Desde que tiene memoria, Diego Roa dibuja. Es “innato”, dijo a La Opinión Austral, en junio, en una entrevista con motivo de la realización del arte de tapa de la ópera Billy Budd.
Durante su adolescencia en Río Gallegos, pintaba con aerosoles y al mudarse a Ciudad de Buenos Aires, volvió a pintar, hizo cursos e incentivado por graffiteros, comenzó a experimentar.
Al ser autodidacta, el experimento ha sido y es clave en su desarrollo.
Así aparecieron los “niños azules”, su dibujo insignia que cubrió las paredes principalmente de CABA, pero también de otros ciudades del país.

23 años después de haber vuelto a pintar, el arte de Roa está presente también en marcas de indumentaria y en películas.
Cuando podría considerar que su trayectoria está consolidada, el artista nacido en Puerto San Julián continúa descubriendo otras herramientas para seguir contando a través de las imágenes.
Días atrás, inauguró, en el Complejo Cultural Santa Cruz, “Overman”, una muestra a partir de la cual inicia un nuevo recorrido.
La Opinión Austral: ¿En qué consiste “Overman”?
Diego Roa: Estoy presentando algo que estaba buscando desde hace mucho tiempo, pero no digo que estaba trabado porque era parte del recorrido llegar hasta acá, pasar por todo tipo de situaciones y tener el ansia de desarrollar un lenguaje nuevo para usar mis palabras y expresarme como pienso y cómo vivo las cosas. Y quizás, si tengo un solo lenguaje, me quedo trabado porque no es suficiente para contar otro tipo de cosas. El estilo con el que dibujaba quizás no era el que necesitaba para otro tipo de cosas.
LOA: ¿Por eso decías que es un nuevo proyect0?
DR: Es un nuevo proyecto que se añade al anterior y a todos los proyectos que pueden llegar a salir, pero necesitaba abrirle las puertas. Ahora se dio que abrí las puertas a nuevas técnicas que nunca había usado y a experimentos, hacía bastante tiempo que no experimentaba con técnicas mixtas.
También ,el uso del inconsciente dentro de mi obra en cuanto a otros estilos que manejaba, donde todo es demasiado pensado. En este caso, estoy usando lo aleatorio que aparezca, lo trabajo y lo traduzco, también es empezar a trabajar más puntualmente con simbología que ya la trabajaba, en cierto modo, escondida y en este caso, está casi en primer plano.
Después de este desarrollo, de esta muestra, se me abrieron las puertas a hacerme de muchas herramientas. Ahora tengo muchas más puertas abiertas de recorridos, fue como empezar de cero otra vez, pero sabiendo que estoy en conjunto con otros estilos que manejo y manejaba en otros momentos.
LOA: Este proyecto comenzó en un viaje anterior a Río Gallegos
DR: Fue en el último viaje a Gallegos, en marzo. Me puse a hacer experimentos con unas fotos que había sacado y dije ‘acá encontré algo’, a los días apareció la gente de Cultura y me dijeron de hacer esta muestra entonces dije que sí.
De repente lo que tenía en manos era este nuevo boceto. Y dije: ‘Bueno, vamos a ver qué sucede si arranco por este camino, ¿qué hay atrás de todo eso? ¿qué más puede haber?’. Y me empecé a encontrar con muchas cosas.
En este caso estoy mostrando 15 obras sobre lienzo y dos murales. Quedaron algunas obras, no descartadas, pero sin terminar o fuera de la selección, están ahí para continuar y también ideas y bocetos quedaron en la espera para continuar cuando vuelva a mi taller. Siento que aprendí que existían más herramientas.
Si tuvieras que compartir algunas ideas sobre lo que estás queriendo contar, ¿qué dirías?
DR: Me basé en un concepto de Nietzsche que siempre me gustó porque también Marilyn Manson, que también me gusta, lo usó para un disco como concepto guía.

El concepto tiene que ver con trascendencia y con el recorrido del humano. Lo tomé, pero no estoy hablando de mí, no lo apuntaba hacia ese lado, partí desde ese concepto y después me despegué para diferentes lugares y surgieron sorpresas.
LOA: ¿Cuántos años pasaron desde tu última muestra en Río Gallegos?
DR: Mi última muestra fue hace unos 10 años, después la llevé a Buenos Aires, la expuse dos veces más y después, algunas de las piezas se fueron a Estados Unidos. Y ahí se empezó a desarmar todo eso, pero no volví a hacer una muestra solo, porque necesitaba algo más que decir, no estaba diciendo del todo lo que quería decir.
LOA: ¿Qué te significa poder inaugurar esta muestra y encaminado en contar lo que querés contar?
DR: Nunca fue pensado, pero ahora lo veo como algo muy simbólico porque volver a mi ciudad y empezar otra vez de cero o reinventarme desde acá me parece el mejor punto de partida.
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