Cada fanático o aficionado al automovilismo tal vez por el nombre no se de cuenta de quién se trata cuando le dicen: “Murió Marcelo Vivo”.

Basta con escuchar la primera palabra de una de sus miles de transmisiones para darse cuenta.

Porque su voz lo distinguía. Su conocimiento de la disciplina deportiva, la historia, los campeones, los preparadores y los escenarios eran su herramienta para alimentar un relato único cada fin de semana.

En septiembre había cumplido 63 años.

La noticia corrió al ritmo de un motor alimentado con desconcierto, incredulidad y dolor.

Colegas de todos los ámbitos tras confirmar la dura situación, no dudó en compartir un saludo, un recuerdo, una anécdota y solidarizarse con la familia.

Fue un hombre querido y respetado como pocos. Eso queda evidenciado en la lluvia de mensajes. Increíble.

¿Qué le pasó a Marcelo Vivo?

El fin de semana estuvo en San Luis y acusaba un dolor en la espalda.

Allí mismo y con preocupación pidió asistencia médica en la ambulancia ubicada en el circuito. Los profesionales le sugirieron hacerse estudios más completos.

Cuando llegó a Buenos Aires se hizo ver, le había subido un poco la presión a causa del dolor. Estuvo un poco preocupado por eso pero no se sabía de otra dolencia.

El lunes temprano ya se sentía mejor y de todos modos había sacado turnos para  para hacerse ver.

Este miércoles a la tarde, llamó el hijo a la productora para avisar que se había descompensado y fallecido en el ascensor.

“Lo que le pasó en San Luis fue como un aviso que le pasó el cuerpo y no tuvo tiempo ni de hacerse ver”, dijeron los más cercanos.

“La verdad es que estamos todos shockeados todavía”, repitieron una y otra vez otros.

 

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