta de esencia de vainilla
– 120 grs. de harina de matzá o común
– Nueces molidas
– 1 cda de azúcar impalpable
– 1 molde con tubo central
Preparación
1- En un recipiente procesar las yemas de los huevos con el aceite, la mitad del azúcar, miel, ralladura de limón y vainilla.
2- Batir las claras a nieve con el resto del azúcar hasta formar un merengue.
3- Agregar a la mezcla del paso 1 y añadir la harina. Unir todo con movimientos suaves y envolventes.
4- Sumar las nueces picadas, mezclar y verter en el molde previamente enharinado.
5- Hornear a fuego suave durante 50 minutos. Retirar y dejar enfriar.
6- Desmoldar y servir espolvoreado con azúcar impalpable.
Matza
Ingredientes
- 500 grs harina
- 1 taza agua
- 3 cucharadas aceite
- Sal a gusto
Preparación
- Poner primero los ingredientes secos, luego los húmedos y amasar hasta formar una masa.
- Puede hacerse dulce agregando una taza de azúcar
- Estirar rápidamente la masa, ya que luego de los 18 minutos de reposo, por los mismos componentes de la harina empieza a ledudar. Cortar los bordes sobrantes para darle la forma que queramos.
- Cuando esté estirado y con la ayuda de un tenedor, atravesar toda la superficie.
- Luego llevar a horno moderado sobre una placa previamente aceitada.
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