Año 2003. Néstor Kirchner llevaba apenas siete meses como presidente y sus compañeros del Colegio Guatemala organizaban la cena por los 40 años de egresados. El periodista deportivo de LU12 AM680 y La Opinión Austral, Carlos Zapico, que compartió con él los últimos dos años del secundario, fue quien lo invitó a la cena del reencuentro. Néstor dijo que sí.

 

1963. El curso completo en su último año del Colegio Nacional en una recorrida por la ciudad. FOTO ARCHIVO LA OPINIÓN AUSTRAL.

“En quinto año éramos siete varones y veintiún mujeres. Entre los varones estaba Archivaldo Harold Smart, Luis Peloso, Tony Viqueira, Ángel Hernández, Néstor Kirchner y yo. Cuando terminó el secundario me fui a estudiar a Buenos Aires y Néstor se quedó haciendo el bachillerato”, se acuerda Carlos.

 

Los egresados tenían un acuerdo: celebrar su amistad cada cinco años. “Siempre nos juntamos, algunas veces los varones solos, otras veces con las mujeres. Incluso cuando Néstor fue intendente tuvimos nuestra cena, en un local de acá de la ciudad, y siendo gobernador también. A esa la hicimos en un restaurante y me acuerdo porque Cristina llegó tarde, ya estaban casados”.

 

 

Carlos aclara que políticamente “nunca fui del palo”, pero que lo que prevalecía era el compañerismo de la época del colegio. “Cuando vamos a cumplir cuarenta años hacemos una reunión, Néstor llevaba siete meses de presidente de la Nación y organizamos la cena que se iba a hacer en el restaurante del Club Británico, así que empezamos a llamar a todos los exalumnos”, dijo.

 

El grupo que estaba en la organización se juntó en un café para definir todo.

 

-¿Y qué hacemos con Lupín?, preguntó uno.

Si querés, yo lo llamo a Rudy – dijo Zapico, que tiene con el empresario una relación de amistad de sus épocas en las que corría carreras en el autódromo local.

 

FOTO: CARLOS ZAPICO.

 

Hola, ¿Rudy? Mirá, pasa esto… ¿querrá el jefe venir?- porque estamos armando la cena de los cuarenta años.

 

“Rudy me contestó que le preguntara yo y me pasó el teléfono. Yo me quedé medio cortado porque para mí Lupín era mi compañero, pero estaba hablando con el presidente de la Nación”, se acuerda.

 

Brindis. Reunión de los 40 años de egresados. Carlos Zapico lideró el discurso. Néstor, el presidente, levanta la copa y brinda con sus compañeros en el British Club de Río Gallegos. Junto a ellos el “profe” Emilio García Pacheco. FOTO: CARLOS ZAPICO.

 

Hola, ¿Cómo te va pelado? Escuchame, yo estuve siendo compañero de ustedes, siendo intendente, gobernador, por más que sea presidente, yo a la cena voy igual, ¿cuándo es?, anotate este teléfono y cualquier cosa, si va a ir alguien de afuera, vos llamá a este teléfono y contáselo.

 

 

“Cuando me dijo eso corté y le dije a los muchachos que Lupín venía, así que aplaudimos todos y a la semana arreglamos que el único de afuera que iba a ir a la cena era un fotógrafo, Fabio Herrera”.

Rudy Ulloa, en la entrevista exclusiva con La Opinión Austral.

 

El fin de semana en el que se hacía la cena aniversario, Zapico tenía que transmitir carreras en el autódromo, así que sabía que tenía que irse de raje para el Guatemala.

FOTO: CARLOS ZAPICO.

 

 

Che Carlos, ¿van a tardar mucho?, porque acá no hay nadie, estoy yo y el señor, le dijo el fotógrafo que estaba en la vereda del colegio.

 

¿Qué señor?-, preguntó Carlos.

 

El presidente, está conmigo y estamos los dos solos en la puerta

 

FOTO: CARLOS ZAPICO.

 

 

Néstor se había cambiado en la casa de la mamá, que está a dos cuadras del colegio, y se fue a pie. Y tal cual, estaban los dos de gran charla y nadie más”, dice Zapico que todavía se ríe.

 

“Cuando llego le digo a Néstor que tenía que ir a buscarlo a Luisito, que está en la casa de su mamá”.

 

Y bueno, vamos-, fue la respuesta del presidente, que andaba sin custodia.

 

Néstor se subió al coche de Zapico y condujeron hasta el pasaje Namuncurá. La mamá de Luis hablaba con unas vecinas en la vereda. Cuando el auto se estaciona en la vereda, Néstor decide bajarse a saludar, fue más fuerte que él.

 

“Salieron todas las vecinas de la cuadra porque estaba el presidente de la Nación saludando a la gente, imaginate”, relata Zapico, que de ahí se lo llevó hasta el Colegio Guatemala donde se sacaron fotos en el aula y se ubicaron en sus pupitres como en las viejas épocas. Después de eso, un café en el mítico Mónaco y luego “una cena inolvidable”, cerró Zapico.

 

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