En las últimas horas del miércoles 26 de julio de 1995, una intensa nevada comenzó a cubrir Río Gallegos.
Al día siguiente, las rutas de acceso a la ciudad estaban clausuradas por la acumulación de nieve, se suspendieron los vueltos y la capital de Santa Cruz quedó aislada.
Con 75 cm. de nieve, ráfagas que llegaban a los 70 km. por hora y una sensación térmica de 22 grados bajo cero, se presentaba la primera jornada de la que sería recordada como la “Nevada del Siglo” o la “Nevada del ’95”. En la edición de La Opinión Austral se mencionaba una “polémica” en cuanto a si la nevada más importante había sido la de 1985, 1973, 1933 o incluso, la de 1926.
En la intendencia de Río Gallegos, Alfredo Anselmo “Freddy” Martínez comenzaba a transitar los últimos meses de su primera gestión mientras que en la gobernación de Santa Cruz, Néstor Kirchner, hacía lo propio, ambos ya habían sido reelectos.
Tres décadas después, en una entrevista audiovisual realizada por el Grupo La Opinión Austral, “Freddy” Martínez recordó cómo fue estar al frente de una capital de provincia aislada y en emergencia.
La Opinión Austral: ¿Qué recordás de la noche anterior a la nevada y el inicio de la jornada laboral?
Alfredo “Freddy” Martínez: La noche anterior estaba llegando de tomarme unos días con mi familia en Punta Arenas, mis hijos querían conocer Fuerte Bulnes. Ese día llegue a la noche y empezó a nevar un poquito. Y yo digo: “Bueno, voy a descargar la camioneta”.
A las 6 de la mañana recibo un llamado de García, que era el que manejaba la radio en el corralón y me dice: “Jefe, está nevando” y yo le digo: “García, está en el invierno, son las 6 de la mañana”. “Fíjese por la ventana”, me dijo, y ahí tomé conciencia de lo que estaba pasando.

A partir de lo que viste por la ventana ¿imaginabas lo que podía llegar a suceder?
FM: Sí, veía que la nieve estaba casi hasta la altura de los vidrios de la puerta de mi camioneta, por el lugar donde estaba y por el vientito que había. Así que me imaginé lo que íbamos a tener que afrontar.
A cambiarse, venir para el municipio y empezar a organizarnos. En el camino, ya tomé conciencia de lo que era el panorama por los informes que me venían llegando, había que prepararse para trabajar muy intensamente.
Lo primero que hice fue un decreto, que es lo que había que hacer para declarar la emergencia, y asumir lo que es el comando de la defensa civil del que se hace cargo el intendente, así que había que llamar al gobernador, a las fuerzas armadas y de seguridad, hicimos una reunión rápida en el despacho del intendente y a partir de ahí a trabajar.
En 1995, las comunicaciones eran otras, habían algunos celulares…
FM: Eran tipo ladrillo, de esos grandes que tenías que sacarle la antena para poder hablar.
¿Cómo fueron las primeras comunicaciones previas a la reunión con el gobernador?
FM: Teníamos equipos de radio y conexión en radio en prácticamente todos los móviles municipales. Empezamos a tomar contacto con las radios.
Llamé por teléfono rápidamente al gobernador y él se acercó con todo el gabinete, lo mismo pasó con aeronáutica, marina, ejército, fuerza de seguridad, todo el mundo rápidamente vino y ahí empezamos a distribuir las tareas.
Rápidamente, pero con dificultad, ¿cómo estaba la esquina del municipio en avenida San Martín y Libertad (hoy Alfonsín)?
FM: Estaba tapada de nieve como prácticamente toda la ciudad, pero no era de los sectores más complicados. Los sectores más complicados eran el barrio Evita, Belgrano, esos barrios, realmente porque estaban más expuesto, la zona de la laguna y la zona de chacras ni te digo lo que era. La única forma de llegar a zona de chacras fue con los carriers del ejército, no había vehículo que pudiéramos usar.
Tenía armado un plan de contingencia de emergencia para inundaciones, no para nevada así que lo aggiornamos rápidamente.
Hacía no mucho tiempo había tenido una reunión de intendentes de capitales en Buenos Aires, tenía el contacto, así que lo llamé al intendente de Quebec para preguntarle qué hacía cuando nevaba. La primera recomendación que me dio es “andá amontonando, hace montañas de nieve para que no te agarre el deshielo de golpe” y esa fue una de las primeras cosas que hicimos.

Sale el decreto de emergencia en pleno receso invernal, ¿de qué manera se trabajó?
FM: En invierno tenés receso, especialmente en la parte de obra pública, casi la mitad del Corralón estaba en receso. Cuando el director del Corralón llama, al poquito tiempo que estábamos en el municipio, me dice: “Jefe tenemos el 90% de personal dispuesto a trabajar”. Los municipales vieron lo que estaba pasando y dijeron: “Vamos a tener que ir a laburar, no queda otra”.

“Buby” Austin ¿de qué manera estabas trabajando en el municipio?
Rubén “Buby” Austin: Estaba en el Ejecutivo junto con “Freddy”, un poco en la coordinación en las tareas que se estaban realizando y dando apoyo a la gente que lo estaba necesitando.
Recuerdo que hacíamos los últimos rondines a las 7, 8 de la noche con Sonia Medina que estaba en la Dirección de Acción Comunitaria para ver las tareas pendientes que quedaban para el otro día.
“Teníamos equipos de radio y conexión con radio en prácticamente todos los móviles municipales”.ALFREDO “FREDDY” MARTÍNEZ, EXINTENDENTE DE RÍO GALLEGOS
Había un momento muy grato todos los mediodías cuando nos juntábamos a comer en el Rocha con toda la gente que estaba en los operativos, generalmente participaba el intendente, y se charlaba en función de la estrategia a seguir.

En una época en la que no existía WhatsApp ¿cómo hacían los vecinos para pedirles ayuda?
BA: Se trabajaba con el teléfono fijo, en ese momento las radios eran esenciales, no había tantas FM, pero sí las AM, LU12 siempre al tanto con todas estas cosas. Se trabajaba con equipos de handy VHF y lo que era la banda ciudadana también.
Había un enlace en VHF con la gente de Defensa Civil, con provincia, policía, y a través de banda ciudadana había un sistema mediante el cual se comunicaba toda la municipalidad, ahí estaba a cargo el famoso “Chicharra” Quintero.

¿Había nervios?
FM: Tenés que enfrentarlo y cuando pasan estas cosas, lo que tenés que tratar es de tener la cabeza fría para ser lo más eficiente posible. Había una coordinación entre la policía, el ejército, gendarmería, y había un lugar de coordinación que lo manejaba “Chicharra”. No teníamos tantos medios, pero sí mucha gente distribuida y recorriendo, eso era lo más importante.
A la zona de Chacras que era casi inaccesible, se llegó a través de los carriers del ejército y la coordinación fue fundamental.

¿Y con qué situaciones se encontraban? ¿Cómo estaba la gente?
FM: De todo, las cosas más insólitas pasaban, desde gente que salió a pasear, como si no hubiera pasado absolutamente nada, tuvimos que rescatar a una señora con los nietos que había salido a ver cómo nevaba. Ese tipo de cosas nos pasaban.
Después, había que coordinar todo lo que era el abastecimiento, en los supermercados y almacenes se trabajó muy bien, también se garantizó todo lo que era el abastecimiento en medicamentos.
“Cuando pasan estas cosas, lo que tenés que tratar de tener es la cabeza fría para ser lo más eficiente posible”.ALFREDO “FREDDY” MARTÍNEZ, EXINTENDENTE DE RÍO GALLEGOS
Se adelantaron todos los partos. Así que además de que teníamos que laburar, teníamos que dar apoyo para llevar a las parturientas al hospital. Era un fenómeno que, decían los médicos, cuando había un hecho conmocionante, se adelantaban los partos. Todas las emociones juntas y nosotros, teníamos que salir rajando a buscar alguien que estaba por tener familia.
¿Recuerda cuántas?
FM: Recuerdo una noche que hubo seis o siete casos y tuvimos que salir a llevarlos porque a veces las ambulancias tampoco podían circular.
De entrada, hubo que planificar qué calles o qué avenidas limpiar para que todo el mundo tuviera acceso.
Lo otro que pasó que fue muy bueno es que no se nos murió nadie. El hecho de haber sacado, a cuatro, cinco familias de sus casas cuando la nieve tapaba las ventilaciones de los calefactores y generaba monóxido, fueron 20 mil cosas juntas que fuimos haciendo y por suerte se pudieron hacer.
¿Qué recordás de cómo lo vivía el resto de la provincia?
FM: No nos daba tiempo de consultarlo, recibimos llamados de algunos intendentes, tampoco podían acceder a Gallegos, por suerte el resto de la provincia, con excepción de Río Turbio, no fue afectado de la manera que Gallegos.
¿Cómo fue el trabajo con la provincia?
FM: Estaba Kirchner de gobernador, el “Lupo” vino con su gabinete y empezamos a coordinar todo a partir de ahí.
¿Con tranquilidad?
FM: Sí, cuando te pasan cosas muy graves vos tenés que dedicarte a solucionar los problemas de la gente y por suerte, fue lo que se nos cruzó por la cabeza a todos, incluido a Quique que todas las tardes venía al despacho a controlarme para ver cómo hacíamos las cosas.
Todo comienza el 26 de julio ¿cuánto duró el periodo más crítico?
FM: Creo que la parte más crítica fue una semana. Después cuando empezamos a respirar, a los pocos días, se vino un temporal enorme con corte de luz, en la costanera arrancó escaleras de hormigón, no nos dejó respirar demasiado.
¿Había guardias?
FM: Guardias permanentes. El corralón siempre tuvo alguna guardia o algo por alguna emergencia, pero en ese momento lo que se hacía, turnándose cada una de las secretarías, eran guardias en central todas las noches para coordinar cualquier tipo de emergencia.
Después de la primera semana crítica, ¿qué había que hacer?
FM: Primero había que ver después de la nevada cómo empezábamos a normalizar y a regularizar todo.
Una de las tareas que había que hacer era sacar la nieve. Se habían hecho montañas de nieve grandes para que el deshielo, si hubiera un deshielo rápido, no inundara la ciudad, así que se empezaron a hacer viajes. Depende de las zonas, en la ría o en alguna laguna, íbamos descargando la nieve. Se hicieron más de 3 mil viajes de camión tirando nieve, eso te da un poco la idea de cuándo hay una emergencia cuáles son los costos y las emergencias económicas que también surgen después de eso.
La actividad en general estaba afectada
FM: La actividad de los boliches tuvimos que pactar con ellos las medidas para que no hubiera ningún inconveniente. La parte comercial se paró prácticamente las primeras 48 horas porque no había forma de que la gente llegara a los lugares de trabajo, por eso se diagramó cuáles eran las principales calles y avenidas que teníamos que limpiar para que la gente pudiera conectarse y a partir de ahí empezar a ver cómo íbamos normalizando. Fue un desafío grande.
Después de la pandemia, la palabra aislamiento ahora es muy familiar. En ese momento el título de la tapa de La Opinión Austral decía “Aislada”, ¿se sentía ese aislamiento o no había tiempo de percibirlo?
FM: En el caso nuestro te puedo asegurar que no. El área de Desarrollo trabajó mucho, las asistentes sociales, Medina era un motor que tuvimos en esa época trabajando para ver todo ese tipo de cosas y contener. Ahí te das cuenta cuando la gente conoce la ciudad, las áreas municipales sabían dónde tenían que ir, dónde estaba la gente más vulnerable.
La gente puede haberse sentido aislada, pero si vos garantizás abastecimiento de comida y de medicamentos, y ante una emergencia la gente sabía que podía llamar e iba a tener una respuesta, entonces baja un poco la ansiedad.
“Se hicieron más de 3 mil viajes de camión tirando nieve en la ría o alguna laguna”.ALFREDO “FREDDY” MARTÍNEZ, EXINTENDENTE DE RÍO GALLEGOS
Es cierto, la gente estaba aislada, salvo los chicos que estaban felices jugando en la nieve y, a veces, teníamos que decirles: “Bueno, métanlos un rato en la casa que tenemos que trabajar”.
¿Cómo estaba el ánimo? Porque a pesar de que uno puede estar tratando de resolver y saber que está encauzando la situación, es mucho trabajo.
FM: Sin duda, pero ahí te das cuenta lo que significa la adrenalina. Haces cosas que capaz en otro momento no las hubieras hecho.
¿Por ejemplo?
FM: Estar horas y horas a veces haciendo cosas, por ejemplo, tuvimos que salir con una camioneta y enganchar a un camión que traía combustible para que no volcara, esa era otra área importante, que no faltase combustible, había que garantizar el abastecimiento de los camiones.
El aeropuerto estuvo cerrado muy poco. Y lo que nos garantizó Fuerza Aérea es que por más que estuviera absolutamente cerrado, ellos con los Hércules pueden, en un vuelo rasante, dejar mercadería. Se cubrieron prácticamente todos los aspectos que había que cubrir.
¿Qué destacas de la actuación de los trabajadores municipales?
FM: Primero la actitud que tuvieron cuando comenzó la nevada. Estaban de licencia en el corralón, casi la mitad y a las pocas horitas de haber iniciado el día, ya había más del 90% de los municipales, sin que los llamáramos, habían ido a ver qué es lo que había que hacer. Y la otra es el trabajo, trabajar horas y horas con frío, con nieve, los que estaban con las máquinas abriendo caminos, limpiando, fue una tarea conjunta, absolutamente conjunta. Todos trabajaban y no había cargos, jerarquía, galones. Había que salir a laburar y se hacía.
En eso, como casi siempre lo han hecho, los municipales tienen un espíritu de cuerpo muy particular y realmente lo demostraron en esa emergencia.
¿Y la comunidad?
FM: La comunidad en general también entendió, siempre tenés alguna cosa porque para que se genere una regla, alguna excepción tiene que haber.
Recuerdo que no teníamos cadenas para todos nuestros vehículos entonces fue: “Bueno, muchachos, vayan a las plazas”, las cadenas que habían de hamacas, donde encontraran, a bajarlas y armar cadenas para los vehículos. Y nos llamó una señora diciendo: “Freddy, te están robando las cadenas y son municipales”. La gente estaba atenta y se comunicaba rápidamente no solamente para pedir, sino para ver cómo colaborar.
La nevada se presenta en tu primera gestión en el Municipio… fue un desafío en el cierre del primer período
FM: Cuando nosotros asumimos, en el mismo mes de diciembre, se inundó la ciudad. Me acuerdo que tuvimos que salir a destapar rápido para que funcione la eliminación de líquidos.
Cuando entré y cuando salí, sucedieron ese tipo de cosas. Cuando se te presenta, pensás cómo soluciono esto y si vas solucionando, te va generando la tranquilidad de que vas por buen camino.

Si la nevada volviera a suceder, con la tecnología que hay ¿se afrontaría de otra manera?
FM: Hoy tenés más tecnología para moverte, de entrada en las comunicaciones. El elemento que sería un poco más complejo es que hoy la ciudad está mucho más extendida, San Benito y toda esa zona, no existía en ese momento, eran chacras.
“Cuando vos estás en un lugar como la intendencia, tenés que dar respuesta”.ALFREDO “FREDDY” MARTÍNEZ, EXINTENDENTE DE RÍO GALLEGOS
Hay equipamiento vehicular, no solamente el de la municipalidad, sino también el de las empresas, que sería muy útil para hacerlo más ágil y más ordenado.
¿En lo personal que te dejó la experiencia?
FM: Me dejó de que uno tiene que aprender a vivir lo que le toca. No era para quejarse, al contrario, lo viví, cuando lo pasamos, con mucha satisfacción viendo que pudimos dar respuesta. Cuando vos estás en un lugar como la intendencia o cualquier otro lugar ejecutivo, tenés que dar respuesta, esa es la función que tenés, la de mejorarle un poco la calidad de vida a la gente. Y si hay emergencias, que puedas dar una respuesta.
Eso me reafirmó que si tengo una característica es poder conformar grupos que trabajan muy bien, fue un equipo de trabajo que realmente contagió a todos los empleados municipales para que todos trabajáramos en conjunto y eso me generó mucha satisfacción.
¿Te gustaría que se volviera a presentar una nevada así?
FM: No, para nada, y mucho menos siendo intendente que no lo voy a ser, entonces las dos cosas no van a ocurrir.
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