Por Belén Manquepi Gómez

El 24 de abril de 1915, más de 600 personas entre líderes religiosos, dirigentes políticos, reconocidos profesores, poetas, músicos y profesionales de la Cultura Armenia fueron masacradas por el gobierno turco. Entre 1915 y 1923, el genocidio contabilizó a 1.500.000 armenios muertos. Primero eliminaron a quienes podían elevar la voz, luego la matanza avanzó sobre el resto, fue el primer genocidio del Siglo XX.

 

 

Unos años antes del inicio del plan genocida, un joven Nigoghos llegó a Argentina en busca de trabajo, dejó a su familia en Armenia y no volvió a verla con vida. Haiganush resistió en un orfanato en Siria o Líbano y cuando los armenios en Argentina comenzaron a tener información sobre la existencia de sobrevivientes buscaron la forma de reunirse con ellos, así comenzaba a formarse la diáspora armenia. A 104 años del Genocidio, el número de armenios que vive fuera de la zona geográfica próxima a los lagos Van y Sevan es mayor que aquellos que hoy viven en su tierra.

 

 

Armenios masacrados el 28 de febrero de 1919 en Alepo, delante del hospital de la ciudad. (Foto: Prensa Armenia)

En las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Mendoza, Río Negro y Santa Cruz viven miembros de la comunidad armenia. En nuestra provincia, no son más de diez quienes integran la colectividad, en su mayoría radicados en la capital.

 

 

“Formo parte de una familia que se ha caracterizado por mantener la armenidad como un pilar muy fuerte del vínculo, la mayoría de mis primos forma parte de una orquesta de música armenia folclórica (Kusan) que ya lleva 50 años tocando música armenia en distintos escenarios de Sudamérica y también con intervenciones en asuntos políticos de la colectividad, en distintas instituciones hemos tenido siempre presencia y nos hemos formado con ese fuerte con la historia y la cultura armenia”, comenta Alejandro Avakian, nieto de Nigoghos y Haiganush y delegado del Consejo Nacional de Armenia.

 

 

Alejandro asistió a una Escuela Armenia en Córdoba, lo que le permitió afianzar sus raíces culturales, es así que conoce el idioma y se ocupa de practicarlo para no perderlo.

Desde la diáspora

En la actualidad, el Estado Turco no reconoce el Genocidio Armenio, ese es el reclamo que persiste y desde la diáspora acompañan. Así han conseguido que más de una veintena de países y recientemente la cámara baja del Parlamento de Italia haya votado a favor del reconocimiento del genocidio.

 

 

“El primer país que reconoció el genocidio es Uruguay, fue por los años sesenta, tiene una comunidad armenia pequeña pero influyente y consiguió que el Estado uruguayo lo reconozca, postura que se mantiene firmemente hasta hoy. Latinoamérica representa un puntal de reconocimiento y de fuerza para la causa armenia a pesar de la distancia con el territorio armenio y con la historia de esa zona”, señala.

 

 

“En el resto de Europa, hay algunos países que vivieron más de cerca la situación de los armenios, fueron enemigos de Turquía en la Primera Guerra Mundial y también establecen reconocimientos muy firmes del Genocidio Armenio. Es distinto en Norteamérica por intereses políticos, y en Medio Oriente hay países que lo han reconocido y otros que no, también recordemos que Armenia es un país cristiano y la mayoría de los países de Medio Oriente tienen otra religión y Turquía es musulmán, eso genera a veces reticencias, pero a pesar de eso hay países que siendo musulmanes también han reconocido el genocidio. Definitivamente Latinoamérica es un faro de luz para el reconocimiento”.

 

 

Sin importar los años y la distancia geográfica, el reclamo se sostiene, y sobre la respuesta que la comunidad armenia ha tenido en Santa Cruz, observa que “siendo una comunidad pequeña y con mínimos recursos, conseguimos que la temática esté presente y naturalmente es un resultado de un trabajo coordinado pero también de una muy buena receptividad de las instituciones, de las escuelas, de la gente, de la prensa. Siempre hemos encontrado una buena recepción para nuestro reclamo y nuestra historia. Agradezco la recepción del mensaje en la comunidad, siempre ha sido bien recibido y con mucho apoyo, inclusive durante el año estamos presentes en las escuelas brindando charlas, en la feria del libro, eso nos muestra que hay interés”.

 

 

Generaciones

En Argentina, por ley 26.199, el 24 de abril es el “Día de Acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos” en conmemoración del genocidio del que fue víctima el pueblo armenio y con el espíritu de que su memoria sea una lección permanente sobre los pasos del presente y las metas del futuro. Además, tanto la provincia como la capital santacruceña adhirieron a dicha legislación.

 

 

Sin embargo, cuando se trata de preservar la memoria y hay hechos dolorosos, realizarlo no es tan sencillo. “La primera generación, mis abuelos, tenían tanto dolor que trataban de disimularlo no tocando el tema, evitándolo. La segunda generación empezó a conocer y a despertar en cuanto a lo que sucedió, yo formo parte de la tercera generación donde empezamos a considerar que se necesitaba darle un curso al reclamo, no podíamos dejar que esto quede impune”, explica. “Hoy estamos orgullosos porque la lucha ha dado resultados en muchos sentidos, tanto a nivel de reconocimiento de países, como instituciones y en la opinión pública también, poniendo a Turquía gradualmente contra las cuerdas en el asunto de la culpabilidad y el reconocimiento. Vemos que la cuarta y también la quinta generación llevan las mismas banderas, es algo que continúa, es una lucha presente y persistente cuyo objetivo es el reconocimiento por parte del Estado turco”.

 

 

“La Promesa”

En el Ciclo Cine e Historia: La historia a través del cine y en el marco de la conmemoración del 104 Aniversario del Genocidio Armenio, el próximo miércoles 24 de abril a las 17:00 se proyectará el largometraje “La Promesa”.

 

 

La proyección será en la Sala de Conferencias “Profesora Iris Bergero” en el Campus Universitario sito en avenida Gregores y Piloto “Lero” Rivera. La entrada es libre y gratuita.

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