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El juez de Esquel, Claudio Alejandro Petris presentó su renuncia indeclinable a la presidencia de la Asociación de Magistrados y Funcionariado Judicial del Chubut (AMFJCH) este sábado, tras la circulación de denuncias anónimas en su contra que incluyen presuntos casos de corrupción, abuso de poder y escándalos sexuales. En su escrito, Petris sostuvo que los hechos que se le imputan son “inexistentes” y vinculó las acusaciones a una represalia por su participación en una acción judicial contra el plebiscito impulsado por el Gobierno provincial.
“No me escudaré en los fueros”
En el comunicado de su renuncia, Petris cuestionó el anonimato de las denuncias y la falta de fuentes verificables, señalando que eso le impide ejercer su defensa:
“La ausencia de firma y la falta de fuentes verificables no sólo comprometen la credibilidad de la publicación, sino que también despiertan serias sospechas sobre una posible operación de grupos de poder destinada a desacreditarme a mí y a la institución que tuve el honor de presidir”, escribió.
También afirmó que no apelará a los fueros judiciales: “De existir una investigación judicial, no me escudaré en los fueros constitucionales (…), ni para impedir la investigación de los organismos judiciales correspondientes, ni para garantizar impunidad.”
Graves denuncias
Una denuncia de alto voltaje sacudió al Poder Judicial de Chubut tras la publicación de una investigación que expuso al juez Claudio Alejandro Petris, quién hasta el sábado era presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de la provincia. Las acusaciones, que abarcan desde abuso de poder y corrupción patrimonial hasta coerción emocional y abusos sexuales, han generado un profundo impacto institucional y político.
El informe, divulgado por el medio Chubut Online, presenta audios, documentos y testimonios que comprometen seriamente al magistrado. Uno de los aspectos más graves refiere a su presunta participación en una red de favores sexuales bajo amenaza, con escenarios tan delicados como el baño de su despacho en el edificio de Tribunales de Esquel. Según las declaraciones de una de las víctimas, cuya identidad se mantiene reservada por razones de seguridad, Petris habría ofrecido mejoras laborales, vehículos y propiedades a cambio de mantener relaciones sexuales, incluso bajo coerción.

“Me dijo que podía ponerme droga y denunciarme”, relató una de las personas afectadas, al detallar el nivel de presión y violencia psicológica ejercido por el juez. Según su testimonio, Petris también amenazó con perjudicar a su familia y dañar el negocio que tenían en común. Las declaraciones describen un patrón de comportamiento autoritario, agresivo y manipulador, en un entorno laboral profundamente jerarquizado donde el magistrado utilizaba su posición para doblegar voluntades.
Por otra parte, el informe revela maniobras de corrupción patrimonial, como el uso de testaferros para ocultar bienes, entre ellos un vehículo de alta gama —un Mini Cooper que perteneció al exfutbolista Aldo Duscher— registrado a nombre de un joven en situación vulnerable. El coche fue posteriormente transferido a su hija, pero Petris lo seguía utilizando mediante una cédula azul. Además, se detectaron al menos ocho propiedades a nombre de terceros en la Ciudad de Buenos Aires y varias más en Esquel, muchas de ellas con usufructo vitalicio a favor del juez.
Los testimonios también apuntan a decisiones judiciales direccionadas a favor de personas allegadas, como el propio Duscher, sin que Petris se haya excusado de intervenir en esas causas. A esto se suman irregularidades en licencias médicas, prolongadas ausencias laborales y un incremento patrimonial que no tendría respaldo en sus declaraciones fiscales, ya que el magistrado no registra activos ante la AFIP.
Otro dato alarmante es que Claudio Petris habría llegado a Chubut ocultando antecedentes disciplinarios previos, acumulados durante su paso como secretario judicial en Lomas de Zamora, en causas relacionadas con divorcios y sucesiones fraudulentas. Aquellas investigaciones prescribieron sin resolución, pero sientan un precedente inquietante sobre su historial profesional.
Desde el ámbito judicial local, el silencio había sido la respuesta predominante. Voces bajo reserva admiten que “nadie se anima a enfrentarlo” debido a la influencia que Petris ejerce dentro del sistema. Luego de que las denuncias se hicieron publicas, crecieron las presiones para que el Consejo de la Magistratura intervenga de forma urgente y transparente.
La gravedad de los hechos, sumada a la documentación presentada, podría derivar en la apertura de una causa penal de gran envergadura, si es requerida formalmente por la Justicia.
Acusación directa del gobernador Ignacio Torres
El gobernador Ignacio Torres acusó directamente a Petris de haber intentado bloquear el plebiscito que busca eliminar los fueros en los tres poderes del Estado. La acusación se basó en la firma de una acción de inconstitucionalidad presentada por la AMFJCH contra el decreto que convoca la consulta popular.
“Un día después de la denuncia presentada por la Asociación contra la cúpula del Superior Tribunal de Justicia —estrechamente vinculada al gobierno— (…) circuló por redes sociales una publicación sin firma, de autoría desconocida”, escribió Petris, sugiriendo un vínculo entre la acusación y su rol en el amparo judicial.
Un conflicto que marca el futuro judicial en Chubut
La renuncia de Petris ocurre en medio de un clima de enfrentamiento entre el Poder Judicial y el Ejecutivo provincial, especialmente tras la decisión del gobernador de avanzar con el plebiscito por la eliminación de fueros y los recientes aumentos de sueldo en el Superior Tribunal de Justicia, que generaron tensiones dentro de la magistratura.
Petris, en su rol como presidente de la Asociación, había manifestado públicamente su malestar por esos aumentos y pidió explicaciones al STJ, sosteniendo que se trataba de decisiones unilaterales y sorpresivas.
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