Denunciaron públicamente a Miriam Cueto, coordinadora del Consejo de Discapacidad en Fernández Oro, provincia de Río Negro, por haberle dicho al profesor Miguel Acuña: “a este sordo de mierda no se le entiende nada”, durante una reunión vía zoom.

La funcionaria quedó expuesta ante todos los participantes; ante esta situación la hermana del tallerista hizo su descargo en las redes sociales para que el hecho se hiciera público.

Miguel Acuña. La comunidad no tardó en solidarizarse.”No se da una idea la rabia e impotencia que sentí. Repudio todo acto de violencia, pero más hacia las personas con discapacidad. Mi hermano es una persona con unos valores enormes, y hace su trabajo, que es ayudar a sordos con un amor que ni se imaginan. Es alguien verdaderamente admirable y que venga esta persona .la coordinadora- a tratarlo así me duele el corazón”, expresó la mujer en su cuenta de Facebook.

La Fundación Sordos Comahue se solidarizó con la situación del compañero que impartía la capacitación de LSA como instructor asignado, el pasado sábado.

“Desde nuestro lugar no vamos permitir ningún acto ofensivo, de maltrato, insulto o falta de respeto, hacia ninguna persona, sea oyente, sea sordo, tenga o no discapacidad. Todos merecemos respeto”, expresó en un comunicado.

Agregó que, a partir de lo sucedido, implementarán en las capacitaciones para todos los alumnos del talles “consejos para un trato adecuado hacia las personas con discapacidad”.

El sitio de noticias Enterar Enterar Alto Valle se hizo eco del hecho y cuestionó que no hubiese aún un pedido de disculpas o un comunicado por parte del Consejo de Discapacidad tras lo sucedido con el micrófono abierto.

La secretaria de Desarrollo Humano, Norma Villaroel, y el concejal Gustavo Amati, ambos de la Municipalidad de Fernández Oro, solicitaron la renuncia de la funcionaria.

En tanto, la Secretaria de Desarrollo Humano, Norma Villarroel y el Vicepresidente del Concejo Deliberante, Gustavo Amati pidieron al Consejo Local de Discapacidad la remoción del cargo directivo de Miriam Cueto.

Fuente: La Mañana de Neuquén.

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