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Los cambios implementados por en los últimos meses hicieron que muchas personas empiecen a prestar atención a otras formas de ahorrar su dinero. En un contexto internacional en donde existen dudas sobre el dólar y la economía de los Estados Unidos, no son pocos los que se han volcado al bitcoin. Esta criptomoneda ya ha dejado hace unos años de ser una curiosidad tecnológica para convertirse en un elemento cotidiano de la vida económica y social.

La prolongada crisis financiera de la Argentina, marcada por una inflación muy alta en los últimos años y las restricciones cambiarias han impulsado a millones de argentinos a buscar alternativas para proteger su dinero y realizar transacciones cotidianas. El fenómeno trasciende a los expertos en tecnología o a los inversores: hoy, desde pequeños comerciantes hasta familias que reciben remesas del exterior, el bitcoin y otras criptomonedas se han integrado en la rutina diaria.

La popularidad de las criptomonedas en el país no es casualidad. Factores como la alta informalidad laboral, que deja fuera del sistema bancario a cerca del 50% de los trabajadores, y la inseguridad física (que desalienta guardar dinero en efectivo o dólares en casa) han creado un terreno fértil para la adopción de activos digitales.

La importancia del bitcoin para las transacciones

Para entender el papel que juega el bitcoin en las transacciones argentinas, conviene recordar dos conceptos clave: que es PIB y que es bitcoin. El Producto Interior Bruto (PIB) es el valor total de los bienes y servicios producidos en un país durante un periodo determinado, y sirve como indicador de la riqueza y el crecimiento económico de una nación. En Argentina, la inestabilidad del PIB y las recurrentes recesiones han deteriorado el poder adquisitivo, empujando a la población a buscar alternativas fuera del circuito tradicional.

Aquí es donde el bitcoin cobra protagonismo. El bitcoin es la primera criptomoneda ampliamente adoptada en el mundo, creada por Satoshi Nakamoto en 2008. Se trata de dinero digital que permite realizar transacciones directas y seguras entre personas, sin necesidad de intermediarios como bancos o gobiernos. Esta descentralización es clave en el contexto argentino, donde las trabas para acceder a divisas extranjeras y las comisiones bancarias elevadas limitaron durante muchos años a la libertad financiera.

Una forma segura de enviar y recibir dinero de forma internacional

Las restricciones cambiarias de los últimos años hicieron que enviar y recibir dinero desde el exterior sea una tarea compleja y costosa en Argentina. Los métodos tradicionales, como las transferencias bancarias, suelen implicar demoras, comisiones elevadas y trámites engorrosos. Frente a este escenario, el bitcoin y otras criptomonedas emergieron como una alternativa eficiente y segura para las transferencias internacionales.

Distintas plataformas argentinas permiten recibir pagos en bitcoin o stablecoins de forma prácticamente instantánea y sin los elevados costos de los bancos tradicionales. La descentralización de las criptomonedas elimina intermediarios, lo que no solo agiliza los tiempos sino que reduce el riesgo de bloqueos o confiscaciones. Además, el acceso global y la disponibilidad 24/7 hacen que los argentinos puedan recibir dinero en cualquier momento y desde cualquier parte del mundo, lo que resulta fundamental para quienes dependen de remesas familiares o realizan trabajos freelance para el exterior.

Más empresas empiezan a aceptarlos para las transacciones

El ecosistema empresarial argentino también ha comenzado a incorporar el bitcoin y otras criptomonedas en sus operaciones diarias. Pero el uso de bitcoin no se limita al ámbito financiero. Existen proyectos de minería, desarrollo de contratos inteligentes y hasta cajeros automáticos de bitcoin instalados en varias ciudades del país que abrazan a la tecnología cripto.

Además, grandes compañías han incorporado bitcoin en sus tesorerías, diversificando sus reservas y ofreciendo servicios asociados a las criptomonedas. A pesar del fin del cepo en el gobierno de Milei, muchas empresas están apostando a tecnologías del futuro como las cripto para diversificar su cartera y estar menos expuestos a cambios globales. Esta integración progresiva en el tejido empresarial refuerza la legitimidad del bitcoin como medio de pago y reserva de valor en la economía argentina.

Una reserva de valor global

El bitcoin se ha posicionado como una reserva de valor global. La pérdida de confianza en el peso y las restricciones para comprar dólares de los últimso años han impulsado a los argentinos a buscar refugio en activos digitales. Durante los últimos meses, el bitcoin ha superado ampliamente el rendimiento del dólar en el mercado paralelo, consolidándose como una alternativa para preservar el poder adquisitivo.

Una de las ventajas más valoradas del bitcoin es la posibilidad de almacenarlo de forma segura, evitando los riesgos asociados al dinero físico. A diferencia de los dólares guardados en casa, que pueden ser robados o confiscados, el bitcoin puede resguardarse en billeteras digitales protegidas por claves privadas. Incluso si un dispositivo es robado, mientras el usuario conserve su clave, podrá recuperar sus fondos desde cualquier parte del mundo.

Las hardware wallets funcionan como auténticas cajas fuertes digitales. Esta característica resulta especialmente atractiva en un país donde la inseguridad y la desconfianza en los bancos son moneda corriente. Para muchos argentinos, el bitcoin representa no solo una nueva forma de dinero, sino también una manera de resguardar su patrimonio con mayor tranquilidad y autonomía.

Descargo de responsabilidad: El contenido aquí presentado es solo con fines informativos y no constituye asesoramiento de inversión personal, ni representa una solicitud o invitación a realizar transacciones financieras, inversiones u otras actividades relacionadas. Prohibida la participación de menores de 18 años.

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