A escasos días de cumplirse un mes del crimen de Fabián Gutiérrez en El Calafate, el caso del ex secretario presidencial continúa dando que hablar en Santa Cruz.

Esta semana ha sido de mucho trabajo para la Justicia. Se ha realizado una notable cantidad de medidas importantes para continuar avanzando en el esclarecimiento del homicidio, ocurrido entre la noche del 2 y madrugada del 3 de julio.

Fabián Gutiérrez.

Los tres principales sospechosos de haber participado en el asesinato ya están tras las rejas, procesados con prisión preventiva. Ellos son Facundo Gómez (20), Facundo Zaeta (19) y Pedro Monzón (18).

Facundo Zaeta.

Lo que no está resuelto aún -o por lo menos, descartado- es si hay más personas involucradas en el hecho: en la planificación y en el “post”, es decir, en enterrar el cuerpo y ocultar evidencias.

Facundo Gómez.

Por lo pronto los nombrados están imputados por homicidio calificado. Su participación en la golpiza y asesinato de Gutiérrez en su casa está acreditada.

Pedro Monzón.

Es todavía materia de investigación el grado de involucramiento de cada uno de ellos, principalmente en cuanto a quién mató al empresario.

Gómez y Monzón acusan a Zaeta. Zaeta acusa a Gómez.

Sólo los primeros dos participaron de la reconstrucción del hecho en el domicilio de la víctima. Las contradicciones fueron notorias en dos aspectos: el ingreso al inmueble y en el “cómo” Zaeta ultimó a Gutiérrez.

Tapa de La Opinión Austral del 1 de agosto.

Ambos, coinciden en que lo ahorcó, pero lo recuerdan diferente, o no lograron adherir en qué decir.

Es de remarcar que ambos poseen una relación de amistad y laboral. Gómez le dio trabajo a Monzón en la agencia de autos de su padre y se conocen hace años.

Además, en la comisaría donde están detenidos, el joven judoca recibió de su empleador unos escritos pidiéndole que incrimine a Zaeta, semanas atrás.

Se pusieron de acuerdo sobre qué decir y a quién culpar, pero el jueves no pudieron coincidir en cómo fue ese presunto ahorcamiento que dio la muerte.

Según Facundo Gómez, así fue como su amigo Zaeta, mató a Fabián Gutiérrez.

Según declaró Gómez en la pericia ante el juez Carlos Narvarte y la fiscal Natalia Mercado, Zaeta lo ahorcó a Gutiérrez sentándose sobre su espalda, en cuclillas, mientras el hombre estaba tirado boca abajo -malherido- en la planta baja del inmueble, mirando hacia el baño (ver foto).

Monzón, ubicó a Zaeta también en cuclillas, pero frente a Gutiérrez. Este, también en la misma posición. La contradicción fue clara.

El doctor Carlos Narvarte brindó declaraciones a los medios locales de El Calafate tras la pericia y dijo que, “en gran parte se mantuvieron en sus dichos, pero hubo algunas cuestiones que se develaron y nos ayudan a desvirtuar la declaración de uno y darle más peso a la de otro”.

En ese punto advirtió que lo evaluará con todas las pruebas que hoy constan en el expediente de la causa.

La Opinión Austral tuvo acceso exclusivo a imágenes de la pericia realizada. En la expuesta en esta nota, se ve cómo personal policial recrea la versión del joven de 20 años, quien acusa a su amigo Zaeta de ser el autor intelectual del robo “que salió mal” y el responsable directo de su muerte.

En el testimonio de ambos se utilizó una venda deportiva. Algo por lo que los abogados de Zaeta, los doctores Carlos Telleldín Carlos Muriete, realizarán una presentación para pedir una pericia y que se certifique que no fue este elemento el utilizado para dar muerte al empresario. Falleció por “asfixia mecánica” pero creen firmemente que no con lo que dijeron los otros imputados.

Esto, trae a colación la autopsia y la falta de estimación de la hora del deceso de la víctima. El médico forense, Dr. Francisco Echandi, no pudo determinar el horario de fallecimiento por las condiciones climatológicas reinantes en el sector donde se halló el cadáver.

La querella, representada por los abogados Sandro Levín y Gabriel Giordano, también ha sido crítica de este procedimiento e igualmente requirió medidas en ese aspecto.

¿Más detenciones?

La Justicia tiene claro quiénes estuvieron en la casa de Gutiérrez, pero está investigándose si hubo ayuda externa.

En ese sentido, los abogados de la familia del empresario advirtieron que han aportado pruebas y pedido una serie de medidas (allanamientos, localización de vehículos y cruzamientos telefónicos) para ahondar en esta hipótesis de que hubo más personas involucradas, ya sea en la parte “intelectual” del crimen o como encubridores.

Esto fue anticipado por el Dr. Sandro Levín a LU12 el jueves por la mañana, quien puso en consideración el allanamiento realizado en la casa de Miguel Franco, el vecino calafatense miembro de la comunidad zíngara, “conocido” de Gutiérrez, y quien lo llamó la noche del jueves 2, para invitarlo a cenar, según sus dichos.

Al hombre le secuestraron un teléfono celular y prendas de vestir con manchas rojizas.

El juez también habló al respecto el jueves por la noche, y dijo que la presunta participación de terceros en el entierro de Gutiérrez “en principio es un tema a develar”.

Carlos Narvarte, juez de la causa.

“Sabemos que los tres imputados estuvieron en el lugar y dos fueron (Monzón y Zaeta) a la cabaña. Seguimos investigando e incorporando prueba a fines de determinar con mayor certeza cómo llegó el cuerpo a ese lugar donde apareció semi enterrado”, dijo al señalar que, efectivamente, “podría haber participación de más personas”.

¿Gómez y Gutiérrez?

El doctor Carlos Telleldín habló con Ahora Calafate y profundizó en el presunto vínculo económico que poseían Fabián Gutiérrez con Facundo Gómez y/o su padre, a través de la agencia de compra-venta de vehículos automotores.

El abogado dijo que pidieron una medida al juez en este sentido, entregando “informes de 11 camionetas RAM de alta gama. Aportamos la chapa patente, los informes de dominio, y solicitamos que declaren todos los compradores”.

Carlos Telleldín, defensor de los hermanos Zaeta.

El vínculo para el defensor de Zaeta sería claro: Gómez lavaba dinero de Gutiérrez, no declarado. “Presumimos que era dinero de Gutiérrez que lavaba a través de la agencia de Gómez”, afirmó, y dijo que el valor aproximado de venta de estos vehículos supera los 700 mil dólares.

Por tanto, para Telleldín, el homicidio está atado a las relaciones previas de la víctima y el joven Gómez. “Fue él el autor del crimen y los engañó a los otros dos chicos (Monzón y Zaeta) para ir a robar. Esa es la hipótesis que tiene ésta defensa”.

En la misma entrevista, también remarcó algo que LOA anticipó: la geolocalización del celular de Facundo Gómez lo ubica entre la 01:00 y 03:00 horas del viernes 3 de julio en el paraje Charles Fuhr.

Se cree que en ese horario Gutiérrez ya estaba muerto, y Monzón y Zaeta estaban con el cuerpo en la cabaña que alquilaba el propio Gómez.

“La hipótesis indica que fue a enterrar o a desenterrar algo, a buscar algo o fue a ver a alguien ahí”, deslizó Telleldín.

“Tengo parte de la geolocalización, pero resta parte que se me remita”, fue lo que dijo el juez sobre este tema, ante la consulta de los periodistas en el Juzgado.

Tanto Telleldín como Muriete, los defensores de Facundo Zaeta y su hermano Agustín -a quien le dictaron falta de mérito- aseguran que el teléfono celular de Fabián Gutiérrez fue manipulado.

El iPhone de la víctima llegó con el sobre roto a la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional en Buenos Aires, hecho que expuso este diario de manera exclusiva.

Gendarmería dijo que el iPhone está “destruido”. El sobre llegó abierto a Buenos Aires.

El juez dijo en la conferencia del jueves “no tener información de ello” y que “no consta en el expediente”. “Cuando la tenga, veré cuál fue el motivo”.

Ayer, se lo analizó junto a los aparatos de los imputados, y no se pudo obtener nada. Harán un segundo intento el lunes, pero según pudo conocer LOA el teléfono “está destruido” y no se podrá obtener ninguna información de este, al menos con la tecnología que posee la fuerza nacional.

Por otra parte, el celular Samsung J4 Core de Pedro Monzón también quedó “inservible”, aunque en este caso llegó en un sobre lacrado. “No funciona, pueden ser los conectores internos”, señalaron fuentes confiables que siguen la investigación.

De los otros celulares (de Zaeta y Gómez) se comenzó a realizar ya el backup pertinente de todos los archivos e información.

El misterio del aparato es muy grande, dado que este fue hallado en funcionamiento en una obra en construcción en calle Freile.

En virtud de llegar con el sobre abierto y presuntamente “manipulado”, como apuntan los abogados Telleldín y Muriete, estos realizarán una presentación este sábado por “manejos sospechosos”, recalcando que el aparato fue estudiado y analizado por personal especializado de la Policía y el juez, pero no les “dieron vista” a las defensas del momento en que operaban con el mismo.

“El dispositivo se sometió a la labor de extracción mediante la aplicación del software ‘UFED Physical Analyzer 7”, consta en una de las fojas del expediente, en la que también se explica que se generaron 18 páginas de ese informe y se brindó un DVD con el mismo.

El procedimiento fue ejecutado por la División Apoyo Tecnológico, un equipo que viajó de Río Gallegos a El Calafate para colaborar con la causa.

La Policía de Santa Cruz analizó el celular de Gutiérrez pero no pudo desbloquearlo.

En el escrito que entregaron a Carlos Narvarte el 5 de julio, detallan que “se realizaron todas las tareas inherentes y de estilo a los efectos de poder desbloquear el patrón de ingreso al teléfono, no logrando desbloquearlo”.

En ese mismo párrafo se recomienda “enviar el dispositivo a otra fuerza de seguridad nacional y/o policial que posea un dispositivo de extracción forense más sofisticado”. Algo que sucedió, enviándose a Gendarmería, pero la fuerza nacional advirtió que a ellos les llegó un aparato en el que “no se puede sacar nada”.

En los próximos días el juez que instruye la causa dispondrá de más medidas. Entre estas, una “pericia cinemática“, que requirió la parte querellante con el asesoramiento del perito de parte que han dispuesto, el licenciado Amílcar Fleitas.

El procedimiento es similar a la reconstrucción realizada el jueves, aunque más compleja, y hecha con el resultado de las pruebas científicas y no el testimonio de los imputados.

EN ESTA NOTA Fabián Gutiérrez

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