Joel Gálvez, el minero que resultó gravemente herido tras un accidente dentro de la Mina 5 de Río Turbio, continúa en estado delicado luego de ser operado por una fractura de cráneo. Mientras se cumplen las 72 horas más críticas desde la intervención, su familia y compañeros siguen de cerca su evolución. Entre ellos, Gustavo Subiabre, Secretario de Derechos Humanos de ATE Santa Cruz y trabajador de YCRT, destacó la fortaleza del trabajador y su compromiso con la actividad minera: “Es un minero de corazón”, expresó.
El accidente ocurrió el martes 29 de abril por la noche, cuando un planchón de carbón se desprendió en la galería 7/6 bis. A pesar de llevar su equipo de protección, el golpe fue tan violento que su casco se partió. Gálvez, de 34 años, fue trasladado de urgencia al Hospital Regional de Río Gallegos, donde se le realizó una cirugía para aliviar la presión intracraneal.
“Estamos dentro de las 72 horas cruciales”
En diálogo con La Opinión Austral, la familia de Joel confirmó que los médicos decidieron iniciar el proceso para despertarlo del coma inducido. “Después de una segunda tomografía que le hicieron hoy, tomaron la decisión desde UTI de empezar a despertarlo, y si respondía favorablemente, sacarle la asistencia respiratoria. De igual manera, seguimos estando dentro de las 72 horas cruciales post-cirugía”, informaron.
El Secretario de Derechos Humanos de ATE Santa Cruz y trabajador de YCRT, Gustavo Subiabre, se expresó sobre la situación durante la manifestación por el Día del Trabajador en Río Gallegos “Estuvimos con la familia, hoy a las 10 de la mañana le dieron el parte médico y gracias a Dios el compañero está más estable. Está saliendo adelante. Es un minero, es fuerte”, dijo en diálogo con La Opinión Austral.
“Estuve con su familia, con su tío, y me decía que es de los mineros que le encanta entrar a la mina, que es un minero de corazón”, señaló destacando la fortaleza y el sentido de pertenencia de Gálvez hacia la actividad minera.
El paralelismo con la tragedia de Río Turbio de hace 20 años
El accidente de Joel Gálvez trae inevitablemente a la memoria la tragedia de Río Turbio ocurrida hace 20 años, el 14 de junio de 2005, cuando un desmoronamiento en la mina dejó a 14 mineros sepultados. Ese trágico evento es considerado uno de los momentos más oscuros de la historia de la minería en la región, en el que la falta de inversión, la corrupción y las malas decisiones políticas jugaron un papel crucial en la tragedia.
Subiabre recordó este hecho y señaló que “cuando vienen los recortes, cuando vienen los ajustes en las empresas nacionales, los que pagamos somos los trabajadores, por la falta de seguridad, la falta de inversiones y la falta de estabilidad laboral”, sostuvo el dirigente sindical.
La privatización y sus riesgos para los trabajadores
En este contexto, Subiabre también hizo referencia al proceso de privatización que atraviesa la ahora ex YCRT, comparando la situación actual con los recortes y los ajustes que marcaron la historia de la minería en los años 90. “Nosotros desde ATE Nación y la seccional Río Turbio denunciamos la ley de bases en dos puntos fundamentales: el artículo 8 y 9, que resguardan los convenios colectivos de trabajo y las herramientas gremiales que son el respaldo de los trabajadores”, expresó.
Con un clima de incertidumbre respecto al futuro de la minería en la región, los trabajadores siguen alertas ante la posibilidad de que se repitan las condiciones que llevaron a la tragedia de Río Turbio hace dos décadas.
A medida que los días avanzan, todos esperan que Joel Gálvez pueda superar este difícil momento y que su recuperación continúe de manera favorable. En tanto, el accidente vuelve a poner en evidencia la necesidad urgente de mejorar las condiciones laborales y de seguridad en las minas de Río Turbio, para evitar que tragedias como la ocurrida hace 20 años se repitan.
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