Durante los últimos meses la comunidad se vio movilizada por las historias de Benicio y Andy, los niños de Río Gallegos trasplantados de hígado.

Pero, al igual que los pequeños, hay cientos de casos que pelean día a día por su salud. Tal es la historia de Nahiara Villegas, de apenas cuatro años.

Cuando tenía un año y tres meses le descubrieron hipertensión pulmonar en Buenos Aires. La médica que la vio indicó que adquirió la enfermedad entre los ocho y los nueve meses de vida.

Cuando la familia viajó a la capital en búsqueda de un tratamiento, Nahiara comenzó con nebulizaciones y una serie de medicamentos, en primera instancia.

 

Nahiara “lleva una vida normal” dentro de los obstáculos, contó su abuela.

“Estuvo siete meses y no dio resultado, así que pasó directamente a la bomba de infusión”, explicó Janet, su abuela, a La Opinión Austral.

A partir de ahí, debieron esperar “mucho tiempo para ver si resistía y toleraba todo lo que estaba pasando a través de la bomba”.

 

 

Se trata de un dispositivo que Nahiara lleva consigo de manera permanente. Pero se adaptó por completo, tanto su cuerpo como la pequeña.

“Gracias a Dios, hoy lo lleva muy bien y su cuerpo lo ha incorporado. Ella sabe lo que tiene, no lo toca para nada, es una parte que lleva con ella y va bien”, explicó su abuela.

La hipertensión pulmonar es una Enfermedad Poco Frecuente, la misma que tuvo Nadia Cid hace años y por la cual debió ser trasplantada bipulmonar, en diciembre de 2018.

Esa similitud entre ambas historias fue lo que las llevó a conocerse. Nadia mantiene contacto con la familia de Nahiara y sabe muy bien lo que se siente.

 

Nadia contó que mantiene permanente contacto con la familia de Nahiara

“Nahiara toma mucho medicamento. Ha sido difícil para ella y para nosotros, como familia, igual. Estuvimos dos años en Buenos Aires sin ver a la familia, más el tema económico y todo lo demás, no fue fácil llevar todo”, agregó Janet sobre el panorama.

 

Nahiara estuvo muy grave, pero de todo ella salió adelante

 

Tiempo atrás atravesaron internaciones y Nahiara estuvo muy grave, “pero de todo ella salió adelante, gracias a Dios”, contó la abuela.

 

Nadia cuando tenía cuatro años, la misma edad que Nahiara.

En Río Gallegos la niña continua con el mismo tratamiento, pero saben que eventualmente le tocará atravesar un trasplante.

“Ojalá que no, pero son las opciones que nos dieron en Buenos Aires. Mientras siga bien, ella va a tener la bomba, pero va a llegar un momento en que va a necesitar un trasplante”, detalló Janet.

 

En Río Gallegos continúa con el mismo tratamiento. Eventualmente llegará el trasplante

Es que la hipertensión de Nahiara “es severa y muy elevada”, describió. Con la pandemia, no pudieron viajar a Buenos Aires, ya que su salud es frágil en este contexto. Sus médicos, tanto en la capital como en Río Gallegos, mantienen contacto y permanente monitoreo de la salud de la niña.

¿Cómo es Nahiara? “A pesar de todo esto, ella es responsable, no toca para nada la bomba. Cuando le falta medicación, hace un sonido y ella avisa que está faltando.

En ese sentido, lo lleva muy bien y ya está acostumbrada”, contó la abuela.
Janet la describió como una nena con “mucha personalidad, es vivaracha la enana, no le da vergüenza nada”, dijo entre risas.

 

Ya trasplantada, Nadia junto a sus padres. LOA y LU12 los acompañaron.

Nadia, que vivió lo mismo, le dejó un mensaje a la pequeña Nahiara: “Tengan fuerzas, la enfermedad no le va a ganar y tiene mucho por vivir. Es difícil llegar a un diagnóstico y ella llegó, la tecnología avanza y yo estoy segura que algo llegará para la hipertensión pulmonar”.

 

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