Siendo gobernador, Néstor Kirchner continuó recorriendo los barrios. La nevada del ‘95 fue un hito durante su gestión y, según indicaron sus compañeros, “su trabajo en esa época lo pintó completo en su forma de ser”. Un repaso de cómo pasó esos días y el mes de gestiones posterior.

 

Ciurca, ¡Ciurcaaaaa!, ¿podés venir a dar una mano?”, dijo un joven Néstor a un compañero mientras la nieve caía en la Río Gallegos del ‘95. “Lupo” se refería a Julio Ciurca, uno de los que estuvieron junto a él desde la primera hora, cuando comenzó con su carrera política.

 

Esa gélida mañana del 27 de julio, hace ya más de 25 años, él y varios compañeros comenzaron a visitar los barrios de nuestra ciudad capital.

 

Julio Ciurca acompañó a Néstor Kirchner en sus inicios en la política. FOTO: JULIO CIURCA

 

La temperatura era bajo cero y Néstor, como siempre, se había levantado a las 6 de la mañana. Apenas vio por la ventana, empezó a convocar a los más cercanos para comenzar las gestiones y atender a los vecinos. La nieve en algunos lugares llegó al metro y medio de altura y los funcionarios -al igual que el resto- no podían salir de sus casas.

 

“Yo por suerte vivía a dos cuadras de Casa de Gobierno, así que me vi obligado a trabajar”, dijo en un tono jocoso Julio a La Opinión Austral, hoy desde Villa La Angostura. “Éramos cuatro o cinco nomás, no más que eso, los que estábamos con Néstor”, agregó.

 

FOTO ARCHIVO LA OPINIÓN AUSTRAL

Cerca de las 8, ya estaba el grupo listo en Casa de Gobierno. “Lupo”, con su campera Cacique y los borceguíes, analizó la situación y preguntó: “Vamos, vamos, vamos, ¿por dónde empezamos? Primero el Carmen y después el Fátima, ¿no?”, a lo que los compañeros asintieron y se subieron a la camioneta.

 

Néstor, junto a un grupo de funcionarios, fue hasta el barrio que vio nacer a la Unidad Básica Muchachos Peronistas.

 

Mamita, qué heavy va a estar esto”, dijo Ciurca mientras Néstor -que viajaba en la camioneta de adelante- sólo miraba por la ventana de la camioneta, quizás pensando en lo más urgente que necesitaban los vecinos.

 

Julio Ciurca, junto a Rudy Ulloa (izquierda) y Miguel Ramirez (derecha). FOTO: JULIO CIURCA

Eran las 9 de la mañana y el primer destino era el barrio Del Carmen. Ahí los nenes jugaban tirándose bolas de nieve y Néstor -con la misma soltura de siempre, saliéndose del protocolo- se puso a jugar con ellos como uno más.

La nevada lo pintó de cuerpo entero como era

Era un chiquilín más con los nenes, pero ese día estuvo con ellos para desdramatizar la situación, para que ellos no se preocuparan”, aseguró Ciurca, quien también ama la nieve y vivió muchos años en El Calafate, donde llegó a estar a cargo de la delegación de Parques Nacionales y, allá por el ‘95, fue secretario interno de Defensa y Frontera.

 

El video grabado por LU85 Canal 9, hoy ya es un registro histórico. Mientras Néstor atendía a los vecinos, dialogó con el canal y dijo: “Los chicos que disfruten de la nieve, pero me preocupa seriamente toda la periferia de la ciudad, porque los desniveles pueden poner en problemas a la gente y tenemos que estar atrás para que la gente sufra lo menos posible”.

 

Las imágenes fueron inéditas para el resto de Argentina. En su momento sólo las habían visto algunos santacruceños que justo sintonizaron el canal provincial, pero volvieron a salir a la luz una vez que se estrenó “Néstor Kirchner, la película completa”, dirigida por Paula de Luque, en 2012.

 

La primera vez que Cristina Kirchner vio la película, remarcó el fragmento del video de la nevada del ‘95 como “monumental”, “Néstor se enterró en la nieve y en un momento se para un auto y él con un grupo de gente se ponen a empujarlo. Él era gobernador y no porque un gobernador no pueda empujar un auto, pero no vi a muchos gobernadores haciendo algo similar”, dijo tras el estreno.

 

El trabajo de ese día no terminó con el video en el que se ve a Néstor -como conductor nato- dando directivas a los funcionarios. Luego del barrio Fátima, se acercó hasta el Belgrano y ya por la tarde, retornó a Casa de Gobierno para seguir trabajando.

Era un chiquilín más con los nenes, estuvo con ellos para desdramatizar

“No paraba, nos pedía informes de cómo estaba Calafate, de cómo estaba Turbio, que por esos días estaba peor que Gallegos”, recuerda hoy Ciurca, quien agregó: “Siempre estaba un paso adelante, siempre estaba activo, estaba un paso delante de todos. La nevada lo pintó de cuerpo entero de cómo era: una situación inesperada y él, en vez de mandar a la gente, fue el primero en levantarse, el primero en ir a juntar gente y salir él mismo a ver cómo estaba el ciudadano común, era una máquina de hacer hechos políticos positivos para la gente”.

 

El problema de la nevada no sólo fue un día y no afectó únicamente a Río Gallegos, Néstor gobernaba la provincia y fue un mes de labores, planificación, que tenía con jornadas que empezaban a las 6 de la mañana y terminaban cerca de las 11 de la noche.

 

Jorge, llamá al comandante y decile que nos den una mano”; “Julio, llamalo al director de Vialidad Provincial que anda por acá, que venga que tengo que hablarle de unas cosas”, eran algunas de las directivas que el “Lupo” les daba a sus funcionarios.

 

Dicen que siempre que el clima está feo en Río Gallegos es porque viene de Río Turbio, y julio del ‘95 no fue la excepción: durante 20 días las rutas de acceso a la Cuenca estuvieron cerradas por la nieve que había caído. “Era algo en lo que Néstor siempre nos decía, tuvimos que hacer una ruta aérea en un momento”, dijo Ciurca.

 

FOTO: JULIO CIURCA

Néstor era el que motivaba al equipo de Gobernación, “el entusiasmo que tenía, te lo contagiaba, uno siempre quería estar a la altura de las circunstancias, atender al vecino, a tenerlo cara a cara, resolver en el momento, delegar tareas, nunca lo vi sobrepasado. Quería lo mismo para el vecino que se le estaba por caer el techo por la nieve en Gallegos como para el que tenía que llegarle una garrafa de gas en Lago Posadas”.

El Calafate

En el ‘91, Ciurca se presentó como candidato a intendente en El Calafate. La ciudad de los hielos por ese tiempo no superaba los 3 mil habitantes y él iba a hacer un pequeño acto en la localidad.

 

Era julio del año que explotó el volcán Hudson del otro lado de la cordillera. El invierno fue uno de los más fríos que se recuerde, pero Kirchner por nada del mundo se iba a perder el acto de su compañero: agarró un  grupo de militantes y se subió a su Renault 9 rojo.

 

Rudy Ulloa, en la entrevista exclusiva con La Opinión Austral.

Él manejó todo el camino. Tenía que llegar, pero hubo algo que lo obstaculizó: un metro de nieve en la conocida bajada de Miguez. “Se les quedó el auto y tuvieron que esperar a Vialidad, terminó llegando después del acto, lo importante fue la intención, no quería faltar, que era lo más importante”, recordó Ciurca entre risas.

 

Los pingüinos son capaces de resistir temperaturas inferiores a los -60ºC bajo cero y ventiscas de hasta 200 km./h. A pesar de estas condiciones tan extremas, mantienen una temperatura corporal constante de 38ºC. No por nada le decían así a Néstor, siempre con la mente fría y el corazón caliente.

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