Un particular pueblo “artificial” funciona en Holanda desde año 2009. Ubicado a pocos kilómetros de Ámsterdam, el lugar funciona como una residencia para ancianos que padecen Alzheimer o demencia senil y sus habitantes no saben que viven bajo ese situación.

Además, tiene un nombre peculiar: Hogeweyk, también conocida como Villa Demencia.

Fue construida como una pequeña ciudad, con más de 15.000 metros cuadrados, apartada del mundo exterior. Cuenta con 64 viviendas y 150 habitantes, que pueden moverse libremente por los bares, supermercados, casinos y otros espacios que hay allí. Sin embargo, todos esos negocios son ficticios y están atendidos por 250 enfermeros. Ellos simulan ser cajeros de supermercados, mozos o empleados del bingo.

Vivir en este lugar no es barato. La cuota mensual es de 6.000 euros, aunque en muchos casos una subvención estatal permite que el precio final se reduzca a menos de la mitad, dependiendo de la situación económica de las personas mayores.

Los fundadores de Hogeweyk explicaron que la idea es que cada paciente pueda hacer una vida lo más normal posible, en un ambiente cuidado y controlado. La primera prueba fue en 1993, cuando el equipo médico que administraba el geriátrico decidió sumar a los ancianos a la vida diaria del centro. Es así que los dejaban entrar en la cocina y los integraban al funcionamiento de la institución.

Con esa experiencia, comprobaron que los niveles de estrés de las personas bajaban, al igual que las medicaciones que necesitaban. Por otra parte, su nivel de vida mejoraba. Actualmente, geriátricos de todo el mundo replicaron parte de la idea, ya que fue considerada un éxito global. De todas formas, algunos expertos se preguntan si es ético “engañar” a los enfermos de esta forma.

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