Tomás Liendro nació en 28 de Noviembre hace 24 años. Fue al Jardín de Infantes N° 21 y cursó la primaria en la EGB N° 68 de Río Turbio. Cuando tenía 12 años su familia se mudó a Villa Carlos Paz, Córdoba, allí completó sus estudios secundarios.

 

 

A los 18 años inició sus estudios universitarios en la UNCUYO de Mendoza y dos años más tarde fue becado para estudiar Ingeniería Mecánica en el Instituto Balseiro en San Carlos de Bariloche, donde se recibió en 2020. Actualmente vive en Bariloche e integra Spacebee, el equipo que creó a “Rovertito”, un rover de exploración lunar.

Tomás Liendro es Ingeniero Mecánico y actualmente está realiando una maestría en el Instituto Balseiro. FOTO: GENTILEZA T.L.

“El proyecto comenzó en octubre del año pasado mientras hablábamos con mi novia (Sol Maldonado) y un amigo (Thomas Coronel) de la segunda edición del programa Open Space que se había lanzado. Se trata de un programa que cuenta con distintos desafíos relacionados con la industria espacial”, cuenta a La Opinión Austral.

 

Queremos demostrar que llegar al espacio es posible

 

“Open Space cuenta con la colaboración de muchas empresas y busca abrir las puertas al acceso al espacio exterior incentivando a los jóvenes a formar parte de la revolución espacial que hoy en día vivimos a nivel global”, expone.

 

 

En este sentido, explica que “la tecnología espacial en general se piensa que es inaccesible y que se limita a aquellos países desarrollados, pero a través de este proyecto queremos demostrar que llegar al espacio es posible. Queremos impulsar al país y la región hacia estas tecnologías”.

 

 

Actualmente Tomás está trabajando en Skyloom Global, una empresa aeroespacial que desarrolla módulos de comunicaciones ópticas para satélites, radicada en California (Estados Unidos), y está haciendo una Maestría en Ingeniería en el Instituto Balseiro.

Thomas Coronel, Tomás Liendro y Sol Maldonado, junto a “Rovertito”. FOTO: GENTILEZA T.L.

 

“En el equipo hay tres personas más que están trabajando en la industria aeroespacial como ingenieros o ingenieras. El interés por participar en el proyecto surgió en parte por eso y también porque nos apasiona la robótica y este proyecto los combina”, señala.

 

El rover “Rovertito”. FOTO: GENTILEZA T.L.

 

¿Quién es “Rovertito”?

El equipo Spacebeetech (@spacebeetech en Instagram) eligió inscribirse en el desafío Moon Rover, que consiste en diseñar un rover lunar de menos de 2 kg para que opere en la Luna.

 

 

Al respecto, el joven ingeniero detalla que “la idea es desarrollar un rover Open source (de código libre) dedicado a la caracterización de la Luna in situ. Todo esto viene de la mano con las misiones que se planean para los próximos dos años que buscan poner una base humana permanente en la Luna”.

 

 

En cuanto al nombre del rover, comenta que es “un juego de palabras entre Rover que significa. “Robot que se desplaza” y “Tito” para darle un argentinismo”.

 

Inspiraciones

Con respecto a cómo llegó a interesarse por la ingeniería, sostiene que la motivación surgió en su familia. “Mis padres, Cristóbal y Estela, fueron la fuente de inspiración más grande. Siempre estaba cerca de mi papá mientras armaba cosas y me apasionaba la idea de poder llevar a la práctica y construir las cosas que uno se imagina. Mi mamá nos acompañó en cada nuevo paso que dábamos y en cada ‘salto’ que fue lo que me llevó tener el valor para afrontar nuevos desafíos”, recuerda.

 

 

Nos volvió locos combinar el espacio y la robótica para hacer un proyecto tiene todas las chances de llegar a la Luna

 

En cuanto a la educación, recuerda especialmente a su profesor de 4to grado de la primaria N° 68 de Río Turbio, Daniel Campos. “Él me acompañó en las olimpiadas de matemática, siempre me parecieron  una maravilla por la manera en la que te llevan a pensar e imaginar ideas ‘fuera de la caja’.”

 

El equipo de Spacebee. FOTO: GENTILEZA T.L.

Sin embargo, la industria aeroespacial, dice, es un interés más reciente. “Semanas después de recibirme comencé a trabajar en Skyloom, una compañía que se dedica a desarrollar módulos de comunicaciones ópticas para satélites en la cual trabajo hace un año. Aprendí muchísimo en la empresa y en 2020 tuve la oportunidad de ir a visitar y trabajar en los laboratorios en California, Estados Unidos. La idea de comenzar con el proyecto del rover viene de la mano de que los tres (junto a Sol y Thomas) estamos trabajando en industrias aeroespaciales y nos volvió locos combinar el espacio y la robótica para hacer un proyecto que hoy en día tiene todas las chances de llegar a la Luna”.

 

De aquí y de allá

El proyecto es llevado adelante por una veintena de profesionales y estudiantes de diferentes puntos del país. Además, recientemente se sumó un nuevo integrante desde Cuba. “En el equipo hay ingenieros e ingenieras de distintas áreas, geólogos, diseñadores industriales y diseñadores gráficos”, detalla.

 

Todos trabajamos o estudiamos y nos adaptamos al proyecto según la disponibilidad de tiempo que nos queda

 

El rol de Tomás junto con Sol es el de Project Manager. Además está involucrado en el diseño mecánico y construcción del prototipo. Sobre las tareas como Project Manager explica que “consiste en organizar las reuniones, de presentar el proyecto frente a los jurados y mentores y de trazar la hoja de ruta del proyecto, definiendo estrategias y objetivos de alto nivel y manejando los tiempos”.

Tomás Liendro, Sol Maldonado, Pedro Querejeta y Franco Sosa, en pleno trabajo. FOTO: GENTILEZA T.L.

Semanalmente todo el equipo mantiene una reunión en modalidad virtual y se ponen en común las novedades del proyecto.

 

 

“Después, durante la semana mantenemos el contacto trabajando por subsistemas en la medida que sea necesario. Todos trabajamos o estudiamos y nos adaptamos al proyecto según la disponibilidad de tiempo que nos queda”, señala.

 

El sueño

La creación del rover ha representado un gran desafío y al respecto, apunta que es aún mayor ya que “trabajamos no solo desde lo ingenieril sino también de coordinación de personas que nos encontramos geográficamente dispersos por Argentina y Francia. El programa cuenta con una serie de sesiones de mentoreo dada por empresarios e investigadores de empresas y organismos muy importantes como INVAP, Satellogic, Skyloom, NASA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)“.

 

 

 

Tras varios meses de trabajo, lograron superar etapas y llegar a la final. El proyecto ganador se conocerá a principios de agosto. “Luego de que se conozca quién es el ganador, hay posibilidades de seguir adelante con la idea de formar una Startup y lograr que “Rovertito” llegue a la Luna, para eso, se planteó la posibilidad de realizar rondas de inversión para desarrollar un prototipo de vuelo sobre el que se realicen pruebas que simulen las condiciones de la Luna en laboratorios en Luxemburgo o Estados Unidos, y en función de la evolución del equipo es que se van a ir dando todas esas oportunidades”.

 

 

Cerrando, sobre las expectativas del equipo, el joven ingeniero manifestó: “Creemos que tenemos muchas posibilidades de tener un buen resultado en el concurso, pero más allá de eso, el desarrollo ingenieril que logramos en tan poco tiempo indica que el equipo que se conformó es muy sólido. Tenemos muchas ganas de llevar este rover a la Luna y los medios existen. Más allá del resultado del concurso todos nos llevamos una increíble experiencia y nuevos amigos o colegas”.

 

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