La bebida símbolo de la identidad brasileña es conocida en todo el mundo por su mezcla perfecta de dulzura y acidez. Pocos se resisten a esta receta que se encuentra fácilmente en todos los bares del mundo.

El ingrediente base de la caipiriña es la cachaza (se hace con aguardiente local a base de azúcar de caña). Lleva también azúcar, lima (molida y entera) y hielo que se preparan de una manera particular para generar un sabor único y refrescante en la boca.

En todo Brasil es tan popular que existen puestos callejeros destinados únicamente a la venta de caipiriñas. En sus principales ciudades turísticas esta forma de comercio ambulante es una gran fuente de ingresos ya que los viajeros y locales hacen cola para esperar por la bebida que se realiza en el momento.

Si bien es un cóctel muy asociado a los lugares con alta temperatura, la caipiriña es también muy consumida en las zonas frías del planeta. La cachaza se exporta a todas partes por su alta demanda y, si bien hay una receta original con la que conviene elaborar la caipiriña, cada lugar le agrega su propio condimento.

Sobre sus orígenes, se estima que el nombre caipiriña fue impuesto alrededor del año 1.900, y surgió del uso conjunto de “caipira” (término que hace referencia a los campesinos que habitaban en los bosques) y de “Curupirinha” (un demonio místico que vivía en los bosques, cuyo diminutivo es “curupirinha”; además, esta palabra se usa para referirse al estado de ebriedad en que se comienza a tener visión borrosa).

Traído directamente desde Brasil, este delicioso cóctel con propiedades curativas se prepara con cuatro simples ingredientes: aguardiente a base de azúcar de caña, mejor conocido como cachaça, limas, azúcar y hielo.

Su origen se remonta a principios del siglo XIX en San Pablo, donde se utilizaba con fines medicinales contra una epidemia de gripe española. La cachaça nace en las festividades y rituales de los esclavos que solían beber jugo de caña de azúcar hervido y sin fermentar, conocido como “garapa”, y lo mezclaban con aguardiente. Después le agregaron jugo de lima y comenzó a tomar forma el gran ícono brasilero que hoy es reconocido como Caipirinha.

En la actualidad, existen otras variantes muy conocidas como la “caipiroska” que en vez de cachaça lleva vodka, y la “caipirissima” que en su lugar lleva ron. También se pueden preparar con vino, “caipivino”; con pisco, “caipirisco”; y con frutas trituradas como maracuyá, kiwi y ananá, conocida como “caipifruta”.

Preparación

  1. En un vaso de boca ancha se debe colocar limas, en trozos, y azúcar.
  2. Con un mortero aplastar bien las limas para que liberen su jugo y se mezclen con el azúcar.
  3. Agregar hielo picado hasta completar el vaso y servir la cachaça y/o vodka. El secreto reside en usar sorbete para llegar al fondo del vaso, donde está el jugo de la lima y el azúcar, que va mezclándose poco a poco con la cachaça.

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