La historia de Juan David conmovió a quienes lo conocieron, pero también a quienes no llegaron a conocerlo. Es que durante los cuatro meses que vivió, dejó una huella en todo el personal del Hospital Regional y de la comunidad que siguió su caso minuto a minuto.

 

Fue un guerrero a quien le habían dado días o un mes de vida, pero él vivió cuatro meses. Sus papás buscan, de alguna manera, homenajear a quien les enseñó todo sobre el amor y la vida.

 

El hijo de Florencia nació con una patología compleja, un síndrome que aún se estudia en Buenos Aires porque no puede ser clasificado con otros síndromes.

 

 

Durante el embarazo, las ecografías resultaron normales, hasta que la última brindó un panorama de la situación.

 

“Fue sometido a dos cirugías. Tenían que hacerle muchas cirugías más y lo iban a derivar a Buenos Aires, pero por cuestiones de la vida, vivió cuatro meses que fueron muchos porque no le daban un mes de vida“, relató su mamá en diálogo con La Opinión Austral.

 

Juan David estuvo internado en Neonatología, en UTI Pediátrica y el último mes de vida tuvo internación domiciliaria, pero su cuadro se agravó. “Teníamos el corazón destruido, nunca lo vimos tan mal“, recordó Florencia. Todo sucedió muy rápido y el pequeño falleció. Sin embargo, los padres lo recuerdan con amor, ese que sólo conocen ellos.

 

“Hacemos todo esto con el corazón destruido porque se lo prometimos a Juan David. Hay muchos niños invisibles con distintas condiciones que la sociedad no sabe, viven encerrados en sus casas por las barreras sociales”, contó Florencia.

 

Sin embargo, ellos como padres rompieron esas barreras. “Salimos con nuestro bebé a todos lados, con el tubo de oxígeno y como fuera”, describió.

 

La vida de Juan David fue breve, pero dejó muchas enseñanzas para sus padres y para quienes lo recuerdan con cariño.

 

 

“Su cuerpito estaba muy cansado. Juan David nos estaba esperando para que lo despidiéramos”, describió Florencia en un emotivo relato.

 

El pequeño amaba las canciones de María Elena Walsh y, entre algunas canciones y caricias, Florencia y Jonathan le dijeron adiós.

 

Sus padres agradecieron a todo el personal del Hospital Regional, “desde médicos hasta los de limpieza, que estuvieron siempre acompañándonos y que amaban a Juan David”.

 

Para Florencia, el pequeño dejó enseñanzas imborrables y una huella en quienes lo conocieron. “Dejó en nosotros un dolor muy profundo, pero como papás, le damos gracias por habernos enseñado tanto en la vida, sobre todo a luchar por ella”, finalizó su mamá.

EN ESTA NOTA Juan David

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