El miércoles por la tarde un vecino de Río Gallegos salió a correr por la costanera y al llegar a la zona del barrio Náutico sintió, una vez más, un fuerte olor. Cuando llegó al cruce con la Avenida Juan Manuel de Rosas, vio que del desagüe que vierte los residuos de un frigorífico de la zona salía un líquido con una gran concentración de sangre que dejaba una gran mancha en el estuario. Más allá, las aves comiendo de esos residuos. Detuvo su marcha, sacó una foto y escribió: “Se sigue contaminando a más no poder y el Estado siempre ausente”.

Dos días después el panorama en la ría no cambió mucho. El olor sigue siendo insoportable y las manchas de sangre en el agua se ven a simple vista. “Estos es bastante recurrente, nunca para”, afirmó este viernes Hipólito Alonso, un instructor de kayak del club náutico. “Acá se trabaja mucho y siempre estamos esquivando estos manchones que se notan a la distancia”, agregó.

El club náutico está ubicado justo en medio de dos efluentes de los desperdicios que dejan los frigoríficos Faimali y Montecarlo que deben realizar un tratamiento especial para no contaminar el agua y hacer que la población urbana que los rodea no sienta la actividad de la faena de animales.

El viernes por la mañana la sangre todavía se veía en el agua del estuario. FOTO: LEANDRO FRANCO / LA OPINIÓN AUSTRAL.

“Es bastante fuerte el olor, depende de para donde vaya el viento se siente más o menos”, sostuvo Alonso en declaraciones al móvil de Radio LU12 AM680 que estuvo este viernes en la costanera.

“Es el único recurso turístico que tenemos los habitantes de Río Gallegos como para poder disfrutar del estuario y está siempre en mal estado, la gente no se anima a participar de venir acá porque saben que tiran todo acá y es una pena porque es un lugar muy lindo con una biodiversidad muy linda y hay que cuidarlo”, expresó.

“La gente no se anima a practicar deportes en el agua por como está la ría”. FOTO: LEANDRO FRANCO / LA OPINIÓN AUSTRAL.

“Hay que cambiar este paradigma y empezar a cuidar lo nuestro, que son recursos invaluables y la única manera de hacerlo es tomar conciencia y que la gente se involucre”, agregó.

Alonso, aseguró que los días lindos hay chicos que se meten en el agua a refrescarse y que durante todo el año está lleno de pescadores: “Es un foco de contaminación, habría que cambiar esto para que sea un lugar más lindo”.

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