Tal como lo anticipara La Opinión Austral, Facundo Zaeta declaró ante el juez Carlos Narvarte en el marco de la causa que investiga el homicidio de Fabián Gutiérrez, en El Calafate. Lo hizo presentando un escrito, bajo el asesoramiento de sus abogados, el Dr. Carlos Telleldín y el Dr. Carlos Muriete. Este último lo acompañó en su presentación ante las autoridades.

Es el único que restaba “sentarse ante el juez”. Su hermano, Agustín, ya había declarado desligándose del asesinato, admitiendo sí que colaboró con él para ocultar elementos incriminatorios.

Momento en que Facundo Zaeta ingresaba al Juzgado de El Calafate.

Facundo Gómez dijo “no tuve nada que ver”, y no aceptó preguntas.

En tanto que Pedro Monzón, otro de los imputados, fue el primero en hablar y “quebrarse” señalando dónde estaba el cuerpo de Gutiérrez y los objetos utilizados para golpearlo y limpiar la escena del crimen. Además de decir que Facundo Zaeta fue quien “ultimó” a la víctima, en el robo que se les fue de las manos.

LOA tuvo acceso exclusivo a lo que dijo Facundo Zaeta. El joven admitió que sedujo a Gutiérrez para robarle con Facundo Gómez, aunque luego se desligó del homicidio y apuntó a su amigo. Lo planificaron por varias semanas.

¿Cómo se gestó el crimen?, ¿de qué manera lo atacaron?, son algunas de las preguntas que respondió el joven, además de lo que hicieron luego de Gutiérrez muerto.

Las incógnitas desprendidas tras su testimonio: ¿Quién mató a Gutiérrez? ¿hay algo más detrás del móvil económico?

Detalles reveladores y estremecedores.

La declaración de Facundo Zaeta

 

Al sentarse ante el juez primero dijo que tuvo “mucho miedo” y empezó hablando de su relación con Gómez, a quien conoce hace años.

 

 

 

Luego, contó que con Gutiérrez se contactó hace cuatro meses. “Él me contacta por WhatsApp con intenciones sexuales” dijo ante el juez, señalando que al ex secretario le “gustaban los ‘jovencitos’”.

 

 

 

 

Dijo que le siguió la corriente y se escribieron mucho tiempo por Telegram, por donde hablaron de sus gustos sexuales y Facundo le pasaba fotografías, comúnmente denominadas “nudes”.

 

 

 

Él me contacta con intenciones sexuales. Le gustaban los ‘jovencitos’

Sobre el crimen, admitió planificación para un robo, pero dijo luego que nunca pensó que Fabián terminaría muerto.

 

 

 

 

Relató que con Facundo Gómez se reunió hace dos meses en su cabaña donde cultivaba marihuana (y donde también se halló el cuerpo del ex secretario presidencial) y comenzaron a hablar de Fabián Gutiérrez.

 

 

 

 

“Facundo está hace bastante en el mundo de la venta de marihuana y se junta con gente pesada de Calafate”, advirtió, señalando que su amigo lo cargó diciendo que “estaba de novio con un millonario”, y que ese mismo día le comentó que en sus negocios, “se había asociado con una persona muy importante, que no podía nombrar”.

 

 

 

Gómez hace bastante vende marihuana y se junta con gente pesada

 

 

 

 

Días más tarde, volvieron a reunirse y Gómez le habría dicho “tengo un negocio para vos”. “Si lo hacía, podía darme muchísima plata”, dijo Facundo ante el juez, al agregar que su amigo era un tanto manipulador y que no está acostumbrado a un “NO”.

 

 

 

 

Ese día, sostuvo que se gestó el robo. Según su declaración, Gómez le dijo que debía seducir a Gutiérrez “para concretar un encuentro sexual, luego reducirlo y taparle los ojos para robarle”.

 

 

 

 

“Él (por Gómez) me dijo que si quería ser como él (tener plata) tenía que entrar en un negocio con él”, dijo, y que de colaborar, nadie le iba a hacer nada, pero que de no colaborar “podía tener problemas”.

 

 

 

 

En su relato marca que Gómez le dijo que Gutiérrez tenía mucha plata en efectivo y que él no haría nada para recuperarla tras el robo, “que Fabián se tenía que hacer el bol… porque la tenía en negro, de la corrupción, no podía denunciar porque le traería más quilombos y no podía justificar lo que le robáramos”.

Admitió que pensó la propuestas unos días hasta darle el sí a su amigo. La seducción fue de dos meses, “enviando fotos de alto contenido sexual y todo tipo de comentarios para lograr su atención”, y que cuando hablaban, Gómez le decía “qué decirle”.

 

 

 

 

Un día antes de reunirse con Fabián, relató que Gómez le habló de Monzón. “Éramos sus peones”, dijo, remarcando que este tercer partícipe hacía judo y era “de su extrema confianza”, por lo que debía también estar con ellos.

 

 

 

Facundo Gómez nos usó y fue derecho a matarlo. Si me pasa algo, fue él

 

 

Marcó que fue todo un plan de Gómez y que cuando el ex secretario lo pasó a buscar el jueves 2 de julio y fueron a su casa en Perkic 124, “inmediatamente en el interior, le pegué dos golpes en la mandíbula, porque practico boxeo, y lo desmayé”. (NdR: Gutiérrez pesaba unos 90 kg -de acuerdo a la autopsia- y Zaeta es de contextura física media y delgado).

 

 

 

 

Dijo que Gutiérrez cayó seco y golpeó su cabeza en el piso, comenzando a sangrar. Mientras, él lo ataba con precintos, pero se le rompían. “Así que opté por hacerlo con unas sogas y cubrirle los ojos con una venda que había llevado, porque Facundo Gómez me pidió que a él, no lo tenía que ver”.

Carlos Narvarte encabezó una inspección ocular tras la indagatoria.

Aseveró que lo redujo solo, y se había apoderado ya de $ 90 mil. Relató que Gómez y Monzón entraron por el mosquitero de la casa y que el primero de estos dos, al ingresar, “se hizo cargo de la situación”.

 

 

 

 

Relató que su amigo lo golpeó a Gutiérrez y lo amenazó con matarlo preguntándole dónde estaba la plata, a lo que la víctima dijo “no sé de qué dinero me están hablando”. “Yo sé que la tenés, a mí no me vas a mentir, nos conocemos, donde está”, habría replicado Gómez.

 

 

 

 

Cuando él y Gómez van a buscar la plata, y Monzón queda “al cuidado de Gutiérrez”, este se escapa y se encierra en el baño, y rompen la puerta para atraparlo nuevamente.

 

 

 

 

Monzón y Gómez lo golpearon varias veces en el cuerpo y lo redujeron, y me pide a mí que busque la plata arriba…”, declaró Zaeta, para luego marcar cómo -según él- fue el homicidio de Gutiérrez.

 

 

 

 

Mi único fin era sacarle el dinero, no dejarlo sin vida a Fabián Gutiérrez

 

 

 

“Veo que Facundo Gómez trae una piedra del patio de atrás de la casa y se la da en la cabeza varias veces a Gutiérrez, hasta casi reventársela, no tranquilo con eso, agarró la soga y se la pasa alrededor del cuello, ahorcándolo”, a lo que él bajó a recriminarle: “¡¿Estás loco?!, me dijiste que Fabián no iba a salir lastimado”.

 

 

 

 

“Me asusté muchísimo. Mi único fin era sacarle el dinero, no dejarlo sin vida a Gutiérrez”, agregó el imputado.

 

 

 

Recordó que entró en shock. No sabía qué hacer, y que Monzón también, “creo que él no pensó que Gómez lo iba a matar”. Luego, envolvieron el cuerpo en una alfombra y lo subieron a la camioneta de Gutiérrez.

 

 

 

Según su relato, actuaron bajo la instrucción de Gómez, quien les dijo que “después él se iba a ocupar de todo y que sus contactos nos iban a limpiar”, agregando que, “también nos dijo que nos lleváramos la tele y el equipo de música”, lo que le hizo pensar que no era un simple robo y que había algo detrás de todo lo planificado.

 

 

 

 

Dijo que Facundo Gómez los abandonó y los dejó a él y Monzón para limpiar la escena del crimen y deshacerse del cuerpo de Gutiérrez.

 

 

 

 

Relató que se bañaron en el quincho de su casa y cambiaron de ropa, para luego ir a tirar todo lo que usaron (lavandina, cif, trapo) y la piedra, para posteriormente dejar el cuerpo en la cabaña que alquilaba Gómez y terminar dejando su propia camioneta, en la puerta de entrada de su casa en calle Perkic.

 

 

 

 

Agregó que después de dejar el cuerpo y la plata en la cabaña llamaron a Gómez, pero “los mandó a la m…” y ellos caminaron hasta la cancha de los Dos Pinos y pidieron un remise, yendo hacia “las escaleras del 50 Viviendas, donde escondimos el celular, y me fui a la casa de mi novia”, recordó.

 

 

 

 

“Creo que Monzón le tenía miedo a Gómez, por eso declaró lo que dijo, y mintió“, apuntó Zaeta. “Quiso echarme la culpa a mi, y los dos fuimos engañados con la idea de robar y que Gutiérrez tenía millones de dólares”, declaró Zaeta al deslizar que su amigo tenía “otras intenciones” y que habría ido con la intención de matarlo al ex secretario desde el primer momento.

 

 

 

 

“Estando detenido y después de darle muchas vueltas, estoy seguro que fue derecho a matarlo y nos usó a Monzón y a mí para cumplir su objetivo”, añadió.

 

 

 

 

Creo que Monzón le tenía miedo a Gómez, por eso declaró lo que dijo, y mintió

 

 

 

 

Recordó que luego Gómez los citó a él y a Monzón detrás del local “Che Zoilo”, cerca del campo de doma, pero no fue porque lo citó la Policía para declarar como testigo de la -por ese entonces, desaparición de Gutiérrez- “yo creo que quería liquidarnos”.

 

 

 

 

Analizó ante el juez que, para él, Gómez fue decidido a matar a Gutiérrez porque “había una historia entre ellos”, deslizando que hay algo más detrás de todo dado que “en el pueblo se comenta que todas las camionetas RAM que se vendieron en la agencia de Gómez eran de Gutiérrez”.

 

 

 

 

Por último, reiteró que él sólo quería los dólares y no matarlo, excusándose a sabiendas de que, Gutiérrez, no sólo le comentó de su persona a todos sus amigos, sino que les reenviaba a estos las fotos desnudas que el joven les mandaba por Telegram, haciendo capturas.

 

 

 

 

Cerró su declaración pidiendo “protección” aseverando que Gómez es “pesado y tiene contactos mafiosos y políticos, gente que lo cuida”, agregando que su hermano Agustín “desconocía de todo” y no era amigo de nadie.

 

 

 

 

Una vez que terminó de hablar, el juez Carlos Narvarte y la fiscal Natalia Mercado, junto a él y varios policías, recorrieron y realizaron una inspección ocular por los sectores nuevos que él mencionó: cerca de la cancha y del campo de doma, que se extendió hasta el cierre de esta edición.

 

 

 

 

¿Qué hizo la querella?

Tras obtener el informe final de la autopsia, la querella -representada por los abogados Gabriel Giordano y Sandro Levín– la analizaron con detenimiento

 

 

 

 

La autopsia, cuyos detalles fueron revelados en exclusiva por LOA, confirmó que Gutiérrez murió por “asfixia mecánica por compresión cervical extrínseca por estrangulamiento a lazo”.

Los abogados Gabriel Giordano y Sandro Levín.

Previo a la muerte, lo maniataron y golpearon salvajemente. Recibió golpes en la cabeza que lo dejaron inmóvil, además de agresiones en el tórax, pecho y cuello. Lo más macabro, fue la tortura que recibió en los dedos de sus manos, que fueron “machucados” con un objeto contundente o a patadas.

 

 

 

 

Los abogados de la familia Gutiérrez presentaron en el Juzgado un informe preliminar realizado por el perito forense Amílcar Fleites, en el que el especialista analiza los detalles de la autopsia y se hace una reconstrucción de cómo fue el crimen.

 

 

 

 

La querella aseguró que se trató de un crimen planificado y premeditado, con un móvil económico. Asimismo, no descartan el pedido a la Justicia que sea evaluado como un “crimen de odio”.

 

 

 

 

Además, se requirió una ampliación al médico forense Dr. Francisco Echandi, dado que él no determinó el horario de la muerte de Gutiérrez. Sus motivos se basaron en las bajas temperaturas en la zona donde fue hallado el cuerpo, que imposibilitaron realizar un análisis preciso en este aspecto.

 

 

 

 

En ese sentido, se planteó además una pericia interdisciplinaria entre el propio Echandi, Fleitas y un perito más del Poder Judicial, con el fin de realizar una reconstrucción cinemática del homicidio.

 

 

 

 

“Fue torturado previo a la muerte a fin de que brinde X información. Los cuerpos y evidencias hablan”, dijo al señalar que “todas las lesiones son vitales (previas a la muerte) con excepción de cinco lesiones, que son punzo cortantes, de carácter agónico”. Las mismas, son las heridas en el cuello, de pocos milímetros. Detalles revelados en exclusiva por LOA en su edición de ayer.

 

 

 

 

Para el especialista, a Gutiérrez lo ahorcaron con un cable. “Pensamos que puede llegar a ser el de un router“. Es de recordar que cerca del hotel Edenia, la Policía secuestró dos routers, entre otros elementos, como lavandina, cif y trapos, usados para limpiar la escena del crimen.

 

 

 

 

Para el ex fiscal, Dr. Gabriel Giordano, los cuatro jóvenes imputados en el crimen realizaron una “planificación premeditada, se organizaron y se distribuyeron los roles”, esquema final que se rompió y no pudieron borrar todas las huellas y evidencias en su contra.

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