Your browser doesn’t support HTML5 audio
Lo que comenzó como un operativo de prevención rutinario terminó con la captura de un prófugo de la Justicia de Santa Cruz. Todo ocurrió en la esquina de Independencia y Belgrano, en el departamento catamarqueño de Capayán, cuando personal policial observó a un hombre —identificado luego como Quispe (25)— insultando a los ocupantes de un vehículo.
Ante la orden de retirarse, el sujeto no solo ignoró a los uniformados, sino que intentó agredirlos físicamente. Fue en ese momento que, al verificar su identidad en el Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (SIFCOP), descubrieron que sobre él pesaba un pedido de captura emitido por la Justicia de Santa Cruz, su provincia natal.
Tras ser reducido, Quispe fue trasladado a una dependencia policial local, donde quedó a disposición de la Fiscalía de Instrucción en turno del Distrito Sur. Aunque las causas exactas por las que era buscado en Santa Cruz no fueron especificadas, su actitud violenta en Catamarca complicará aún más su situación legal. Mientras tanto, en nuestra provincia, las autoridades deberán definir los pasos a seguir para su traslado y procesamiento.
Más allá de la anécdota del arresto, el caso expuso una realidad recurrente: la movilidad de prófugos entre provincias y la importancia de controles coordinados. En un país donde la huida hacia otras jurisdicciones fue históricamente una estrategia para eludir a la Justicia, operativos como este demuestran que las redes de colaboración policial pueden cerrar ese margen de impunidad.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario