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Las hijas del veterano de guerra Fernando Alturria realizaron un urgente pedido público: solicitaron a la comunidad una cadena de oración por la salud de su padre, quien se encuentra internado en estado crítico en la terapia intensiva del Hospital Regional de Río Gallegos.
“Usamos este medio para pedirles una cadena de oración para nuestro papá Fernando Alturria que se encuentra en estado crítico de salud”, expresaron Silvina y Carolina Alturria a través de sus redes sociales.

La publicación no tardó en viralizarse expandirse por la ciudad, la provincia y los excombatientes de todo el país que se preocuparon por quien es considerado una figura central en la comunidad malvinera de Santa Cruz.
En diálogo con La Opinión Austral, Carolina Alturria dio detalles sobre la crítica situación que atraviesa su padre. “Ayer (por el miércoles 23 de julio) cayó descompuesto en el hospital. Le hicieron análisis de todo y lo pasaron a terapia para darle un mejor soporte”, explicó.
La situación, lamentablemente, es irreversible. Según indicó Carolina, los médicos sospechan la presencia de un tumor maligno en etapa de metástasis. “Ya es una situación muy delicada… no hay más para hacer. Solo nos queda acompañarlo”, expresó con profunda tristeza.
El legado de Alturria, marcado por el valor, la memoria y el amor por su patria, seguirá inspirando a generaciones futuras. Hoy, quienes lo conocen y admiran, sólo piden lo mismo: acompañarlo espiritualmente, como él acompañó durante décadas la causa de todos.
Fernando Alturra, una vida marcada por el coraje y el compromiso
Fernando Alturria, quien cumplió 63 años el 1 de mayo pasado, es reconocido en todo Río Gallegos y la provincia de Santa Cruz por su activa labor en defensa de la memoria y la causa Malvinas. Combatió en la Guerra en 1982 como cabo del Regimiento de Infantería 12 de Mercedes, Corrientes, y participó en los intensos enfrentamientos de Pradera del Ganso, uno de los combates más duros del conflicto.
Desde entonces, dedicó su vida a mantener viva la llama del reclamo de soberanía y la memoria de sus compañeros caídos. Fue uno de los impulsores de la “malvinización” en la educación santacruceña y durante años presidió el Centro de Veteranos de Guerra “Soldado José Honorio Ortega”, con sede en la capital de Santa Cruz, hasta la asunción de Eduardo Chorrero.
“La Vigilia por Malvinas ya no es sólo de los veteranos, es del pueblo”
Fernando Alturria, veterano de Malvinas
El pasado 2 de abril, en una entrevista con este medio durante la tradicional vigilia en Río Gallegos, Alturria expresó su emoción por el acompañamiento del pueblo. “Me emociona ver tanto acompañamiento, llueva o caiga granizo… los vecinos siempre están. Ya no es algo sólo de los veteranos, sino del pueblo”, dijo con orgullo.

Aquellas palabras, que hoy resuenan con más fuerza que nunca, reflejan su profunda conexión con la comunidad y su incansable trabajo para mantener viva la causa. Ese compromiso no sólo lo convirtió en un referente de los veteranos, sino también en un símbolo de resistencia y memoria colectiva.
Una vida dedicada a Malvinas y a su gente
Nacido en Buenos Aires y radicado en Río Gallegos desde fines de los ‘80, Alturria ha sido pieza clave en la construcción del relato malvinero en el sur argentino. Bajo su liderazgo, el Centro de Veteranos se transformó en un espacio de encuentro, reflexión y lucha, donde se organizan talleres, actividades escolares, viajes a las islas y actos conmemorativos.
Alturria ha sido homenajeado en diversas oportunidades por autoridades provinciales, siendo reconocido formalmente como “Héroe de Malvinas” y referente nacional por su incansable labor. Sin embargo, su mayor orgullo siempre fue el afecto de su comunidad.
El emotivo último viaje a las islas y el reencuentro con su historia
En enero de este año, Fernando Alturria volvió a pisar el suelo de las Islas Malvinas en un viaje profundamente simbólico y emotivo. “Viajando a reencontrarme con aquel joven soldado de 19 años y a rendirle el justo homenaje a los mártires que son los centinelas eternos en nuestras islas Malvinas”, escribió antes de embarcarse.
Durante la travesía, visitó lugares claves de su historia en combate, como Pradera del Ganso, y rindió un sentido homenaje en el cementerio de Darwin, especialmente en la tumba del soldado José Honorio Ortega, el único santacruceño caído en la guerra. Fue recibido con afecto al regresar a Río Gallegos, un reflejo del enorme respeto que la comunidad siente por él.
No era su primera vez en las islas: en 2015 había viajado junto a estudiantes de la Escuela N°78 de Río Gallegos como parte del proyecto educativo “La vida de un héroe”, experiencia que fue registrada en el documental Un viaje a Malvinas.
Qué hizo Fernando Alturria en la guerra de Malvinas de 1982: un joven soldado frente al fuego enemigo
Fernando Alturria tenía apenas 19 años cuando fue convocado por el Ejército Argentino para participar del conflicto bélico en el Atlántico Sur. Era cabo del Regimiento de Infantería 12 de Mercedes, Corrientes, y formó parte activa del despliegue en la Isla Soledad, donde protagonizó uno de los episodios más cruentos de la Guerra de Malvinas: el combate en Pradera del Ganso (Goose Green), en el estrecho de Darwin.
Aquel 28 y 29 de mayo de 1982, Alturria y sus compañeros resistieron el avance de las fuerzas británicas en una batalla que duró más de 14 horas bajo intensos bombardeos de artillería y fuego cruzado. Fue una de las primeras ofensivas terrestres de los ingleses y significó un punto de inflexión en la guerra. Allí perdió la vida José Honorio Ortega, el único santacruceño caído en combate, a quien Alturria homenajeó décadas más tarde al frente del centro de veteranos que lleva su nombre.
Pradera del Ganso: un combate cuerpo a cuerpo
La batalla de Pradera del Ganso fue el primer gran enfrentamiento terrestre de la guerra. Las tropas argentinas, en su mayoría jóvenes conscriptos y suboficiales como Alturria, resistieron con valentía pese a la desventaja en equipamiento y logística. En condiciones climáticas adversas y con un terreno abierto que favorecía el avance enemigo, Alturria actuó como parte de una de las compañías encargadas de sostener posiciones clave en el frente sur.
En entrevistas posteriores, el veterano recordó haber pasado más de 12 horas en trincheras bajo fuego incesante, viendo caer a compañeros y enfrentando el miedo con coraje. Su participación fue reconocida por sus superiores y, años más tarde, por la comunidad de Río Gallegos, donde se radicó tras el conflicto.
“Que Malvinas nos una”
Una de las frases que más repitió en sus discursos es también hoy una súplica para quienes lo quieren y admiran: “Malvinas nos une”. En ese espíritu, sus hijas convocan a todos a unirse en una oración colectiva, sin banderas partidarias, en honor a quien entregó su juventud por la patria y su vida al servicio de la memoria.
Fernando Alturria, el soldado, el vecino, el padre, el referente, atraviesa su batalla más dura. Y no está solo.
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