El 10 de octubre del 2021 La Opinión Austral publicaría un informe que, por primera vez, daría cuenta del modus operandi del falso perito Marcos Herrero, contratado por la familia de Marcela López para colaborar en la investigación.
Hasta entonces, sólo había algunas dudas respecto de su accionar en Buenos Aires, donde la Justicia lo tenía en la mira por su intervención en el caso de Facundo Astudillo Castro, el pibe de Pedro Luro, Bahía Blanca, a quien nadie volvió a ver después de que viajara a dedo a Mayor Buratovich.
Marcos Herrero había llegado en julio contratado por la familia de Marcela como perito de parte y se produjo uno de los avances más significativos: la aparición de un maxilar humano en la chacra de José Luis Balado, expareja de la mujer desaparecida.
El maxilar que encontró en Santa Cruz coincidió con el cráneo de Mendoza
El lugar había sido previamente allanado, y además el hallazgo se dio en un contexto en el que, con la llegada de Herrero, también apareció una carta misteriosa en la casa de una de las hermanas de Marcela, que decía que el cadáver estaba enterrado en la chacra.
El periodismo comienza con la curiosidad y el deseo, en este caso, de conocer de qué se constituye un personaje que llegó a Santa Cruz con un halo de héroe, inmerso en un relato de haber resuelto más de media docena de crímenes.
Lo que hizo La Opinión Austral fue, durante semanas de investigación entre los meses de julio y octubre, trazar un mapa de las apariciones de Herrero en distintos medios por su intervención en casos de conmoción pública. Y cómo luego de sus hallazgos, siempre infalibles, resolviendo las causas incluso de vieja data a partir cartas que lo explicaban todo o restos humanos, la Justicia no lograba comprobar nada con los cotejos de ADN.
Herrero mintió en las desapariciones de Facundo Astudillo, pero también en las de Santiago Maldonado (Chubut), Viviana Luna (Mendoza), Delia Gerónimo (Córdoba), Abigail Carnier (Córdoba), Marito Salto (Santiago del Estero) y estaba en vías de ser contratado por la familia de Guadalupe Lucero (San Luis) cuando este diario publicó su informe. En todos los casos, por cifras que iban de los $ 150 mil a los $ 250 mil.
El 29 de septiembre, es decir, luego de haber descubierto en Río Gallegos los presuntos restos de Marcela López y los dólares termosellados en la casa de su ex, Herrero encontró el cráneo de Viviana Luna en un lugar donde ya se la había buscado en 2019.
El 16 de octubre, 6 días después del informe de La Opinión Austral, la Justicia mendocina duda respecto de si ambos restos, quemados, no pertenecían a la misma persona, lo que se confirmó tras el envío del maxilar a la provincia cordillerana.
El 8 de diciembre pasado el Ministerio Público Fiscal de Mendoza anunció que Herrero irá a juicio por varios delitos vinculados al caso de Viviana Luna, pero además, porque su ADN estaba impregnado en el cráneo, al igual que en el maxilar, por lo que es posible pensar que la misma suerte correrá eventualmente el peritrucho en Santa Cruz.
Un capítulo aparte merece la participación necesaria del abogado Jorge Trevotich, que cincuenta días después del hallazgo del maxilar, fue ante el juez federal de Río Gallegos, Claudio Vázquez, para decir que aquella vez -también- Herrero vio dólares termosellados.
Trevotich, afuera del Federal hablando de los dólares termosellados.
Esto, en las puertas de una elección parlamentaria en la que se intentó vincular ese presunto hallazgo con “la corrupción kirchnerista”. La causa se cayó, eran dólares del juego del estanciero.
Mientras Herrero vino a ganar plata con la esperanza de una familia y otros aprovecharon el caso -y sus mentiras- políticamente, Marcela sigue sin aparecer.

En 2021, “Herrero, el Coleccionista de Huesos” ganó el premio Segovia en el rubro Gráfica.
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