Muchos de los platos que se transformaron en tradicionales de la cocina argentina fueron heredados de diferentes regiones del mundo, tal es el caso del puchero, una preparación criolla que trascendió en el tiempo y aún forma parte de las comidas de cabecera en los hogares del país.
El puchero era considerado el plato de los inmigrantes durante la época colonial para luego convertirse en una preparación popular entre las personas de bajos recursos, gracias a su bajo costo. La principal característica de esta comida cocinada a la olla es que funciona como un “popurrí” de alimentos, de allí su versatilidad para adaptarse al bolsillo del comensal. Sin embargo, la receta clásica tiene sus propios ingredientes que pueden variar según el país en que se lo disfrute.
En Argentina, el puchero lleva carne, verduras, hortalizas y papas, entre otros. Mientras que en Perú, por ejemplo, incorpora duraznos y peras para obtener un sabor más dulzón. Los ingredientes pueden variar pero el resultado es siempre el mismo: un exquisito plato con historia que fusiona productos regionales y se comparte en familia.
Receta clásica de puchero
Ingredientes
– 1kg. de osobuco
– 1 chorizos de cerdo
– 1 chorizo colorado
– 2 choclos
– 1 cebolla
– 1 zanahoria
– 1 calabaza
– 2 papas
– 1 morrón
– 2 dientes de ajo
– 1 hoja de laurel
– 2 cebollitas de verdeo
– Sal fina
Paso a paso
1- En una olla bien grande colocar el osobuco y los chorizos, agregar una buena cantidad de agua y un puñadito de sal. Cocinar durante 1 hora y media a dos horas para que quede tierna. Chequear si hay que añadir más agua.
2- Mientras tanto, en otra cacerola con agua incorporar los choclos cortados, la cebolla, el morrón y el ajo picados. Pelar y cortar en cubos las papas, la zanahoria y la calabaza, luego incorporar a la cocción, junto con la hoja de laurel. Agregar sal y revolver de vez en cuando. Cocinar hasta que se ablanden.
3- Unir ambas preparaciones en una sola olla tapada e incorporar la cebolla de verdeo picada y agua, de ser necesario. Cocinar unos minutos más.
4- Servir bien caliente en cazuelas acompañado de un trozo de pan.
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