Dame la plata, dame la plata”, le exigió un ladrón a una consternada vecina que, en la tarde del domingo, fue blanco de un violento asalto en pleno centro de Río Gallegos.

El hecho ocurrió alrededor de las 16 horas, a plena luz del día. La víctima fue abordada por un delincuente con el rostro descubierto, quien le colocó un cuchillo en el abdomen y le exigió la recaudación del día.

Según información obtenida por La Opinión Austral a través de diversas fuentes, el hecho tuvo lugar en la verdulería “Sara y Lía”, ubicada en calle Alvear al 1000. Los autores serían tres hombres con tatuajes visibles en el rostro.

De acuerdo a los datos recabados, dos de los delincuentes actuaron como campana en las inmediaciones del comercio, mientras que el tercero ingresó simulando ser un cliente.

 El mostrador que pasó el delincuente para amenazar a la encargada. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL) El mostrador que pasó el delincuente para amenazar a la encargada. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)
El mostrador que pasó el delincuente para amenazar a la encargada. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

La propietaria del local habló con La Opinión Austral este lunes y relató cómo se produjo el robo.
“Entró y pidió un cigarrillo. Cuando la encargada se descuidó, pasó detrás del mostrador y la amenazó con un cuchillo en el abdomen”, contó. El delincuente huyó con una suma cercana a los 60 mil pesos.

This browser does not support the video element.

“Nosotros éramos uno de los pocos locales abiertos el domingo. Por eso le pedimos a las autoridades más seguridad, más patrullajes policiales”, reclamó la dueña en una entrevista con LU12 AM680.

La causa quedó en manos de la Comisaría Cuarta. Este diario pudo saber que el principal sospechoso tiene letras tatuadas bajo los ojos, y los otros dos —que hicieron de campana— presentan tatuajes sobre las cejas. Tras el asalto, escaparon en dirección al centro de la ciudad. La secuencia quedó registrada en cámaras de seguridad de la zona.

EN ESTA NOTA barrio belgrano robo

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios