Tayhana, una DJ con la cumbia en el corazón

“Mi primer contacto con la música fue en el contexto familiar, todo el tiempo estaba presente el bandoneón de mi abuelo, los bombos y la guitarra, el folklore norteño. Para las fiestas o cumpleaños era muy común que se armara el baile con música en vivo. Jamás me prohibieron tener contacto con los instrumentos musicales, al contrario, eran los juguetes más accesibles que tenía”, recuerda Tayhana (30), DJ oriunda de Caleta Olivia que se presentó en el último Lollapalooza Argentina.

Entre el piano y los mixtapes

“Mi mamá fue quien me obligó a estudiar piano desde los seis años haciendo un esfuerzo grande para poder pagar la cuota en el conservatorio, hoy es mi mejor herramienta. Otro de los contactos importantes con la música fue el día que un señor llegó a la puerta de casa a vendernos un equipo de música Aiwa, como no teníamos mucho dinero, ofrecí como parte de pago mi consola de videojuego, no recuerdo si lo aceptó, pero me salí con la mía y convencí a todos de comprarlo. Ahí empecé a escuchar todos los cassettes y cds que había en toda la casa, grabé mis primeros compilados radiales y hasta aprendí a conectar una línea auxiliar con un discman para tener mi sistema de sonido precario, ese fue mi inicio como DJ”.

DJ Tayhana (Foto: Diego G.)

Todos los elementos que encontró y que podían servirle para producir, Tayhana los tomó, el deseo de ser DJ empezaba a ganar lugar.

“Siempre fue el sueño de mi vida, pero pensaba que un DJ tenía que tener todos los equipos de sonido, parlantes, consola y demás. Como mis abuelos organizaban fiestas para el día de la madre/padre, carnaval, etc., siempre intentaba quedarme cerca del sonidista/dj para tener contacto con todo ese mundo que me encantaba”.

“Es más importante cómo se cuenta el cuento durante el set de un dj, que los tracks en sí o géneros con los que jugar”

Su primera experiencia frente al público llegó a los nueve años, dicen que las oportunidades siempre están ahí, para quienes están atentos. “La primera vez que pude pasar música fue cuando estaba en 4to grado en un desfile de mascotas en mi colegio, ese fue mi primer recuerdo como DJ, sólo tenía tres cds, pero hice lo que pude para divertir a la gente y sacarme el gusto de controlar las consolas. En realidad siempre lograba meterme en ese rol, sobre todo en el colegio cuando era el Día del Estudiante para el que se armaban las fiestas, ya en la universidad empecé a dedicarle inconscientemente todas las ganas, me pasaba horas recolectando música en vez de estudiar”.

Estudió producción de cine en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) y comenzó a enfocarse en los eventos autogestivos. “Con dos amigos empezamos a hacer la fiesta HiedraH, y ahí fue donde oficialmente comencé a hacer bailar a la gente con la música que yo quería, fue bajo el nombre de Tayhana, que también es mi nombre real gracias a mi abuela Juana”.

Luego de trabajar tres años en producción de cine, tomó una decisión. “Cuando cambió el gobierno, para peor, me di cuenta que tenía que irme urgente a otro lado y empezar de nuevo. De un día para otro vendí lo poco que había comprado durante el gobierno kirchnerista para armar mi estudio de música, trabajaba mucho y aunque ganaba poco me alcanzaba para darme esos lujos”.

“Me hace feliz conectar con el público”

“Fue todo muy rápido, pero de un día para otro me mudé a México y comencé a ser la nueva dj de la escena underground de la CDMX. Como ya llevaba tres años trabajando desde HiedraH, eso me conectó con el sello discográfico NAAFI, del cual hoy formo parte, me ayudaron un montón a establecerme y conectarme con gente para conseguir dónde poner música, por mi parte, me encargué de hacer lo mejor que podía en las fiestas”.

Tardes de Pasión

Fue en su niñez que Tayhana conoció su género musical favorito. “Mi género favorito siempre fue y será la cumbia proveniente del barrio, obviamente el género que más detesto es la “cumbia cheta”, no me gusta ni siquiera como suena”.

Se presentó en el último Lollapalooza Argentina

“Empecé en los 90s a escuchar cumbia tropical, de esa que sonaba en los inicios de ‘Pasión de Sábado’, mi bisabuela todos los sábados dejaba la TV en ese canal y era casi prohibido cambiarlo, ahí conocí todo lo que hoy me influencia a la hora de producir. Otro género que me encanta es el cuarteto, con mi familia viajábamos en verano a visitar a mis bisabuelos en Catamarca, y como teníamos parientes en Córdoba siempre hacíamos una parada obligada a saludarlos, en esos viajes me enamoré del cuarteto y también del mambo, podría mencionar muchos géneros más, pero creo que esos dos más el “comercial” que se escucha sólo en el norte y en el sur, son los más importantes”.

“Siempre hice la mía, me hice respetar y trabajé mucho para llegar adonde yo quería”

A la hora de crear, Tayhana no se priva de incluir instrumentos. “Tengo un grabador portátil muy pequeño que a veces llevo de viaje, el año pasado en casa de mis abuelos me pasé varias tardes grabando los instrumentos que encontré, grabé un par de bombos legüeros, cajas copleras, es lo único que tenía a mano y varias de las cosas que grabé las utilicé para mi primer disco que espero salga durante este 2019 por NAAFI”.

En cuanto a qué apunta cuando genera sets, señala: “me enfoco en no tener límites a la hora de buscar o producir la música para mis sets, si pretendo que el público empiece a liberarse y eliminar esas barreras de géneros musicales que nos limitan el uno del otro, primero me tengo que liberar yo. Hoy por hoy no me importa si es techno, cumbia, reggaetón, baile funk, gabber o folklore, me enfoco más que nada en la esencia de la música, para mí es más importante cómo se cuenta el cuento durante el set de un dj, que los tracks/canciones en sí o géneros con los que jugar. Me gusta pensar más en la manera narrativa de hacer que una persona llegue al punto de liberarse en una pista de baile y terminar bailando música insólita que no se esperaba”.

Sobre si el sonido debe ser comercial para popularizarse, sostiene: “no creo que sea un sonido, sino más bien creo que pasa por las melodías o el ritmo, hay algo dentro del inconsciente popular que queda registrado, lo que hace que nos movamos o reaccionemos en masa. A mí me gusta mucho lo popular, siento que es mucho más difícil hacer música popular o melodías pegadizas que música experimental y refinada. No me molesta la idea de pensar en terminar haciendo música popular y comercial, lo que me molesta más bien es la apropiación descarada que hacen muchos artistas en términos de discursos, que nos les corresponden, sobre marginalidad por ejemplo”.

Suena la música

En cuanto a los eventos que más ha disfrutado, marca: “HiedraH club de baile siempre va a ser el mejor lugar para jugar con música, no sé cómo pero logramos que se acerque a nosotros un público hermoso que se logra liberar en cada set sin ataduras. Uno de los lugares más importantes donde toqué el año pasado fue en el MoMA de New York City, uno de los museos más importantes”. Del otro lado del Océano Atlántico también ha tenido buenas experiencias: “me gustó mucho tocar en Europa del Este, fui a Polonia y a República Checa, hasta ahora fue lo más lejos que estuve de casa jugando con mucha música que obviamente no conocían, pero logramos divertirnos. Me encantaría presentarme en alguna apertura de juego olímpico o mundial de fútbol”.

Como sucede con muchas profesiones, generalmente cuando se piensa en DJ se piensa en hombres, no es que no existan mujeres, sino que tal vez están en menor cantidad o simplemente son menos visibilizadas. “La vida en general está masculinizada, ningún ambiente se salva. Cuando empecé en esto preferí hacer lo que quería sin importarme nada, si una tiene miedo y piensa antes de hacer las cosas que le hacen bien, muchas veces se da lugar al temor del “qué dirán” y todo queda en la duda, eso es lo que no hay que hacer. Siempre hice la mía, me hice respetar y trabajé mucho para llegar adonde yo quería, ni siquiera hoy me importa recibir reconocimiento de los demás, ni de colegas, ni de ningún medio, a mí lo que me hace feliz es conectar con el público, ver que la gente baile, grite y se deshaga durante mi set”.