Es uno de mis arbustos preferidos por su adaptación, capacidad de expansión, estética y tolerancia al frío extremo. Un arbusto puede superar los dos metros de altura aunque también puede podarse. ¡Ojo! porque puede ser invasiva, es decir que se propaga con velocidad, debilitando o asfixiando otras especies alrededor. Es por eso que se aconseja dejarla crecer en un lugar amplio a cierta distancia de otras plantas. Hay que ser cauto al momento de elegirle un lugar. Igualmente es maravillosa, eterna y generosa, en flores y frutos. El otoño transforma las matas repletas de frutos en globos anaranjados, que si no se cosechan, son alimento para las aves durante el invierno.
El nombre científico (ese que pocas veces recordamos) es rosa moschata, rosa eglanteria, rosa rubginosa y Rosa canina, familia rosaceae. El origen se remonta a Europa del Este (Polonia, Balcanes, Hungría y el Cáucaso) y su distribución geográfica comprende toda Europa, oeste de Asia y norte de África. En América fue introducida durante la conquista y actualmente la vemos especialmente en las provincias de Neuquén, Rio Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Es un arbusto-un rosal silvestre-de hasta dos metros de altura con una raíz pivotante de uno a metro y medio de profundidad, de cuya masa radical superficial se desarrollan retoños. En sus tallos (son verde claro y colgantes) posee espinas curvadas que se adhieren fácilmente a la piel si manipulamos sin cuidado o protección la planta. Las hojas son de margen dentado y sus numerosas flores son solitarias o están agrupadas en puñados de hasta cuatro flores, de color rosado o blanco. El fruto envuelve cantidad de semillas.
La infusión de rosa mosqueta se hace secando y mezclando tanto los frutos, como las flores y las semillas de la rosa mosqueta. El té tiene efecto antigripal, antiinfeccioso, analgésico y diurético y se usa en caso de daños renales y cálculos renales, reumatismo, hidropesía, gota, como laxante suave, digestivo y astringente. El té también aporta vitamina C. Esta infusión de rosa mosqueta se hace mezclando tanto los frutos secos, como las flores (optativo) y las semillas de la rosa mosqueta.
El aceite de los aquenios es usado como regenerador y cicatrizante de tejidos, por lo cual se aplica sobre llagas, grietas de la piel, quemaduras e inflamaciones y en lavados bucales.
En la industria alimenticia se emplea el fruto para la elaboración de mermeladas, sopas, vinos, vinagres, bebidas y otros.
El cultivo se desarrolla en suelos delgados, pobres, con un mínimo de 25 a 30 cm. de profundidad, pedregosos, permeables. El arbusto de rosa mosqueta soporta exceso de humedad en el invierno y no tolera una napa freática alta en primavera, sobre todo a partir de noviembre. Un exceso de humedad relativa es perjudicial para la producción y calidad del fruto, mientras que la falta de luz incide sobre el número de flores. Tolera bastante bien la sequía aunque es conveniente regarla periódicamente para mantenerla en óptimo estado. Heladas en noviembre dañan a las flores, sin embargo si se daña la yema central, las laterales también brotan y pueden producir flores y frutos.
Es de fácil propagación, por semillas, observaremos que debajo del arbusto germinan algunas semillas, formando una pequeña planta que conviene llevar a otro sitio o bien en una maseta para cuidar su crecimiento hasta decidir dónde ubicarla. En esta época es común encontrar varios de estos plantines debajo de las viejas matas.
En suelos delgados, la raíz pivotante se extiende en forma horizontal y puede formar brotes a partir de yemas adventicias. El mejor recurso de multiplicación es mediante esas brotes que forman estacas de raíz, que son aquellos tallos que crecen a escasa distancia de la planta madre que aún lo alimenta, pero que además tienen raíces propias. En este caso conviene durante el otoño (una vez despojada de sus hojas) o bien en el inicio de la primavera, recién trasplantarse, llevando ese tallo con parte de raíz, lo que garantizará que prenda en otro sitio sin inconvenientes. Este trasplante puede ser con el pan de tierra o bien a raíz desnuda.
Es por eso que la manera más simple de propagar la rosa mosqueta es mediante esas estacas o por división de raíces. Un buen mes es agosto, pudiendo extenderse la plantación hasta octubre o noviembre. Debe hacerse un pozo de unos 40 cm. de profundidad, quitar piedras y greda, completando, luego de colocada la planta, con tierra negra suelta y abono natural de ser posible (estiércol de cerdo (reposado), caballo, vacuno u ovino).
Me han regalado antiguas matas de rosa mosqueta de patios donde edificarían, trasplantándolas y dividiéndolas en varias nuevas plantas con raíz que prendieron exitosamente. Incluso puede utilizarse a modo de cerco-ligustro.
Es recomendable controlar las malezas, los yuyos, que no invadan alrededor para que la planta respire y absorba la humedad de la lluvia o bien del riego artificial.
Una buena técnica para hacer la jalea
Esta es la época de cosecha de la rosa mosqueta para secar frutos y hacer té o bien para la jalea, que es un verdadero néctar. La técnica original para colar la rosa mosqueta cocinada es el cedazo (una tela, ideal la camisa del cordero que colocan en el frigorífico) que permite envolver toda la mezcla que fue hervida, colarla y así obtener el jugo de la fruta para luego volver a cocinarla con azúcar y conseguir la tan deseada jalea. Esto es azaroso porque el cedazo, que dejamos colgando toda la noche para que decante el jugo, ofrece poca sustancia. Es por eso que vamos a compartir la técnica de Graciela Mayán y Rafael Decarre, que generosamente nos la dan a conocer.
JALEA DE ROSA MOSQUETA CASERA, PASADA POR JUGUERA CENTRIFUGADORA
CON TIJERA QUITAR CABO Y PELUSA DE LOS EXTREMOS DE CADA FRUTO RECOLECTADO, LAVARLOS BIEN. MIENTRAS SE VA PASANDO POR LA CENTRIFUGARORA SE NOTARA POCO JUGO POR LO QUE SE RECOMIENDA IR AGREGANDO POCA AGUA.
RETIRAR SEMILLAS Y PULPA DE LA CENTRIFUGADORA , RESERVAR.
CONTINUAR EL MISMO PROCESO CON LA CANTIDAD DEL FRUTO RECOLECTADO.
UNA VEZ OBTENIDO EL TOTAL DE JUGO, EN UNA CACEROLA AGREGAR UN KILO AZÚCAR POR KILO DE JUGO, MACERAR. SE PUEDE DEJAR DE UN DÍA PARA OTRO.
LAS SEMILLAS Y PULPA RESERVADA, LAS COLOCAMOS EN UN LIENZO Y ATAMOS BIEN E INTRODUCIMOS JUNTO CON EL JUGO QUE SE VA A HERVIR. ESO LE DARA LA PECTINA, LA CONSISTENCIA.
COCINAR A FUEGO LENTO REVOLVIENDO CONSTANTEMENTE, MANTENIENDO EL HERVOR, HASTA CONSEGUIR UN PUNTO ESPESO: SE COLOCA UNA CUCHARADITA DE JALEA EN UN PLATO, SE DEJA ENFRIAR Y PROBAR EL ESPESOR NECESARIO PARA UNTAR, NO DEBE QUEDAR MUY LÍQUIDO.
SUERTE , DISFRUTELO
GRACIELA-RAFAEL. PACIENCIA , TODO EL PROCESO LLEVA TIEMPO….
En medicina y cosmética
La rosa mosqueta se ha hecho famosa por el aceite que se extrae de sus semillas a través de una presión en frío. El contenido en ácidos grasos esenciales es muy elevado destacando los ácidos linolénico, linoleico y oleico, también está presente el retinol (vitamina A), vitamina C, betacarotenos, flavonoides, taninos. Tiene una acción regeneradora porque estimula la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, responsables de la firmeza y la elasticidad de la piel.
Antienvejecimiento: sus propiedades antioxidantes neutralizan los efectos negativos de los radicales libres, evitando la destrucción celular y por consiguiente el envejecimiento prematuro de la piel.
Acelera la cicatrización: ideal para acelerar la cicatrización de las heridas. Se recomienda usarlo nada más sane la herida, aunque también es efectivo en cicatrices más antiguas. Disminuye el engrosamiento de la piel y devuelve elasticidad. También indicado para marcas producidas por acné.
Previene y atenúa las estrías: está comprobado que la rosa mosqueta previene y reduce las estrías sobre todo las más recientes. En las estrías más antiguas es capaz de hacerlas menos visibles devolviendo el color natural de la piel.
Elimina las manchas de la piel: atenúa las manchas solares y/o de pigmentación y favorece la uniformidad del tono. También es efectiva en la hiperpigmentación de algunas cicatrices consiguiendo reducirlas y disimularlas.
Cuida del cabello y del cuero cabelludo: masajear el cuero cabelludo con rosa mosqueta ayuda a combatir problemas de caspa, eczemas o psoriasis además de aportar una dosis de nutrientes para que el pelo esté más fuerte y brillante.
Mejora la circulación sanguínea: el aceite es capaz de acelerar y regular el ritmo de miscrovasculización. En infusión, la rosa mosqueta disminuye la tensión arterial mejorando el sistema circulatorio.
Efecto antiinflamatorio: disminuye la hinchazón y la congestión de la zona donde se aplica. Es un buen remdio si sufres de artritis.
Diurético: la infusión de rosa mosqueta ayuda a nuestro cuerpo a estar más depurado.
Favorece la digestión: combate la pesadez y la acidez de estómago. Posee suave efecto laxante que acelera las digestiones lentas normalizando el tránsito intestinal.
Ayuda a combatir la gripe y los resfriados: su alto contenido en vitamina C ayuda acombatir los síntomas de la gripe y resfriados.
Reconstituyente y revitalizante: ayuda a combatir la fatiga y el cansancio ya que proporciona a las células energía metabólica para que puedan llevar a cabo sus funciones.
Protege de los daños solares: la rosa mosqueta revitaliza la piel después de exponerla al sol. Previene y corrige el fotoenvejecimiento y los problemas cutáneos. Eso sí, no debe utilizase como protector solar.
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