A la vecina de Río Gallegos,  Valeria Cañete le envenenaron sus perros en febrero de 2020. Fue con panes que contenían veneno. En esa ocasión -y en muchas otras- también murieron varios pájaros y un gato.

“Yo hice la denuncia. Me dijeron que se abrió un expediente y quedó todo en la nada. No me dieron ni una fotocopia. En frente de mi casa está la Rural y en las cámaras se ve perfectamente mi casa. Se ve cuando los perros salen y comen el veneno. La persona que los dejó se tiene que ver en la cámara. Es todo raro”, aseguró Cañete, casi un año después del hecho, a La Opinión Austral.

 

En el barrio Belgrano murieron el último martes 3 canes, que los propios vecinos se encargaron de enterrar. FOTO: MIRTA VELÁSQUEZ/LA OPINIÓN AUSTRAL

La vecina dijo que “nadie me ayudó a llevar a mis perros al corralón”.

Analía Muñoz estuvo presente y me acompañó a hacer todos los trámites”, concluyó.

Analía Muñoz es protectora de animales hace más de 10 años y pertenece a la organización Proteccionismo Independiente.

“Los envenenamientos comenzaron después de la época de la perrera. El Municipio sabe cómo tiene que actuar. Lo viene haciendo hace muchísimo tiempo y a medias”, apuntó la proteccionista.

“Hoy por hoy -siguió- queda todo en una Fiscalía por las denuncias que hacen los vecinos. Pero al no tener un abogado que continúe el caso, no tienen ninguna salida. Las cámaras de seguridad nunca están. Se llega a un punto por presión de la gente y luego queda todo truncado en la parte de la Policía y de la Fiscalía”.

Muñoz expresó que “siempre lo hacen en vacaciones, cuando no hay veterinarios”.

Lo más raro es que nunca encuentran a nadie. Esto no lo hace cualquiera. En varias ocasiones se usó Furadán, un veneno que se utiliza en la actividad agrícola y al que no accede cualquiera”, agregó.

 

Lo más raro es que nunca encuentran a nadie

“Las causas van pasando y los perros siguen muriendo. Al margen de los animales, es un tema que atenta ante la salud pública y no hay ningún tipo de freno. Tenemos todos los años 3 envenenamientos masivos, fácil”, concluyó.

2021 siguió con estas situaciones. En el barrio Belgrano murieron el último martes 3 canes, que los propios vecinos se encargaron de enterrar.

Y también en la costanera de la ciudad. “Rufo”, un perro que frecuentaba el Cuartel de Bomberos, murió y generó profunda tristeza en ese sector.

Ante estos casos actúa Bienestar Animal de la Municipalidad de Río Gallegos.

“Uno se entera por llamados telefónicos o a través de las protectoras, que siempre están en esos momentos. La gente se comunica con ellos porque el animalito está sufriendo. Luego nos llaman a nosotros. Siempre se trata de buscar a los culpables. Lamentablemente casi nunca se encuentran porque lo hacen en horas de la noche”, explicó Alejandro

Cheuqueman, titular de Bienestar Animal, a La Opinión Austral.
“Nosotros actuamos en la parte legal y técnica (corroborar el espacio, la cantidad de canes), podemos intervenir en el momento tratando de contener a la familia para ayudarla y siempre concientizando para que se limpie bien el lugar, porque no deja de ser veneno, porque puede ser peligroso para las criaturas”, señaló.

Además, dijo que “también está la realidad que es la negligencia de los propietarios, porque los perros que se envenenan tienen dueño”.

“Entonces -señaló- no tendrían motivo para andar deambulando en la calle. A veces se da cuando son perros que generan molestias en el barrio. Les dicen que guarden al perro y luego llega este resultado final. El cansancio de la gente desencadena en estas cosas aberrantes. En algunos casos hay culpa compartida, pero el resultado final es lamentable porque se pierde la vida de los animalitos”.

 

 

Los perros que deambulan en la vía pública tienen dueños.

En este marco, el funcionario municipal destacó que concretaron “3.200 castraciones a pesar de la coyuntura” y que el castramóvil saldrá a las calles antes de febrero.

Mientras todas las denuncias quedan en el aire, los perros siguen muriendo. En Santa Cruz el envenenamiento ha sido constante, lamentablemente. En Los Antiguos, por ejemplo, aparecieron más de 200 canes muertos en 2019. ¿Hasta cuando seguirá esta aberración?

 

“”.

ANALÍA MUÑOZ

 

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