Naturales, frescas, sin aditivos, ni colorantes. Las aguas saborizadas caseras ganan terreno en las heladeras del país como alternativa nutritiva a las gaseosas y bebidas industriales. Además de ser saludables para el cuerpo -gracias a los beneficios que aportan frutas, verduras y otros ingredientes- son económicas y fáciles de preparar.
Estas propuestas para hidratarse pueden ser una opción ideal tanto para aquellos que suelen elegir bebidas dulces, como para los que buscan esa cuota de sabor sutil y natural que le dan los ingredientes naturales. Pero a no confundirse, porque no se trata de los productos embotellados que se consiguen en el supermercado. Estas bebidas llevan agua natural (de la canilla o mineral), a la cual se le añaden hierbas aromáticas y/o rodajas de vegetales para darle sabor.
Su preparación es bastante sencilla: consta de combinar frutas, verduras, hierbas y especias con agua fría y luego se la deja reposar durante un par de horas en la heladera para que los ingredientes infusionen. Estas combinaciones se estacionan para que los componentes liberen su sabor. Pero si se desea acelerar el proceso también se puede pinchar la fruta con un tenedor.
Las frutas que comunmente se utilizan son las cítricas, como por ejemplo, el limón, la naranja y el pomelo, excelentes fuentes de vitamina C y antioxidantes. También pueden usarse verduras como el pepino y hierbas aromáticas como menta, albahaca, romero, cilantro, tomillo y jengibre. En el caso de utilizar albahaca o menta, antes deberán machacar un poco las hojas para que larguen su esencia y aporten más frescura.
Las combinaciones son muchas y permiten experimentar según el gusto de cada uno. Y para aquellos golosos que necesiten una cuota extra de azúcar, podrán reemplazarla con edulcorantes (si son naturales mejor). Se pueden utilizar opciones naturales como hojas de stevia, miel o azúcar mascabo como alternativa del azúcar blanco.
La conservación de las aguas saborizadas puede variar en función de los ingredientes incorporados pero, en promedio, las infusiones con frutas deben consumirse en un plazo de dos a cuatro horas si se dejan a temperatura ambiente y hasta tres días si se mantienen refrigeradas.
Recetas
Naranja, limón, pepino y menta
– 2 naranjas cortadas en rodajas
– 1 limón cortado en rodajas
– ½ pepino cortado
– 1 puñado de hojas de menta
– Hielo
– Agua fría
Frutilla, limón y albahaca
– 4-5 frutillas cortadas en cubos
– ½ limón en rodajas
– Unas hojas de albahaca machacadas
– Hielo
– Agua fría
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