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Para hacer una pizza casera no se necesitan muchos ingredientes ni grandes habilidades culinarias, pero sí un poco de tiempo y dedicación porque cada paso es importante para que la masa quede crujiente y sabrosa.
La clásica comida italiana que se popularizó en todo el mundo por la sencillez de su preparación, es sumamente práctica a la hora de alimentarse. Para comer una pizza no hacen falta platos ni cubiertos. Con la mano y, quizá sí, una servilleta, se puede disfrutar de esta receta que está entre las más consumidas durante el verano.
Los que saben de pizzas aseguran que el secreto es saber cocinar una buena masa, dedicarle tiempo hasta alcanzar la consistencia y textura deseada, a la que luego se pueda agregar ingredientes a gusto.
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Receta de pizza casera
Ingredientes
- 400 gramos de harina de trigo
- 200 ml de agua tibia
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 15 gramos de levadura fresca
- 1 pizca de sal
- Harina para que no se pegue la mezcla en la mesada.
Cómo cocinar una pizza casera
- En un recipiente colocar el aceite, el agua y la levadura. Mezclar y luego añadir la harina y la pizca de sal. Cuando todos estén bien incorporados, pasar la mezcla a la mesada y amasar bien.
- Colocar una lluvia de harina en la mesada y amasar por al menos 3 o 4 minutos sin parar. La preparación tiene que quedar lisa totalmente. Si en este paso la masa se pega mucho le ponemos un poco de harina y seguimos hasta que quede lisa.
- Una vez lista debe reposar durante 1 hora más o menos. Luego se parte en dos pedazos y se redondea cada uno para formar dos pizzas. Amasar y estirar con paciencia hasta que quede del tamaño deseado.
- Llevar la masa al horno precalentado en una bandeja y cocinar hasta que dore apenas. Colocar los ingredientes a gusto, cocinar por unos minutos más y retirar
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