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Dos días después de haberse presentado en Ushuaia, en el marco de la gira nacional “Rock and Roll, YO”, el 31 de octubre de 2004, Charly García se presentaba por primera vez en Río Gallegos. Apenas unos días antes había cumplido 53 años.

El histórico show, que tuvo lugar en Atlético Boxing Club, había vendido, hasta el día anterior, cerca de 2.500 entradas y se esperaba llegar a las 4 mil. El valor era de 12 pesos.

Tapa de La Opinión Austral 1° de noviembre de 2004.

Sobre el recital en la noche de un domingo, María Vázquez y Ariel Cárcamo de Río Gallegos compartieron con La Opinión Austral sus recuerdos.

“La entrada me salió 12 pesos, que era un montón de plata en esa época. Fui sola, no tenía quién me acompañara. Estaba embarazada de Luca, tenía más o menos cinco meses”, cuenta María Vázquez, para quien este era su tercer recital, ya que había visto a Charly en 1995 y 1999 en el polideportivo de Mar del Plata.

Veinte años después, los detalles escasean, pero las sensaciones quedaron con ella. “Estaba arriba, en las gradas, lo vi muy tranqui. El recital estuvo muy bueno, duró un montón. Él se portó re bien, estuvo muy tranquilo y muy buena onda, recuerdo que tenía muy buena onda con el público”, repasa.

María había ido al recital pensando que posiblemente iba a ser la última posibilidad de verlo en vivo. Tenía razón.

Luca, quien ya tiene 19 años, cantó “Los Dinosaurios en la vigilia de “La Noche de los Lápices“. Al conversar con su hijo sobre la anécdota, María reconoce: “Me removió algo haber compartido ese momento con él”.

“Se me pianta un lagrimón”, dice Ariel Cárcamo, quien fue al recital en muletas y acompañado por una amiga. De ese día recuerda que había poca gente: “Iba entrando y un loco de la organización decía: ‘Entren, entren, así Charly ve gente’. Estaba abajo, cerca del escenario, y el escenario estaba tapado”.

“Arrancó con ‘Cerca de la revolución’. Saltaron las térmicas dos veces, quizás más. Uno le tiró agua cuando estaba cantando ‘No voy en tren’, se paró y se fue“, comenta. Afortunadamente el de Río Gallegos no fue uno de los recitales en los que Charly se fue y no volvió. Esta vez regresó.

Ariel Cárcamo junto a su hija Paulina en el recital de Roger Waters.

Fue una emoción muy grande ver a mi ídolo, sus canciones, hasta hoy me acuerdo. Y viendo la película de cómo está él hoy, fui un afortunado y como dice el dicho, no nos dimos cuenta”, reflexiona.

El cierre del recital fue con “El karma de vivir al sur”, con Charly García arriba de un bafle como un Cristo y con todas las luces azules apuntándole.

Esa noche el músico se presentó en el pub “La cabaña del Tío Tom”, ubicada en calle Marcelino Álvarez, donde pocos tuvieron el privilegio de escuchar ese inesperado recital.

Ariel cuenta que “me enteré tarde y no sabía si era verso. No había WhatsApp en esos tiempos para ver historias”.

Charly no quedó solo en su fanatismo. “Hoy mi hija de 12 años escucha a Charly, mucho Serú y al hablarle de ese día, pareciera que estuviera hablando como si fue ayer y no, fue en 2004″, cuenta y afirma que “‘Pau’ es fana de ‘La grasa de las capitales’ y ‘Cami’, que tiene cinco, escucha ‘El concierto subacuático’ y le encanta la canción ‘Raros peinados nuevos’. Charly pasa de generación en generación“.

EN ESTA NOTA charly garcia

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