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Río Gallegos sigue conmocionada por el caso de Alan Márquez, el camillero del Hospital Regional que permanece internado en estado grave tras caer desde una altura considerable en el barrio 400 Departamentos, durante la madrugada del último sábado. A pesar de las múltiples diligencias judiciales y policiales, no hay personas detenidas ni sospechosas identificadas, según confirmó el comisario Elbio Ramírez, vocero de la Policía de Santa Cruz, en diálogo con Radio LU12 AM680.
El episodio ocurrió cerca de las 2:00 de la madrugada del sábado, cuando un vecino del monoblock 11 escuchó un fuerte golpe y al salir encontró a Márquez tendido en el suelo del patio interno del complejo. Aunque inicialmente se pensaba que la caída se había producido desde una ventana, los peritos ahora sostienen que lo más probable es que se haya precipitado desde uno de los puentes que conectan los edificios.


“Me las van a pagar”, la frase que sembró dudas
Una de las primeras alertas que alimentaron la hipótesis de un posible intento de homicidio fue una frase que Márquez habría dicho antes de ser inducido al coma por los médicos del Hospital Regional: “Me las van a pagar”. Esta expresión motivó a la jueza Marcela Quintana, a cargo del Juzgado de Instrucción subrogante, a abrir múltiples líneas de investigación y ordenar la recolección de pruebas para determinar si el joven fue víctima de un ataque.
Hasta el momento, la Policía relevó algunas cámaras de seguridad de la zona, pero sin resultados concluyentes. Algunas no apuntan al lugar exacto de la caída y otras no muestran movimientos o enfrentamientos que permitan esclarecer lo sucedido. Tampoco hay registros de personas huyendo ni testigos que indiquen la participación de terceros en el hecho.
No se descarta ninguna hipótesis
En diálogo con la emisora radial del Grupo La Opinión Austral, el comisario Ramírez explicó que la División de Investigaciones y Comisaría Segunda trabajan “en espiral” desde el epicentro del hecho hacia los alrededores, en búsqueda de imágenes y testimonios. Confirmó además que, hasta el momento, no hay indicios de que alguien haya arrojado a Márquez, aunque la investigación sigue abierta y no se descarta ninguna hipótesis.
El vocero también detalló que la víctima aún no ha podido declarar, ya que su estado de salud es delicado y los médicos no autorizaron el ingreso de personal policial para tomarle testimonio. El joven presenta múltiples fracturas y hemorragias internas y continúa con pronóstico reservado.
Un antecedente preocupante
Fuentes cercanas al entorno de Márquez revelaron a La Opinión Austral que el camillero ya había sido víctima de una agresión en el pasado, cuando fue golpeado y abandonado dentro de un contenedor en la capital santacruceña. Ese antecedente también es considerado por los investigadores, quienes analizan si existe alguna conexión entre ambos hechos.
Por otro lado, se supo que Márquez se dirigía al departamento de un amigo, pero nunca llegó. Algunos vecinos afirmaron que el joven habría estado reunido con otras personas momentos antes de la caída, y que incluso habrían subido imágenes a redes sociales que luego fueron borradas.
La causa sigue “s/investiga”
Al cierre de esta edición, la causa judicial continúa caratulada como “s/investiga”, es decir, sin una calificación legal definida y sin órdenes de detención emitidas. Mientras tanto, la familia de Alan y gran parte de la comunidad de Río Gallegos esperan respuestas sobre un caso que, por ahora, sigue envuelto en incertidumbre y sin culpables.
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