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El lunes pasado se inició el juicio oral por la trágica muerte de Brianna Matulich, la adolescente que perdió la vida en un incidente vial en la Autovía 17 de Octubre de Río Gallegos.
Esteban González, el empleado bancario acusado del fatal incidente ocurrido aquel fatídico 31 de diciembre, declaró ante el tribunal y ofreció sus disculpas a la familia de la joven. Sin embargo, su afirmación de no haberse percatado del atropello que le costó la vida a Brianna y dejó heridos con lesiones físicas y psíquicas a sus hermanos Priscila y Thiago, generó incredulidad y un profundo dolor en los padres de la víctima.


En el marco del juicio por la muerte de Brianna, esta mañana comenzó una nueva audiencia con el testimonio clave de la licenciada en criminalística Celia Saucedo, perito oficial del Poder Judicial. La especialista brindó detalles técnicos sobre la velocidad a la que circulaba el imputado Esteban González al momento del impacto, afirmando que “de mínima, iba a 120 km/h antes del choque” y que al momento exacto de la colisión se desplazaba a 101 km/h. Saucedo explicó que el vehículo no estaba frenando, sino derrapando, y presentó imágenes que muestran las marcas de las ruedas sobre el boulevard. “La velocidad máxima permitida en la autovía es 60, no es una autopista”, enfatizó.
La perito también abordó el concepto de “evitabilidad física”, y aseguró que si el conductor del vehículo negro hubiera respetado la velocidad máxima, el desenlace podría haber sido diferente. “Lo que tenía que haber hecho el auto negro era bajar la velocidad y esperar que el rojo pase”, explicó. Según sus cálculos, aunque incluso a 60 km/h el vehículo podría haber subido al boulevard, los peatones habrían tenido tiempo de reaccionar. “A 120 fueron fracciones de segundo”, concluyó.
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