La Patagonia de la que es patrono y donde su obra hoy perdura, celebró a san Juan Bosco al cumplirse, este 16 de agosto, 208 años de su natalicio.

Desde el domingo pasado, en Río Gallegos comenzó el triduo, una oración que tuvo en sus intenciones a las familias, la comunidad parroquial y las vocaciones. El martes, en la parroquia ubicada en avenida Kirchner y Elcano, se realizó una cantata y finalmente este miércoles se conmemoró la fiesta patronal.

Desde la capilla Virgen Niña, a las 18:30, la comunidad inició la procesión que transitó la calle Carlos Pellegrini y dobló en Córdoba para tomar la avenida Kirchner y llegar a su intersección con Elcano, donde se ubica la parroquia San Juan Bosco.

En primera persona

Niños y niñas, familias, catequistas e integrantes de la comunidad realizaron la caminata mientras rezaban y cantaban en la tarde noche con una sensación térmica de -4°C.

San Juan Bosco es patrono de la Patagonia y de la diócesis de Río Gallegos

Para la fiesta patronal, los caminantes prepararon banderas, bonetes como el que usaba san Juan Bosco e incluso Facundo, el padre de Pedro, un niño de 10 años que este año tomará la primera comunión, se vistió con una sotana negra referenciando al patrono de la diócesis de Río Gallegos.

Niños y niñas llevaron sus banderas para participar de la procesión. Foto: Leandro Franco/La Opinión Austral

“Como familia, queremos que Pedro conozca a Jesús de la manera en que nosotros lo conocemos y que sepa que si sigue sus palabras, todo va a salir bien”, expresó Facundo La Opinión Austral sobre su intención al acompañar la procesión.

En la parroquia San Juan Bosco, la catequesis también cuenta con grupos para adultos, quienes participaron de la fiesta patronal.

“Siempre participo de las fiestas, estoy hace 12 años, es una hermosa comunidad. Las catequistas trabajaron un montón”, destacó la catequista del grupo de adultos.

En la procesión, además de la imagen del santo que fue cargada en andas, hubo un san Juan Bosco confeccionado manualmente.

Al respecto, Natalia, también catequista, contó: “La cabeza la hice en tres días y el jueves armamos todo, somos como 20 mamás del grupo del jueves de 2do año de comunión”.

Tras media hora de caminata, la procesión arribó a la parroquia de la capital provincial, donde los feligreses recibieron cantando a la imagen del patrono de la Patagonia.

Que nadie quede afuera

Acompañado por sacerdotes y con la presencia del cura párroco César Heltner, la misa estuvo presidida por monseñor Fabián González Balsa, obispo auxiliar de la diócesis.

En su homilía, González Balsa sostuvo que en la iglesia “nadie puede quedar afuera“. “Todos somos importantes en construir la comunidad y eso nuestro amigo don Bosco lo vio claro en su época, muchos quedaban afuera, sobre todo los niños y los jóvenes en riesgo”, reseñó, recordando cómo fue que don Bosco llegó a crear su obra.

A los nueve años el santo tuvo un sueño profético que marcó su vida, él sería pastor y guía de los niños y jóvenes, aquellos que quedaban marginados y excluidos.

La parroquia, llena para la misa del patrono. Foto: Leandro Franco/La Opinión Austral

El inicio de su obra sería primer el oratorio que convocaría a los jóvenes y más adelante la creación de los salesianos, la institución educativa, que tuvo su correlato para las mujeres con el Instituto María Auxiliadora, fundado junto a la hermana María Mazzarello.

Como misión, González Balsa subrayó: “Como iglesia, tenemos que tener esa mirada atenta para que nadie se quede afuera ni se sienta afuera“.

González Balsa sostuvo que “tenemos como hermosa responsabilidad y desafío mostrar a la Argentina que es posible tener una mirada distinta sobre la vida misma, una mirada que siempre tiene que ser desde el evangelio. La mirada del evangelio es que siempre va a triunfar el amor“.

“La mirada del evangelio es que siempre va a triunfar el amor”, sostuvo González Balsa. Foto: Leandro Franco/La Opinión Austral

“Tenemos muchas dificultades como Nación, pero uno está convencido de que siguiendo a Jesús, como lo hizo don Bosco, es el camino”, continuó y añadió “todos, sin excepción, disponen de este gran desafío de hacer de este mundo un mundo mejor”.

Qué lindo que tenemos como protector, como santo patrono, al querido don Bosco, a quien nada ni nadie lo detuvo, siempre convencido de aquello que el Señor y la virgen le pedían; lo trató de llevar a la práctica, de concretar, cueste lo que cueste. Un loco lindo”, manifestó.

Cerrando, sostuvo que frente a los desafíos y a las dificultades que le tocó vivir, “él nos enseñó, ante todo, a hacerlo con alegría, porque quien nos está ayudando es el mismo Jesús“.

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