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La secretaria de Gobierno de Río Gallegos, Sara Delgado, fue una de las funcionarias con mayor exposición pública durante el 2024. En una entrevista con La Opinión Austral, repasó algunas de las principales acciones durante su primer año en el Gabinete del intendente Pablo Grasso. Pero, además, habló en términos políticos del objetivo de sostener “la bandera de los derechos sociales“.
LOA: ¿Cuál fue el resultado de la intervención del área de Tránsito Municipal?
–Delgado: En realidad, no hubo intervención, lo que hicimos fue modificar orgánicamente el área para dividirla en dos. Por un lado, la Dirección Administrativa de Tránsito y por el otro la Dirección Operativa y lo hicimos en respuesta inmediata a la denuncia que presentamos por presunta venta de carnés. Entendimos que dividir el área era una forma de ordenar y restringir el acceso a los trámites (…) Creo que la modificación que hicimos fue para generar un cambio en el cual el municipio aprende a decir que no hacemos favores, y que también culturalmente desalentemos a quienes siempre elijen los atajos. La denuncia por venta de carnés la hice aportando un pendrive con audios, videos y conversaciones y todavía no tuvimos acceso a los resultados de la investigación. En realidad, es importante que se conozca qué se hacía en la básica donde se vendían las licencias. Sabemos que los celulares secuestrados en los allanamientos fueron peritados, pero todavía estamos esperando conocer qué dicen. Necesitamos darle un cierre porque pensemos que esta denuncia llegó cuando intentábamos reconstruir la confianza de la comunidad en las y los agentes de Tránsito porque veníamos de la muerte de un vecino en el contexto de un operativo nocturno. El área atravesó momentos de transformación en los que buscamos que Tránsito se ordene, dé mejores respuestas, pero también que las y los agentes que salen a la calle reciban el respeto de la comunidad (…) Uno de los cambios más importantes de la orgánica de la Secretaría fue la creación de la Dirección de Seguridad y Protección que conduce Miguel Cader, que viene haciendo un trabajo excelente, y de la que dependen Tránsito, Guardia Urbana, Protección Civil y el Centro de Monitoreo.
LOA: No fue un inicio de año fácil en transporte público ¿Cómo evalúan el 2024, por ejemplo, en la relación con los taxistas?
–Delgado: Bueno, cerramos el año con la entrega de 25 patentes de taxi, que son 25 puestos de trabajo que generamos a partir del trabajo de una comisión convocada por Transportes Públicos que hacía ocho años no se reunía. Esa también es nuestra forma de decirle a los trabajadores del sector que la gestión del intendente Pablo Grasso los apoya y que nunca existió para nosotros la intención de avalar el transporte ilegal. Creo que ellos no lo entendieron, o al menos quienes los conducen, y que hicieron de la llegada de Uber un tema político, presentando un proyecto para desregular el transporte público. Nosotros creemos en el Estado y jamás permitiríamos eso. No vamos a convalidar el transporte ilegal y por lo tanto, la respuesta no es desregular, sino más Estado.
LOA: ¿Y en cuanto al transporte de colectivos? Iniciaron con los recortes de subsidios ¿cómo lo sobrellevaron?
–Delgado: Estamos satisfechos con haber podido contener la desregulación del sector. Son esas cosas que deseamos que la comunidad pueda percibir como las de un Estado que cuida a su gente. Cuando asumen Javier Milei y Claudio Vidal eliminaron el fondo compensador y el subsidio provincial. En marzo teníamos uno de los cinco boletos más baratos del país, $195, pero con la mega devaluación y la quita de recursos, la empresa solicitó una actualización de $1400. Ahí el intendente decide aumentar el subsidio de Citybus y que el boleto quedase en $800 hasta el mes de enero, cuando finalmente llegue a los $1140. Podría decirte que el aumento es menor al valor de un alfajor, pero lo cierto es que sabemos lo que implica en una familia que suba el colectivo. Entendemos eso y también que los usuarios y usuarias merecen un servicio de calidad como el que tienen. Eso no es negociable. Estamos más que satisfechos con Citybus y con el acompañamiento de la empresa, porque a la tarifa la sostuvimos en conjunto, pero además porque durante todo el año pudimos mejorar el acceso de los vecinos y vecinas al colectivo.
LOA: ¿Cómo se va a resolver lo del Centro de Monitoreo?
–Delgado: Lo que hicimos fue dar de baja el convenio que teníamos con la provincia entendiendo que lo habían incumplido. Desde hacía tiempo que notábamos que el personal policial que debía monitorear las cámaras se estaba retirando hasta que prácticamente no quedaba nadie cumpliendo con una tarea que para nosotros es muy importante. El Centro de Monitoreo se pensó para tener una ciudad más segura y para que quienes estén monitoreando puedan advertir situaciones delictivas y den aviso inmediato. Durante este año respondimos infinidad de oficios de la Justicia para que aportásemos los videos que en muchos casos fueron fundamentales para resolver un hecho. Ahora lo que estamos haciendo es estructurar el Centro con el nuevo personal municipal y en breve vamos a avanzar con un proceso de formación más intensivo mientras que, en paralelo, seguimos con el tendido de fibra óptica y sumamos nuevos domos en la ciudad para darle mayor cobertura.
LOA: Este año se creó la Guardia Urbana ¿Están satisfechos con cómo está funcionando?
–Delgado: Bueno, diría que es mi mayor orgullo, no sólo porque pudimos cumplir con un pedido que nos hizo el intendente cuando asumí sino por lo que representa ese grupo de personas en la calle y fundamentalmente por su calidad humana. La Guardia Urbana tiene algo que es el contacto directo con la gente. Siempre los vas a ver hablando con vecinos y eso es algo que en términos de seguridad se había perdido. La Guardia Urbana construye autoridad, pero también es amigable, está formada para intervenir en cualquier situación y esa formación está apegada a los derechos humanos.
LOA: ¿Cuántas personas forman parte de la Guardia Urbana?
–Delgado: Queríamos que la primera camada fuese de cien personas, que todas son empleados y empleadas municipales. Los únicos ingresos que se generaron fueron de hijos o hijas de personal municipal fallecido, tal como lo establece el Estatuto. Y creo que no llegamos al número que buscábamos porque costó la primera convocatoria. La gente no sabia de qué se trataba y había una campaña de críticas y burlas. Hoy tenemos una Guardia Urbana que es un lujo y lo demostró en el Festival Aniversario. En breve lanzamos otra convocatoria que es también interna para poder llegar a más barrios.
LOA: ¿Consideras que durante tu gestión se profundizó el área de Género del municipio?
–Delgado: Cuando asumí el intendente decidió que la Dirección de Políticas de Género quedase bajo mi órbita y por lo tanto la mirada del área es feminista. Lo que hicimos fue crear las jefaturas de Territorial, Diversidad y de Violencias. En este tiempo habilitamos una guardia de 24 horas para los casos urgentes, firmamos convenio con el Poder Judicial para la atención de hombres que ejercen violencia o que simplemente quieran deconstruir su visión patriarcal, tenemos grupos de mujeres que comparten sus experiencias, terapias individuales y le dimos una impronta colectiva a las políticas para el colectivo LGBTIQ+. Nosotras pensamos que esta Dirección no sólo se tiene que ocupar de las urgencias, sino que pensamos en cómo podemos generar oportunidades que se traduzcan en mejores proyectos de vida para quienes sufren la desigualdad estructural por su género. Por eso pensamos en el programa de Choferesas, que le permitió a muchas mujeres acceder a su licencia profesional de conducir y del que van a salir las primeras conductoras de Citybus en Río Gallegos, o trabajamos con el INTA en grupos de mujeres que tienen su huerta. Hoy ya la comunidad sabe que para abordar las violencias y para defender derechos estamos en soledad porque Nación y Provincia no creen en las políticas de género, tal vez el desafío para los próximos años sea consolidar programas para el después de la ruptura del círculo de la violencia. Y después me parece fundamental entender que nosotras y nosotres tenemos que dar desde estos espacios una pelea política y cultural que intervenga en la agenda pública, porque por más cambio de época que se viva con los discursos en contra de las mujeres y disidencias, no se derogó ninguna ley. Matrimonio Igualitario, Identidad de Género o la Ley Micaela para quienes son funcionarios en los tres Poderes del Estado siguen vigentes y por lo tanto son un derecho.
LOA: ¿Qué balance político hacés del trabajo en la Secretaría de Gobierno?
–Delgado: Bueno, justamente, me parece que, en eso de sostener las banderas de los derechos sociales, la Secretaría de Gobierno tuvo mucho que ver. En lo personal yo acepté la propuesta que me hizo el intendente porque mis luchas como periodista feminista siempre fueron en contra de las ideas que hoy son gobierno en Santa Cruz y en el país. Y haber dicho que sí me llevó a encontrarme con un dirigente excepcional como es Pablo Grasso. A mi realmente me llena de orgullo todo lo que hicimos este año en absoluta soledad, pero además en defensa de una comunidad que fue blanco de innumerables ataques. Hay algo que el intendente siempre nos marca, que es que nosotros no tenemos que resignar nada como ciudad, y lo que eso viene a decir es que nuestro proyecto político no va a dejar de generar el crecimiento de Río Gallegos, pero también que tenemos que estar al lado de cada sector que se ve golpeado por un modelo que no cree ni en la justicia social, ni en la igualdad de oportunidades, ni que acá no sobra nadie.
Hubo ahí un liderazgo muy claro de Pablo en ponerse al frente de cada avanzada en contra de nuestros derechos: amparo por los servicios, creando una comisión de los derechos de las y los riogalleguenses o con las multisectoriales que hicimos en Río Gallegos y otras localidades. Me parece que, quienes estamos en la vereda de enfrente de la provincia y la Nación, tenemos que animarnos a revisar las prácticas de nuestro espacio político y construir una propuesta, otro horizonte. Hay una ingeniería de la política tradicional que no hace el ejercicio de tomar nota de cómo llegamos hasta acá. Yo estoy convencida que hay que construir nuevos discursos y tener un plan sin esperar que esto estalle, porque no va a suceder así. Esto ya estalló, lo que sucede es que hay un nivel de deshumanización y de crueldad que nos alejó del sentido común. En ese sentido, me parece que la política tiene que aprender de las luchas de las mujeres, de su capacidad de organización para lograr un objetivo y de su construcción de poder. Por eso desde hace unos meses iniciamos una serie de foros en distintas localidades, para discutir los aportes a ese horizonte que tenemos pendiente. Es difícil tener un saldo positivo en un año atravesado por el padecimiento general de la población, sin embargo, debo decir que, como municipio, estuvimos a la altura y que eso no hubiese sido posible sin un intendente como Pablo (Grasso), que no es tibio, ni especula, pero por sobre todas las cosas ama profundamente a Río Gallegos.
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