Néstor Kirchner, el santacruceño que cambió la historia de la Argentina

Este lunes se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Néstor Kirchner. El miércoles 27 de octubre de 2010, Argentina vivía una jornada especial por el desarrollo del Censo 2010.

En una época en la que redes sociales como Twitter (hoy X) y Facebook recién comenzaban a instalarse, las conversaciones presenciales o vía telefónica giraban en torno al relevamiento poblacional y las novedades que éste traería.

A medida que la noticia de la muerte del expresidente comenzaba a tomar cada vez más fuerza, el feriado por el censo pasaba a ser anecdótico.

“Chiche” Gelblung por Radio Mitre y Crónica en la televisión por cable lo habían confirmado: a sus 60 años, había muerto Néstor Kirchner.

El “Lupo” o “Lupin”, para los santacruceños, era el quinto presidente electo desde el regreso de la Democracia y el primer santacruceño en llegar al sillón de Rivadavia.

El hijo del medio de Néstor Carlos Kirchner, riogalleguense descendiente de alemanes y suizos, y María Ostoic, puntarenense de origen croata, el 25 de febrero de 1950 nació Néstor Carlos Kirchner. Lo precedía Alicia Margarita Antonia, cuatro años mayor, y lo seguiría María Cristina, 11 años menor.

Néstor estudió en la Escuela Primaria N°1 “Hernando de Magallanes” y en la Escuela N° 10. Sus estudios secundarios los cursó en el Colegio “República de Guatemala”.

Ya egresado, migró a la ciudad de La Plata, donde siguió la carrera de abogacía y milita en el Movimiento Nacional Justicialista específicamente en la Juventud Universitaria Peronista.

Con 25 años, se casó con Cristina Fernández, a quien había conocido en la UNLP y al año siguiente, en 1976, se graduó.

Una vez recibidos, se mudaron a Río Gallegos, donde colocaron un estudio de abogados. El 16 de febrero de 1977, nació Máximo, el primer hijo de la pareja. Años después, el 6 de julio de 1990 nacería Florencia.

En 1982, con un grupo de amigos crea el Ateneo Teniente General Juan Domingo Perón, un espacio que sería cimiento de una incipiente carrera política.

A fines de 1983 y hasta julio de 1984 tuvo su primera experiencia como funcionario público en el cargo de presidente de la Caja de Previsión Social de Santa Cruz.

Dos años después, ganó la interna partidaria que le permitió contar con mayoría y minoría en el Consejo Justicialista y llegar a ser candidato a intendente de Río Gallegos.

El 6 de septiembre de 1987, ganó la intendencia de Río Gallegos por una diferencia de apenas 111 votos.

El 8 de septiembre de 1991, con el 61% de los votos ganó las elecciones de gobernador.

En su primer período se ocupó de ordenar las cuentas de la provincia y avanzar con las obras públicas.

El 14 de mayo de 1995, con Eduardo Arnold como vice, logró la reelección con el 66%  de los votos. Se convirtió así en el primer gobernador de Santa Cruz en ser reelecto.

Mediante consulta popular, impulsó una nueva reforma y logró la mayoría de convencionales  que aprobaron la reelección. Mediante la reforma también se creó el Consejo de la Magistratura y la figura de los diputados por localidades.

En 1999, inició su tercer mandato después de haber cosechado el 52% de los votos y con Sergio Acevedo como vice.

Kirchner avizoraba una candidatura presidencial con miras a 2007.

La renuncia del vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez en el 2000 comenzó a evidenciar la que sería la estrepitosa caída del gobierno del entonces presidente Fernando de la Rúa.

“Siempre fue un hombre que se planteó objetivos y buscó los caminos”.

DIGNA MARTÍNEZ, PRIMERA MAESTRA DE NÉSTOR KIRCHNER

Los cambios de ministro de Economía y los ajustes y recortes comenzaron a recrudecer el panorama. El corralito, los saqueos y los cacerolazos fueron la antesala del fin del gobierno de la Alianza.

Tras la renuncia de de la Rúa en sólo 11 días hubo cuatro presidentes provisionales: Ramón Puerta, por 48 horas, Adolfo Rodríguez Saá, por siete días, Eduardo Camaño, por tres días,y Eduardo Duhalde, quien finalmente completó el mandato hasta la convocatoria a elecciones para el 27 de abril de 2003.

Kirchner avanzó en la campaña electoral y con Daniel Scioli acompañándolo en la fórmula, se postuló como candidato a presidente. En la primera vuelta, quedó a dos puntos de diferencia de Carlos Menem, obligados a ir a una segunda vuelta. Cuatro días antes y habiéndolo negado en reiteradas oportunidades, el riojano se bajó de la contienda y renunció al balotaje.

“Yo tengo fe de que va a ser un presidente diferente de todos los últimos que hemos tenido. Empieza una nueva etapa en la historia argentina, estoy plenamente convencida porque siempre fue un hombre que se planteó objetivos y buscó los caminos, con una convicción profunda y luchó tremendamente para llegar a eso, pienso que ahora va a hacer lo mismo”, decía Digna Martínez, quien fue su primera maestra y luego concejal de su partido, en entrevista con La Opinión Austral días antes de la asunción del 25 de mayo de 2003.

“Nunca me imaginé que un hombre de esta tierra pudiera llegar a ser presidente”, expresó el exgobernador de Santa Cruz, Jorge Cepernic.

La sorpresa y la alegría colmaba las emociones de los santacruceños por partes iguales mientras que para el resto del país se vislumbraba una esperanza.

El 15 de mayo, con las temperaturas bajo cero del tradicional invierno anticipado de Santa Cruz, miles de personas fueron a recibirlo a su llegada a Río Gallegos. Los 10 grados bajo cero no importaron a la hora de acompañar, a pie o en auto, al presidente electo desde el aeropuerto hasta la Casa de Gobierno en un trayecto que se extendió durante tres horas.

 “Sabemos adónde vamos y sabemos adonde no queremos ir o volver”, manifestaba el presidente, el 25 de mayo de 2003, en su discurso de asunción.

“Vengo a proponerles un sueño, quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio, pero además que seamos un país más justo. Anhelo que por este camino se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación: la nuestra”, expresó en el final de su discurso.

Durante su presidencia, Néstor Kirchner tuvo como ejes la recuperación del crecimiento económico, la baja del desempleo y la renegociación de la deuda externa.

Además, impulsó la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final lo que posibilitó la reapertura de juicios por crímenes de lesa humanidad.

Su gobierno marcó el rumbo de un país que no veía horizonte y definió un modelo de Argentina con un Estado presente.

En 2008, habiendo cumplido su mandato, fue elegido diputado nacional y al año siguiente, primer secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

La muerte de Néstor Kirchner no puede ser descripta con otra palabra que no sea conmoción.

En febrero del mismo año, había sido operado de urgencia en la carótida y en septiembre, había sufrido una obstrucción en una arteria coronaria por la que se le realizó una angioplastia y le colocaron un stent.

En la madrugada del 27 de octubre, se descompensó e ingresó con un paro cardíaco en curso al Hospital José Formenti de El Calafate. Sufrió dos paros sucesivos y finamente, alrededor de las 09:15 murió por un paro cardiorrespiratorio con muerte súbita.

Al día siguiente, fue velado en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de Casa de Gobierno y el viernes 29, en los 12 kilómetros que separaban al aeropuerto de Río Gallegos del cementerio municipal, miles de personas le dieron el último adiós en un recorrido se prolongó por más de dos horas.

En el cementerio, la familia asistió a un oficio religioso presidido por el cura Juan Carlos Molina, muy allegado a la familia, especialmente a su hermana Alicia.

Ante la multitud que se hizo presente, los planes se modificaron. Por decisión de la presidenta Cristina Fernández después de las 22:00 las puertas de la capilla fueron abiertas para que todos pudieran dar el último adiós.

Pasaron 15 años de la muerte de Néstor Kirchner, de “Lupin”, el que fue intendente, gobernador y presidente. El riogalleguense que puso a Santa Cruz en el mapa y que desde su juventud supo forjar un movimiento político que hoy continúa vigente.

Toda una camada de jóvenes, hoy adultos, se interesaron en la política al escucharlo y ver cómo gestionaba. Así adeptos, también cosechó adversarios, pero definitivamente no pasó desapercibido: marcó una etapa de la historia.

Néstor Kirchner se atrevió a gobernar un país al que pocos apostaban y logró, como dijo en su discurso, que Argentina sea un país mucho más justo.