Desde la División Veterinaria de la Dirección de Salud Pública y Bienestar de la Municipalidad, área que depende de la Secretaría de Desarrollo Humano de Río Gallegos, calculan que cerrarán la gestión con un total de 15.200 esterilizaciones quirúrgicas gratuitas, realizadas a mascotas de la comunidad.
Recorriendo los barrios con el quirófano móvil y con su
sala fija, acondicionada para realizar operaciones quirúrgicas, ubicada
en el Corralón N° 2, el Dr. Guillermo Basualto, director general de Salud
Pública y Bienestar de la Municipalidad, contó a La Opinión Austral cómo fue la labor gracias a la cual llegaron a reunir
esas estadísticas.
“El nuestro es un trabajo diario, nosotros tenemos dos
puestos de castración, uno de ellos es fijo y está ubicado en el Corralón
Municipal N° 2, y el otro es el quirófano móvil”, explicó el médico veterinario,
“este año tuvimos unos meses con el quirófano fijo sin trabajar, por un
problema de gas a nivel general del Corralón, la Municipalidad tuvo que hacer
toda la instalación nueva y, mientras tanto, fueron tres o cuatro meses que no
pudimos castrar ahí, pero lo continuamos haciendo en el móvil”.
Con respecto a la tarea itinerante que realizan
recorriendo la ciudad, el Dr. Basualto contó: “el trabajo que se hace con el
quirófano móvil es una labor en conjunto con las juntas vecinales, ellos se
encargan de dar los turnos y nosotros, con nuestro equipo de trabajo, hacemos
las cirugías”, y orgulloso afirmó: “este es el segundo año que recorremos
prácticamente toda la ciudad operando en cada uno de los barrios”.
Desde que comenzó la gestión, allá por el año 2016, se
castró una importante cantidad de perros y gatos, “en nuestro primer año
hicimos 600 cirugías, en el 2017 hicimos 3.600 y el año pasado hicimos 5.000
cirugías” detalló el profesional, y adelantó: “la proyección para cerrar el
2019 que nos habíamos puesto era con una vara bastante alta, entre 7.000 y 8.000
cirugías, pero con los meses que estuvimos sin poder operar en el quirófano
fijo esa estadística va a bajar, aún así vamos a llegar con seguridad a las 6.000
este año”.
El personal de la División Veterinaria, que lleva
adelante esta responsabilidad directamente relacionada con la salud pública, está
conformado por cuatro veterinarios profesionales, cuatro ayudantes, dos administrativos
y tres personas en la parte de maestranza, “cuando estamos trabajando en los
dos quirófanos simultáneamente dividimos mitad del grupo operando en el fijo y la
otra en el móvil”, aclaró el director de Salud Pública y Bienestar.
Pero además de las castraciones, desde la cartera se
brindan otros servicios como el tratamiento contra la sarna, vacunación
antirrábica y desparasitación, “con éstas últimas dos estamos siempre un poco
supeditados al envío de esos insumos, que los envía Nación a Epidemiología de
Provincia y ellos los distribuyen a los diferentes municipios. Las
desparasitaciones son más que nada preventivas y para evitar zoonosis, que son
las enfermedades que se transmiten a las personas, como por ejemplo la
hidatidosis”.
Por último, el Dr. Basualto habló de la importancia que
tiene el compromiso de la comunidad con este trabajo, ya que hay mucha
inasistencia de vecinos y vecinas que piden turnos y después no asisten con sus
mascotas, “tenemos veces que la gente falta mucho, siempre se toma como
estadística que habitualmente hay un 20% de deserción a los turnos, aunque en
algunos casos la deserción es aún mayor por diferentes factores”.
Si bien tratan de compensar esos porcentajes de
inasistencia brindando turnos de más, en algunas oportunidades los casos son
extremos y las ausencias son mayores a lo esperado, como ocurrió la semana
pasada en el Barrio San Benito, donde tuvieron una jornada con un total de deserción
de casi el 60%, pero al respecto el profesional explicó: “cuando empezamos la gestión
la inasistencia era bastante importante, después fue mermando y ahora es
bastante menor, salvo estas excepciones”.
Los requisitos que hay que tener en cuenta a la hora de llevar
a castrar a las mascotas son: “doce horas de ayuno sólido y líquido, ir con una
mantita para el postquirúrgico, si son gatos lo ideal es que lo traigan en una
caja, en un bolso o en algo cerrado, porque cuando sale de su entorno se asusta
mucho y se puede escapar”, aconsejó el médico veterinario, “una vez que salen
de la cirugía la espera es aproximadamente de 40 minutos, que es lo que demora
el animal en reaccionar después de la anestesia, y ahí se los entregamos”.
A partir del próximo lunes 28 y hasta el 2 de noviembre
estarán con el quirófano móvil en el Barrio 499. Quienes deseen pedir turnos
pueden comunicarse con la referente de caninos de la junta vecinal, Marcela
Carrillo, enviándole un mensaje a través de Facebook.
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