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Un cambio en la carátula de los alegatos por el crimen de una adolescente generó un ambiente tenso este jueves en la Cámara Oral. Un encuadre más “benigno” para el imputado provocó la indignación de los familiares de la víctima, quienes, pese a estar a la espera de la sentencia, no ocultaron su decepción.
El caso es el de Brianna Matulich, una joven de 17 años que perdió la vida en un siniestro vial ocurrido en la madrugada del 31 de diciembre de 2023, mientras toda Río Gallegos se preparaba para celebrar el Año Nuevo.


Aquellas fiestas fueron sombrías para su familia y para gran parte de la comunidad de la capital santacruceña. Un hombre, en estado de ebriedad y corriendo una picada por la autovía 17 de Octubre, embistió a Brianna y a su hermana Priscila. Esta última sobrevivió de milagro, aunque sufrió fracturas expuestas en ambas piernas. A ello se suman las secuelas psicológicas, tanto para ella como para Thiago, el menor de los hermanos, quien también se encontraba en el boulevard esa trágica madrugada.
Esta semana se desarrolló el juicio contra Esteban González, un empleado bancario que permanece detenido desde que fue capturado por la Policía tras huir de la escena, argumentando que escapó “por miedo”.
La causa había llegado a juicio con la calificación de “homicidio simple con dolo eventual en concurso ideal con lesiones graves con dolo eventual“. Sin embargo, este jueves, un pedido de modificación de la Fiscalía causó estupor entre los presentes.
A las nueve de la mañana comenzó la jornada de alegatos ante el tribunal compuesto por María Alejandra Vila, Jorge Yance y Marcelo Bersanelli.
El ambiente era contenido. Los familiares de Brianna, presentes en todas las audiencias, escuchaban en silencio, atentos a las intervenciones de la fiscal de Cámara Verónica Zuvic, el abogado querellante Matías Solano y el defensor Federico Rocha.
¿Sabés si está González? ¿sabés si va a declarar?” fue la pregunta de uno de los presentes a este periodista. La verdad es que el imputado si estaba en el edificio pero en una habitación contigua donde, a través de un parlante, escuchaba como se desarrollaron las jornadas de juicio. Efectivamente, González hablaría, pero ocurriría después, cuando el tribunal les brinda la posibilidad a los acusados de hacer una última manifestación después de los alegatos y antes de comenzar a deliberar.
Solano abrió la ronda de alegatos. Sostuvo la imputación original de homicidio simple con dolo eventual y reclamó un resarcimiento de 360 millones de pesos por daño emergente y pérdida de oportunidades, considerando las graves lesiones de Priscila y la irreparable pérdida de Brianna.
Tal como se había anticipado, el eje del debate giraba en torno al encuadre legal y al supuesto dolo con el que habría actuado González. “Él aceptó el riesgo creado; estaba plenamente consciente. Conduce hace casi 30 años y conoce la autovía, sabe que muchos jóvenes circulan por allí”, afirmó Solano.
“No está prohibido caminar por el boulevard. Lo que está prohibido es matar. No hizo nada por evitar la muerte de Brianna. Hubo un desprecio total por la vida; ni siquiera se detuvo”, remarcó el querellante, ante el asentimiento de los familiares de la víctima.
Luego fue el turno de Zuvic. Ella mantuvo un tono firme y cuestionó duramente la conducta de González. No obstante, manifestó disentir con la instrucción inicial, y propuso cambiar la carátula a “homicidio culposo agravado”.
“Todos conocemos los problemas de la autovía. De haber conducido sobrio y a baja velocidad, esto podría haberse evitado“, sostuvo. También apuntó: “Nos toma el pelo. ¿Vas a decir que no te diste cuenta de que llevabas a una chica sobre el capot?”. Pese a ello, pidió la pena máxima para esa figura legal: seis años de prisión.
La noticia fue un golpe duro para los familiares, que manifestaron su malestar. Algunos se retiraron antes de que hablara el defensor. “No puedo escuchar tantas mentiras“, dijo una mujer al salir de la sala. Rocha compartió el cambio propuesto por Zuvic y solicitó una condena de tres años de prisión y seis de inhabilitación para conducir.
El último momento de tensión fue la declaración final del imputado. Desde un rincón, González expresó: “Estoy muy apenado por esta circunstancia. Les pido perdón a los familiares, amigos, a los padres. No tengo palabras. Esta mochila la voy a llevar toda mi vida. No quise matar a nadie“. Sus palabras fueron recibidas con gritos de “asesino” e “hipócrita“.
Concluidos los alegatos, los jueces Vila, Yance y Bersanelli comenzaron a deliberar. Deberán decidir si dan lugar a los planteos de Solano, Zuvic o Rocha, o si adoptan un criterio diferente. La sentencia se conocerá el próximo 7 de mayo al mediodía, en el mismo edificio donde se desarrolló el juicio.
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