Elena Montenegro es madre de 3. Su hija Lourdes Ferrando, murió a causa del impacto del auto conducido por Marcos Soto.
Ella tenía sueños, proyectos, era catequista, buena gente, sumamente simpática.
Se desempeñó como periodista en el diario La Opinión Austral, cubriendo actividades sociales. Destacaba por su buen humor y compromiso con la tarea asignada.
En la madrugada del 23 de febrero del 2014, el reportero gráfico, Claudio González, fue el primer testigo del infausto hecho: le avisaron de un incidente policial y fue con su cámara a buscar imágenes.
No esperaba encontrarse con que la víctima era una de sus compañeras.
Después de varios años, los padres de Lourdes, consiguieron fecha para el juico contra Marcos Soto, quien, de acuerdo a los testigos, intentó huir de la escena por encontrarse ebrio.
Por no tener antecedentes similares ni de ningún otro hecho, la justicia consideró que merecía 3 años y medio de pena, lo que es decir: excarcelable.
Soto, dijo vivir un calvario desde esa madrugada. La familia Ferrando, nunca volvió a ser la misma. Sin “Lula”, nada fue igual en ningún lugar por el que dejó una huella imborrable.
Su madre
Este martes, en declaraciones a LU12 AM 680, Elena expresó: “Es un día muy doloroso, cada 23 es así. Tuvimos el juicio donde al culpable le dieron 3 años y medio”.
Sobre la tarea en la que se encuentra abocada junto a su familia, señaló: “Estamos esperando que el Superior Tribunal de Justicia diga si acepta el fallo o no. Con todas estas cosas que han pasado, se atrasa todo. Una pena que es injusta”.
Ante la consulta de como era Lourdes, indicó: “Era muy alegre. Estaba muy contenta porque amaba su trabajo. Era un canto a la vida. Trabajaba feliz con su trabajo su vida. una mujer joven con muchos proyectos“.
Sobre un tema especial que le hubiese comentado que le tocó cubrir para una nota, recordó: “Me habló de la tarea de las Estrellas Amarillas, no pasó tanto tiempo hasta que fui a ese lugar“.
Para cerrar, dijo: “Trabajamos mucho con su papá haciendo caminatas los domingos pidiendo justicia. El fallo fue muy doloroso, el mismo dolor y la impotencia mataron a su padre”.
“Quedé con mis dos hijos extrañándolos y esperando justicia. Gracias a todos por recordarla. Siempre agradecida a los que nos acompañaron en el largo camino”.
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