La muerte de Mario Ernesto Curin, de 58 años de edad sucedida en el campo a varios kilómetros de Perito Moreno, fue caratulada como suicidio. La causal de muerte: “traumatismo encéfalo-craneal producido por disparo de arma de fuego autoinfligido”, “con data de muerte de 30 días aproximadamente”.

 

 

Sin embargo, a pesar de las pruebas a las que se remite la Policía y el estado de la investigación judicial, la hija del fallecido, Amira Curin Rijo, declaró que no es así.

 


La mujer escribió una “carta abierta a la comunidad de Perito Moreno”, y la difundió por su cuenta personal de Facebook para aseverar que no está conforme con la determinación judicial, de que “se haya cerrado el caso y que se la caratule como la de un suicidio”.

 

 

Escribió: “Desconfío que mi padre haya decidido quitarse la vida por voluntad propia por muchas razones”. Tras lo cual las detalló: “Primeramente, por las charlas que veníamos teniendo durante el último tiempo, en donde hablamos de muchos proyectos y en donde, también acá están a la vista. Mi padre estaba encarando los arreglos de una casa y había comprado todas las cosas para hacerlo”.

 

 

“Incluso ya había hablado con una persona para realizar esa mejora y también tenía definido quién viviría en la misma, posterior a su arreglo”.

 

 

Comentó que estaba realizando “cortes de bloques para una entrega que tenía pautada y que, además, estaba construyendo un galpón; y también esos días estaba por esquilar sus ovejas”.

 

 

Es por eso que ella plantea su incertidumbre acerca de si realmente su padre quiso quitarse la vida, porque además, aclara que “la forma en que dejó la vivienda al momento de su desaparición”, también le genera resquemores.

 

 

Explicó que su padre había dejado preparado ese día de la desaparición, “una masa leudando”; posteriormente “se sacó su ropa de laburo y se cambió con ropa para salir al pueblo, puntualmente ropa nueva y en buen estado, zapatos de vestir”. “Cuesta creer que un hombre que tomó una decisión tan extrema se vista de esa manera y con ese tipo de calzado y se vaya caminando a 7 kilómetros de su chacra a pegarse un tiro”, expresó la hija.

 

 

Además, dijo que él le había contado a un amigo que la estaba esperando. Es que la mujer tiene residencia en Paraná, Entre Ríos.

 

 

“Me cuesta creer aún más por cómo se manejó la primera búsqueda, y por cómo se logran obtener ciertos elementos que podrían ayudar a la causa, y declaraciones que eran necesarias para establecer un contexto para la búsqueda”, afirmó.

 

 

Además, aportó más datos sobre sus dudas, diciendo que le llamó la atención que, “el 4 de febrero pasado, apareció mágicamente el celular de mi papá en su casa”.

 

 

Y fue aún más allá con sus sospechas: “Alguien está queriendo manipular todo el caso, y déjenme decirles que no lo van a lograr porque yo voy a buscar justicia”. “El caso de mi padre no va a ser un caso más sin resolver de los que se entierran en esta localidad; no voy a permitir que siga la impunidad y los aliento a todos para que digamos basta, y que Perito deje de ser un cementerio de muertes dudosas y violentas”, cerró su misiva.

 

 

Cabe recordar que Curin fue encontrado muerto el 31 de enero. La Policía había realizado una intensa búsqueda la zona, hasta que un gendarme del escuadrón 39 dio con el cuerpo, sin vida, en avanzado estado de descomposición. Junto al occiso había un arma de fuego, tipo carabina calibre 22 y vaina servida.

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