La presentación tendrá lugar el jueves 9 de agosto a las 18.

Con un intenso recorrido a lo largo del país y buena parte de América Latina, el músico y abogado Mariano Irigoyen reunió experiencias que transformaron su vida y las de muchas personas que comparten su propuesta: “Música para creer y crecer”.

El conjunto de conocimientos y vivencias acumuladas se materializó en una obra literaria compartida con el periodista y docente Sebastián Castelli, la que tendrá su presentación oficial este jueves a las 18:00 en la Feria Internacional del Libro que se está desarrollando en el Predio Ferial La Rural de Palermo.

Luego de perder la audición cuando tenía 28 años y era baterista de Nito Mestre, buscó recuperar la capacidad de oír. Esa dura circunstancia templó su ánimo y comenzó a construir este proyecto que, a través de la música, integra a niños y adolescentes hipoacúsicos, y a otros que padecen distintas discapacidades, con artistas que no tienen ese tipo de limitaciones.

Mi intención es ofrecer esta herramienta del arte con un concepto de integración.
MARIANO IRIGOYEN

El propio Mariano resume la sustancia del libro que prologó su amigo, ex Sui Generis, Mestre. “Estas páginas cuentan experiencias y prácticas, son líneas hilvanadas como una libreta de apuntes. Se trata de una guía que invita a pensar y hacer, sin pretender ser un libro sobre música y discapacidad auditiva. Mi intención es ofrecer esta herramienta del arte con un concepto de integración. La música es un lenguaje universal. Lo vemos en recitales multitudinarios donde cada persona comparte horas pacíficamente sin pensar en la raza, la ideología, la edad ni la religión de los miles que la rodean”.

Agrega que “luego de organizar y coordinar talleres de percusión en Argentina, Colombia, Chile y Uruguay con niñas y niños con diferentes discapacidades, especialmente auditivas, estamos convencidos de que todos podemos hacer música. Cada cosa en el mundo que nos rodea tiene un ritmo, sólo hay que saber encontrarlo. Para ello es necesario descubrir, cultivar y desarrollar destrezas necesarias para la coordinación de movimientos que permitan, mediante el juego y la práctica, hacer música”.

Ensamble musical

Con mucho esfuerzo y constancia, Mariano conformó un ensamble musical juvenil en Chascomús, que contó con el apoyo de la dirección de Cultura municipal. Allí participan alumnos de escuelas especiales con el apoyo de sus padres y docentes que se sumaron a jóvenes músicos locales que comprendieron el valor de la iniciativa.

La tarea fue coronada en el teatro Brazola con la grabación de los temas “Aprendizaje” y “El fantasma de Canterville”, con la presencia y la voz del mismísimo Nito Mestre, su guitarrista Ernesto Salgueiro y el experimentado sonidista Cana San Martín, especialista en discos en vivo de importantes bandas de rock.

El entramado inclusivo no detuvo su marcha allí, sino que siguió recorriendo el país de la mano de Mariano. Así pudo llevar su iniciativa a otras ciudades bonaerenses, entre ellas Lincoln y Junín, y lugares más lejanos como Chaco, Corrientes, La Pampa y Chubut, donde realizó la gira “Del mar a la cordillera”.

Leé más notas de Belén Manquepi Gómez

Ver comentarios