La historia de Bryant: el divulgador científico que recorre Sudamérica a dedo enseñando astronomía “a la gorra”

Cuando uno piensa en la labor de un científico, se imagina a hombres ligados a grandes universidades, institutos o laboratorios privados. De bata blanca, con microscopios, computadoras y tubos de ensayo. Sin embargo, pocas veces nos sentamos a pensar la ciencia como una actividad social.

No obstante, hay historias de vida que dan cuenta que la labor científica y la pasión por conocer, forma parte de la vida de las comunidades y está presente en todos lados.

Bryant González Vásquez, tiene 31 años y es oriundo de Venezuela. Hace cuatro años comenzó un viaje por el continente que se convirtió en el gran proyecto de su vida y es impulsado por su profundo amor por la ciencia y la astronomía.

En su país natal, Bryant se desempeñaba como planetarista, una profesión dedicada a la divulgación de la astronomía y al trabajo en los planetarios. Su curiosidad lo motivo a comenzar un viaje por Sudamérica para conocer los planetarios de todo el continente.

Para solventar su sueño, no tuvo mejor idea que llevar su pasión a todos y cada uno de los lugares que visitó a cambio de hospedaje y alimento. Así nació “Mochileros Astronómicos” (@mochilerosastronomicos como aparece en Instagram y Facebook), una iniciativa que acompaña a Bryant desde el 2017 y lo lleva a enseñar astronomía a las comunidades.

Un gran camino divulgando ciencia

Tras cuatro años en el camino, Bryant ya recorrió 8 países y llevó sus conocimientos a más de 200 ciudades. Desde el mes de septiembre, se encuentra en la provincia de Santa Cruz y diálogo con La Opinión Austral y LU12 AM680 para dar a conocer su innovador proyecto.

“Es una gran experiencia, al principio, el proyecto se llamaba Mochila Astronómica, pero con el tiempo se fueron sumando algunas personas que me acompañaron con el proyecto por un tiempo. Entonces decidí cambiarle el nombre a Mochileros Astronómicos porque siempre hay gente que se anima al viaje”, relató Bryant.

Con esta propuesta, el joven venezolano comenzó a dar clases de astronomía y ciencias “a la gorra” para costear su viaje. “Yo tenía mi carpa y mi bolsa de dormir y como muchos mochileros que comparten sus pasiones y su arte a cambio de aportes voluntarios, me presentaba en los lugares y hacía lo mismo con lo mío”, indicó.

Con el tiempo, el proyecto fue tomando forma y Bryant comenzó a realizar intercambios de hospedaje y alimentos a cambio de sus actividades. Aunque, continúo “pasando la gorra” como una forma de conseguir algo de dinero.

“Poco a poco el proyecto fue creciendo, los últimos 4 años fue exclusivamente haciendo dedo hasta que llegó la pandemia“, comentó Bryant que en ese momento (año 2020) se encontraba en Brasil.

Luego de un tiempo “a la deriva” en el país carioca, Bryant arribó a Uruguay, pero por vínculos afectivos y amistades decidió volver a Argentina, donde recibió una oferta laboral en la provincial de Santa Cruz.

“Llegué a El  Calafate gracias a una agencia que me invitó para hacer actividades de astroturismo. Además, participé algunos lugares haciendo actividades gratuitas  para los niños y las familias”, manifestó el joven planetarista.

Un cielo único en la Patagonia

En su mochila, Bryant lleva un pequeño telescopio y elementos didácticos para las clases. En Santa Cruz, tiene previsto presenciar la próxima lluvia de estrellas de la Gemínidas, entre los días 10 y 14 de diciembre. Además, existe la posibilidad de observar el misterioso cometa Leonard que tiene en vilo a los astrónomos de todo el mundo ya que si se dan las condiciones, este podría ser un gran evento astronómico.

Además, hace unos días, Bryant contribuyó a identificar un “pedazo” del cohete que llevó al satélite DART al espacio (el primer prototipo de defensa planetaria) que se pudo ver desde los cielos santacruceños. “Fue lo más extraño que vi desde los cielos patagónicos“, aseguró luego de que registran el fenómeno desde la represa “La Barrancosa” en el Río Santa Cruz.

En esa línea, el planetarista aseguró que la Patagonia Argentina tiene uno de los mejores cielos para la actividad astronómica, debido a la distancia que hay entre sus ciudades y la escasa contaminación lumínica en las zonas rurales.

Bryant tiene previsto permanecer hasta el próximo 30 de abril, momento en el que tendrá lugar un espectacular eclipse solar parcial, donde el sur de la Argentina será el escenario privilegiado para observarlo. “El eclipse del 30 de abril del 2022 no me lo voy a perder, mientras tanto voy a tener tiempo de recorrer las diversas ciudades de Santa Cruz“, aseguró.

Por otro lado, Bryant habló del contenido de sus actividades y explicó que el contenido depende de la edad de los niños y el nivel educativo que están transitando.

“El tema lo selecciono yo, o lo seleccionan los docentes en caso de que estén trabajando en un proyecto. Incluso lo eligen los mismos chicos porque es bastante dinámica la forma en que se imparte el conocimiento. A veces son los niños quieren hablar de energía oscura, agujeros negros y el universo“, manifestó.

“En esas edades los chicos son bastante curiosos y hacen preguntas que nos ponen a todos a pensar. Es bastante divertido y ameno trabajar en ese sentido“, añadió Bryant.

El viaje continúa

Hasta el momento, el divulgador científico conoció alrededor de 45 planetarios en los 8 países que visitó. Producto de este viaje, Bryant publicó un libro titulado “El Planetarista” que, en palabras de su autor, “es un compendió de todo lo que realicé en mi viaje sobre los planetarios que visité”.

En libro, que ya está en su segunda edición muestra en profundidad estos espacios destinados a la divulgación de la ciencia y el conocimiento que tenemos sobre el cosmos. “Conocí uno de los planetarios con la mejor tecnología y la más avanzada, pero también conocí uno hecho de barro con tecnología artesanal que era mil veces mejor“, relató Bryant respecto a la diversidad que encontró en su camino.

Luego de “El Planetarista”, Bryant se animó a la ficción y escribió “Migrantes a Marte“, una novela de ciencia ficción que narra cómo sería una futura “colonización” del planeta rojo, reflexionando sobre el daño que le hacemos a nuestro propio planeta. Además, esta novela se encuentra atravesada por la historia de Bryant, como migrante que recorre distintos puntos del continente siguiendo su sueño.

Por último, Bryant contó que a futuro, quiere continuar su viaje en otros países e incluso aventurarse a visitar África y Asia para continuar con su proyecto.

“El universo es bastante grande, pero este planeta también lo es. Quiero proyectar esta iniciativa en otros continentes“, concluyó.