La actividad económica presentó, en marzo, su primera variación anual positiva desde mayo de 2018. La fecha de comparación no es azarosa. Ese mes marcó la debacle financiera del gobierno de Mauricio Macri -el inicio de la pandemia de deuda-, y la llegada del FMI al país, cuyas consecuencias políticas y económica aún se están pagando.

 

 

Por caso, el presidente Alberto Fernández iniciará esta semana una gira por diferentes países de Europa para reunir apoyos que permitan una reestructuración de la deuda con el organismo multilateral. Luego de esa situación crítica de 2018, la historia es conocida: sobrevino la pandemia de Covid.

 

 

El crecimiento de la actividad de marzo se dio por una conjunción de una muy buena performance económica y la baja base de comparación del 2020. “Lo más interesante del mes fue que, de acuerdo con nuestro indicador, se recuperó el 100 por ciento del terreno perdido por la primera ola de la pandemia”, sostuvo un reciente informe del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.

 

 

La dinámica de marzo indicó una tendencia de evidente mejoría en casi todos los componentes del Indicador Mensual de la Actividad (IMA).

 

“Esto viene a remarcar lo que venimos observando en los informes anteriores en relación a que la oferta ya se sitúa a niveles pre-pandemia y ciertos componentes de la demanda lo acompañan, pero la seguridad social sigue estando castigada”, remarcaron desde la Fundación Germán Abdala.

 

 

La caída real en los ingresos de la seguridad social da cuenta de los problemas aún vigentes para la creación de nuevos puestos de trabajo. Es más, en relación a los cierres de paritarias de este año, los gremios estuvieron muy cerca de la pauta oficial -cercana al 29 por ciento-. El Salario Mínimo, Vital y Móvil se acordó con una suba del 35 por ciento a cancelar en siete cuotas. Si se tiene en cuenta que la inflación anualizada no bajará del 40 por ciento, todavía persiste una caída real de los salarios.
Es decir que el incipiente crecimiento económico “no derrama” hacia las clases trabajadoras.

 

 

Todo lleva a pensar que sin mayores restricciones a la circulación y cierre de actividades, el frente fiscal se enfocará sobre el “revoque fino” de algunas políticas de estímulo sobre sectores específicos. Así lo analizan desde el Instituto de Trabajo y Economía. Sintonía fina. El REPRO II, que reemplazó al ATP y la Tarjeta Alimentar, que acaba de ampliarse (una suerte de reemplazo del IFE), son dos ejemplos de esa orientación.

 

 

Recaudación

En abril, la recaudación tributaria creció 105,2 por ciento interanual. Sin embargo, hay que destacar que esta suba se explica por la reducida base de comparación de abril de 2020, mes atravesado por la plena implementación del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).

 

 

“Tomando como referencia los niveles de ingresos tributarios en términos reales, es decir descontando el incremento de precios durante el período, la recaudación se situaría respecto al mes de abril de 2019 en un nivel superior al 7 por ciento”, puede leerse en un informe del Ministerio de Economía de la Nación.

 

 

Si se homogeneiza la base imponible, excluyendo del cálculo a aquellos tributos creados o modificados con posterioridad a la asunción del Gobierno de Alberto Fernández (impuesto PAIS, a los Bienes Personales y los Derechos de Exportación), la recaudación real se sitúa en niveles similares a abril del año 2019.

 

 

“De esta forma, es posible observar que en el crecimiento de los recursos tributarios ha incidido principalmente la recuperación de la actividad, pero también la política tributaria adoptada a lo largo de los últimos años”, agregó el trabajo oficial.
Al desagregar cada uno de los componentes de la recaudación, se observa que el conjunto de conceptos vinculados a la actividad económica (IVA, Ganancias, Impuesto a los Cheques) registraron una suba interanual del 104,7 por ciento, mientras que el crecimiento real, al descontarle la variación de precios, fue el 2 por ciento.

 

 

En este grupo cabe resaltar lo acontecido con el IVA (97,7% interanual) y el Impuesto a las Ganancias (98,7% interanual). Cabe destacar el crecimiento de los Créditos y Débitos (94,5%), cuyo desempeño se asemejó al del IVA aun persistiendo la rebaja para el sector salud”, agregó Economía.

 

 

Por su parte, los derechos de exportación continuaron como los mayores impulsores de la recaudación, gracias al incremento de los precios internacionales de los commodities. Este tributo registró una suba interanual de 183,2 por ciento contra el mismo mes de 2020.

Coparticipación

El movimiento de la actividad económica se ve reflejado en los niveles de recaudación nacional y, por ende, en la coparticipación federal de impuestos que beneficia a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires. Durante enero, las transferencias directas hacia las provincias tuvieron un incremento del 2,8 por ciento y de 4,9 por ciento en febrero. Para marzo el salto fue mucho mayor, ya que la comparación recayó sobre los meses más afectados por las primeras medidas restrictivas en el marco de la pandemia.

 

 

La variación interanual de las transferencias en términos reales en marzo alcanzó 21,0 por ciento, mientras que en abril fue aún mayor: 36,5 por ciento.

 

En este contexto, la coparticipación que recibió Santa Cruz tuvo un incremento, en abril, superior al promedio: 44,9 por ciento.

 

 

La performance de las otras jurisdicciones de la Patagonia también fue destacada. Las transferencias hacia Chubut aumentaron un 44,8 por ciento. En el caso de Neuquén fueron de un 45,0 por ciento y de Río Negro, un 45,2 por ciento. La coparticipación para Tierra del Fuego registró una suba del 45,6 por ciento, según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

 

La recaudación provincial también viene creciendo.

Según datos de la Agencia Santacruceña de Ingresos Públicos (ASIP), en abril se recibió 1701 millones de pesos, un incremento mensual del 15 por ciento. En la comparación interanual, la suba fue del 67 por ciento. Este salto se debe a la baja base de comparación en el contexto de la pandemia por coronavirus.

 

Sin embargo, los niveles de recaudación también mejoraron en relación a abril de 2019. Durante el primer cuatrimestre de este año, el total recaudado fue de 6023 millones de pesos, una suba del 80 por ciento en relación al mismo período del 2019.

Sintonía fina

El presidente Alberto Fernández anunció la ampliación de la Tarjeta Alimentar para incluir a los niños y niñas de hasta 14 años inclusive. La asistencia se llevará a los 12.000 pesos por beneficiario. El anuncio se realizó el viernes pasado durante un acto en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada en el marco de la quinta reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre.

 

La medida también incluirá a las madres con 7 hijos, que hasta ahora no estaban comprendidas en el Programa. La decisión lleva del actual universo de 1,9 millones de beneficiadxs a los 4 millones de niños y niñasalcanzadxs con estos recursos. Durante todo este año, el Gobierno estima invertir 250.000 millones de pesos, el 0,7 por ciento del PBI.

 

Para tener una idea de la incidencia de la medida en la provincia, el total de santacruceños y santacruceñas alcanzadas por la Tarjeta Alimentar ascendía a 7900 personas, según datos del Ministerio de Desarrollo Social. Este universo se ampliará.

 

A su vez, el total de alcanzadxs con una Asignación Universal por Hije en Santa Cruz era de 19.500 personas al cierre del año pasado.

 

Por la AUH, el Estado nacional invierte en todo el país cerca del 0,6 por ciento del PBI. Por ende, junto a la Tarjeta Alimentar se llegará a una inversión total de 1,3 por ciento del PBI.

 

 

 

 

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