Ayer por la tarde, el crematorio del cementerio municipal volvió a emanar grandes nubes de humo negro, una imagen que se ha repetido en otras ocasiones. Desde el Municipio no brindaron explicaciones y las quejas de los vecinos no tardaron en llegar. La situación, pese a las quejas, aún no está resuelta.
Vecinos de los barrios aledaños al cementerio de Río Gallegos advirtieron la salida de humo negro y espeso del crematorio del cementerio municipal de Río Gallegos en la tarde de ayer. El conflicto no es nuevo y en otras ocasiones ya sucedieron episodios similares.
El móvil de Radio LU12 AM680 se acercó al lugar para dar con funcionarios o responsables que pudieran explicar la situación y según se pudo conocer, el horno estaría funcionando de manera normal, pero llamó la atención a los vecinos el humo negro y no entienden por qué se da esta situación. Por otra parte, los funcionarios de la Comuna no han respondido a la inquietud para conocer cuál es el motivo de la problemática.
A principio de año, La Opinión Austral daba cuenta del problema, que en aquel momento se debía a un mal funcionamiento del horno pirolítico. Meses atrás, el concejal del Frente para la Victoria, Alejandro Leal, indicó que realizó un pedido de informes y posteriormente presentaron una ordenanza para la regulación del área del cementerio.
Según indicó el concejal a este medio, el pedido ya tomó estado parlamentario y está en comisiones, con lo cual se generarán reuniones para que se trate dicha ordenanza.
Es así que, en este contexto, Leal propuso durante enero de este año trasladar el crematorio fuera del ejido urbano: “Para que se haga como está hecho en las grandes ciudades del país, como Córdoba y Rosario, que fueron desplazados a 15-18 km. de las grandes ciudades y donde se procede a la cremación por departamento de las provincias, porque está prohibido por norma de medioambiente el montaje de este tipo de hornos dentro de los ejidos urbanos”.
Sobre ello, el edil profundizó: “Más allá de esto, lo que estoy trabajando con el equipo es ver las posibilidades que tenemos y acercárselas al Ejecutivo Municipal, para ver de qué forma podemos normarlo y evaluar las formas de manejo en este tipo de hornos pirolíticos, además de capacitar al personal municipal para que lleve adelante este tipo de tareas con las normas de seguridad que corresponden”.
El problema del humo en la zona no sólo perjudica a los vecinos del lugar, sino también a quienes asisten a las escuelas y la universidad que están en la calle Béccar y en la calle Inmigrantes. Tiempo atrás, referentes de áreas de Medio Ambiente indicaron al medio que, en condiciones normales, ese tipo de horno debería emanar una especie de vapor y humo blanco. Lo que emana actualmente es humo espeso de color negro.
El Municipio de Río Gallegos, principal responsable, carece de un área específica para estos temas. En tanto, desde Ambiente de la provincia indicaron que solicitaron la auditoría ambiental del horno para regularizarlo, pero hasta la fecha no han obtenido respuesta alguna. De esta manera, la situación sigue igual.
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