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La tarde del lunes trajo consigo un estremecedor episodio de violencia de género que sacudió a la capital santacruceña. Una joven mujer fue rescatada por efectivos policiales luego de haber estado dos días privada de su libertad, golpeada y aislada por su pareja. Todo comenzó cuando su hermana, visiblemente angustiada, se presentó en la Comisaría Séptima en la periferia de Río Gallegos y denunció que la víctima se encontraba encerrada contra su voluntad y sin posibilidad de comunicarse con el exterior. El relato desencadenó una rápida intervención policial que permitió hallar a la mujer en condiciones alarmantes, junto a su hijo de apenas siete meses.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo saber que los efectivos se dirigieron de inmediato al domicilio señalado por la denunciante. Fue ella misma quien, con una mezcla de desesperación y coraje, forzó la puerta de ingreso y entró junto a los uniformados. Lo que encontraron en el interior de la vivienda pintó un cuadro dramático: su hermana tenía visibles lesiones en el rostro y un estado emocional quebrado. A su lado, el pequeño bebé parecía no comprender del todo el entorno de violencia que lo rodeaba, pero ya víctima de un contexto inadmisible.

La sobreviviente al suceso indicó que todo comenzó cuando ella se negó a tener relaciones sexuales y el cobarde agresor la raptó y golpeó.

Según pudo saber este diario, la joven relató que el calvario había comenzado el sábado por la noche. La negativa a mantener relaciones sexuales provocó la furia del agresor, quien la golpeó y le arrebató el celular para que no pudiera pedir ayuda. Desde ese momento, quedó incomunicada y bajo amenaza. No pudo salir de su casa ni pedir auxilio, hasta que el lunes por la tarde el hombre cometió un descuido: le devolvió el teléfono por unos minutos. Ese instante fue decisivo. La víctima aprovechó la oportunidad y logró comunicarse con su hermana, quien no dudó en actuar.

El sujeto, al darse cuenta de lo ocurrido, regresó al domicilio, pero ya era tarde. La policía lo identificó, lo aprehendió y lo dejó incomunicado en la Comisaría Séptima de la capital de Santa Cruz. Se espera que en las próximas horas sea citado a declarar por el magistrado que entiende en la causa, mientras se mantiene una consigna policial en la vivienda para preservar la escena y facilitar las pericias que realizará la División Gabinete Criminalístico.

La causa fue caratulada, de manera preventiva, como “lesiones en contexto de violencia de género y privación ilegítima de la libertad”. La intervención de la Comisaría de la Mujer y la Familia fue clave para contener a la víctima, quien amplió su declaración y brindó detalles del infierno que vivió puertas adentro durante al menos 48 horas.

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