La memoria es una de las funciones psíquicas básicas, junto a la atención y a la orientación. Todas ellas aportan a las funciones psíquicas superiores (sensopercepción, pensamiento, juicio) para, juntas, elaborar el acto consciente. Nada en la psiquis y el comportamiento humano está desprendido de la memoria.

La memoria es el proceso de almacenar información proveniente de diversas fuentes, internas y/o externas a nosotros, para utilizarla cuando es necesario.
De modo sencillo, podríamos decir que existen 3 instancias dentro del proceso de la memoria: la codificación, procedimiento por el cual se transforma la información captada con el fin de ser almacenada. Esa codificación es relacionar la nueva información con las emociones, los recuerdos, las imágenes; la segunda instancia de la memoria es el almacenamiento en sí, procedimiento de guardar la información codificada, y la tercera instancia es la recuperación de la información guardada según se va necesitando.
De acuerdo al tipo de información a almacenar, se utilizan distintas memorias. La memoria sensorial, de escasa duración, almacena información relacionada a los sentidos; dura segundos. La memoria de corto plazo almacena la información sensorial que impacta en la consciencia, por ejemplo, el hablar con otra persona. Esta memoria es de mayor capacidad de almacenamiento y duración; para el trabajo utilizamos un tipo de esta memoria, es la que se conoce como memoria de trabajo; esta funciona almacenando por corto tiempo información necesaria del momento que luego se desecha, dejando espacio libre para nueva información. Finalmente, la memoria a largo plazo es relativamente permanente, de capacidad ilimitada. Dentro de ella, la memoria declarativa es la encargada de almacenar datos de la vida diaria; la memoria semántica es parte de esta última y trabaja para palabras y conceptos; asimismo la memoria episódica, que almacena acontecimientos y situaciones.
Como vemos, todo lo importante y trascendente queda alojado en la memoria, ligado a cada sentido que le dio origen, constituyendo junto al proceso del recuerdo la historia individual y colectiva.

24 de marzo – Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia
Recordar tiene, entre muchas, la función de no repetir historias. Y para recordar es necesario recurrir a la memoria.
Memoria. Nunca Más, nos dijimos los argentinos en 1983 al momento de concluir una de las épocas más nefastas de nuestra historia.
24 de marzo de 1976. Recordar. Derrocamiento de un gobierno democrático. Junta militar. El país sitiado. Violencia de Estado, desaparición de compatriotas y extranjeros (30.000 personas apropiación de niños, persecución, muerte. Plan Cóndor, el mismo destino en otros países latinoamericanos. Todo está guardado en la memoria. Recordar Para No Repetir.
Junio de 1978? el mundial de futbol, sede Argentina, ocultaba la tragedia colectiva. Todo está guardado en la memoria. Recordar Para No Repetir.
Junio de 2018? 40 años después, otro mundial de fútbol amenaza con el ocultamiento de las penurias cotidianas. Todo está guardado en la memoria. Recordar Para No Repetir.

Todo está guardado en la memoria? refugio de la vida y de la historia
La memoria despierta para herir
A los pueblos dormidos
Que no la dejan vivir
Libre como el viento
(León Gieco)

Dra. Claudia Villafañe
Médica psiquiatra
Equipo de Coordinación G.I.A. ? H.R.R.G.

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