Matías Lugones analizó en los primeros días de la cuarentena, allá por marzo, los partidos de San Isidro de San Francisco -Liga Argentina-, donde fue asistente la última temporada. Quería ver qué podía corregir y qué implementar en su nuevo trabajo: profesor en las formativas de Hispano Americano.

Lugones camina con la pelota bajo el brazo en el club San Isidro (Liga Argentina).

Miró Euroliga, Liga Endesa y encuentros de NBA. Además, realizó cursos para capacitarse en estadísticas avanzadas. “Empecé a sumar herramientas, como el manejo de Excel. Muchas charlas con colegas para seguir aprendiendo. Eso fue lo positivo del aislamiento, porque lo usé para tener mayor conocimiento en ese aspecto”, dijo a La Opinión Austral.

 

Lugones es profesor de Educación Física y entrenador Nivel III ENEBA y Coditep. Fue deportista del Celeste y monitor. A los 21 años, comenzó como asistente de Osvaldo Arduh -hoy en Atenas de Córdoba- en barrio Parque.

 

Hace un mes y una semana, le presentó a Ignacio “Chona” Rodríguez, director de Deportes del club, la idea de hacer un Taller de Videoanálisis para todas las personas del club que se quieren sumar. Se realiza los sábados por la tarde. La última tarea para los participantes fue analizar a todos los jugadores del plantel de Hispano de la Liga Nacional.

 

Lugones habló de sus inicios con el videoanálisis, la importancia de esta herramienta y sobre cómo lo captan los juveniles.

 

LOA: ¿Cómo empieza tu relación con el videoanálisis?

 

Matías Lugones: Arranqué de muy chico. La primera vez que vi un análisis de video fue a los 15 años con Ignacio “Chona” Rodríguez. Él venía de La Plata y nosotros éramos una camada que nos justaba trabajar. Pasábamos mucho tiempo en el club.

 

“Chona” vino con una filosofía de trabajo muy buena y con mucho esfuerzo diario. Comenzó analizando al Boxing, en ese momento, en tiempos que era todo con videocasete. Era mucho laburo. Tengo en la cabeza que analizábamos a los rivales. Esas son cosas que te marcan.

 

Son herramientas que me sirvieron cuando empecé en Córdoba. Cuando empecé con categorías formativas, ya tenía una base. A los 21 años comencé como asistente de Barrio Parque.

 

Tenía que hacer todos los análisis del rival, que se llama scouting. El análisis era escrito y de video. El de video tenía que cortar las situaciones, ver cuáles son sus fuertes y cómo podés atacarlos.

 

Crecí mucho porque estaba al lado de un gran entrenador, que hoy está como técnico principal en Atenas, que es Osvaldo Arduh. Él me fue guiando mucho porque yo no tenía idea de nada.

El secreto está en indagar mucho. No hay una sola receta.

 

En ese momento, recién estaban empezando todas esas cuestiones de videoanálisis en computadora. Antes, como te dije, era todo en videocasete. A mí tocó mucho el tema del DVD. Tenía que bajarlo a la computadora y después volver a ponerlo en el DVD. Llevarlo a la cancha con el televisor y pasarlo ahí.

 

Hoy en día hay muchas aplicaciones muy buenas que las usan los equipos top y nosotros tenemos la posibilidad de usarlas. Obviamente son caras, pero está la posibilidad de hacerlo. Vos ponés comandos en el teclado, mirás el partido, vas apretando teclas y el programa solo te corta la imagen. En ese sentido se automatiza más y el análisis es mucho mejor. Cortás y después discriminás las acciones. El analista no es un editor de video, es un analista del juego. Eso es lo que quiero dar en el taller.

 

El secreto del videoanálisis está en indagar mucho. No hay una sola receta

 

LOA: ¿Qué importancia tiene esta herramienta?

ML: Creo que es una herramienta necesaria. Diferenciando lo necesario de lo esencial. Podés vivir sin el videoanálisis, pero te disminuye el margen de error. Yo creo que tiene que estar. Pero si no está, se puede trabajar. Son áreas que profesionalizan el deporte. Lo competitivo y lo formativo va orientado hacia ese punto.

 

Porque si querés utilizar estas herramientas para ganar un partido en las formativas, creo que estás errado. Creo que utilizándolo de buena manera, el jugador puede hacer una retroalimentación. Si el juvenil está viendo que hace mal la técnica del tiro, que está pasando mal la pelota o que se está ubicando mal en el campo, lo puede mejorar.

 

Sirve para muchísimos aspectos. Son herramientas que antes no estaban y hay que modernizarse.

 

LOA: ¿Cómo lo captan los juveniles?

ML: A mí me ha pasado, por la forma de trabajar, que los mismos chicos lo demandaban. Preguntaban en qué podían mejorar y si los podíamos filmar. Cuando creás un gran espacio de aprendizaje, para el juvenil, él tiene sus necesidades para mejorar constantemente. Creo que acá están igual.

 

Los chicos no se bajaron de los entrenamientos en la cuarentena y están siempre. Preguntan. Por ahí hablamos en el grupo y una vez que finalizó la charla, me escriben por privado. Se ve el interés.

 

Obviamente, creo que en un espacio, trabajando en campo y viendo realmente el abanico de posibilidades, me parece que va a ser todavía mucho mejor. Esto es lo que se puede hacer por ahora y está siendo muy positivo.

 

LOA: Nicolás Basdedios, exanalista de Los Pumas, dice que el videoanalista es el que compra la papa, la corta y se la entrega al chef.

ML: Muchas veces sí. Un profe amigo decía más o menos lo mismo, pero con la vaca. Me parece que va más por ese lado porque como analista tenés que ver qué te pide cada uno, qué te pide el equipo en general.

 

Por ahí hacía un scouting de un equipo: analizaba los últimos cuatro partidos, plasmaba las estadísticas en un escrito y en video. Y luego quizás el editado duraba diez minutos. Es realmente dura la discriminación que tenés que hacer en relación a lo que es para cada uno. Por ejemplo, vos tenés que hacer un análisis individual de los jugadores. Ver los pros y las contras.

 

Eso hacemos con los chicos para que se analicen ellos. Ahora los de Hispano tienen que analizar a los jugadores de la Liga Nacional. Definirlo en tres o cuatro ítems, tanto de lo bueno como de lo malo. Tenés que ver qué información te sirve. Hay que ser muy cuidadoso en ese sentido. Pasar la información justa y precisa.

Leé más notas de Luciano Padín