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Tras el reciente anuncio del Gobierno de Javier Milei sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el levantamiento del cepo cambiario, este lunes marca el primer día hábil con un nuevo esquema de acceso al mercado de divisas. Se trata de un cambio de paradigma en el sistema cambiario argentino, con expectativas puestas en la reacción del mercado y el comportamiento del dólar en las próximas jornadas.
El nuevo sistema establece una banda de flotación entre los $1.000 y $1.400, dentro de la cual el Banco Central solo intervendrá si se supera alguno de esos extremos. Esta banda reemplaza al sistema anterior de tipo de cambio fijo, que el pasado viernes cerró con un dólar mayorista a $1.074 y un minorista de $1.426 con impuestos incluidos.
Además, se elimina el tope mensual de US$200 para la compra de dólares por parte de personas físicas, así como la suspensión del recargo del 30% correspondiente al Impuesto a las Ganancias en las operaciones realizadas vía homebanking. Desde este lunes, los clientes bancarizados podrán adquirir la cantidad de dólares que su capacidad económica les permita, sin restricciones cuantitativas previas.
Los bancos ya actualizaron sus sistemas y habilitaron la operatoria desde las 10 de la mañana, tanto por canales digitales como por aplicaciones móviles. No obstante, las operaciones en efectivo seguirán restringidas, con un límite de hasta US$100 mensuales por persona para compras en ventanilla.
En la previa de la apertura, el dólar cripto cotizaba a $1.325, funcionando como indicador de referencia para el arranque de la nueva etapa. Mientras tanto, las empresas aún enfrentan ciertas restricciones para acceder al mercado oficial, aunque se espera una mayor fluidez con la liquidación del complejo exportador.
En paralelo, tanto la Comisión Nacional de Valores (CNV) como la AFIP trabajan contrarreloj para emitir las normativas clave que regirán bajo el nuevo esquema. La transición hacia un mercado más libre y con mayor transparencia es observada con atención por los actores económicos, en un contexto donde la estabilidad financiera y la recuperación de la confianza serán fundamentales.
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